En Portada
ÓA 242: (I) Plácido Domingo: 80 años de una leyenda viva
“Echo mucho de menos al público de mi país y al de Madrid, mi ciudad”
El carismático artista español celebra este mes su 80º aniversario todavía en activo y consagrado como uno de los artistas más cruciales y longevos de la lírica mundial. A pesar de su edad y de haber superado la Covid-19 –algo que agradece como “el mejor regalo de cumpleaños”–, Plácido Domingo sigue lleno de vitalidad y de entusiasmo por una profesión que todavía mantiene su agenda llena de compromisos operísticos.
Tras participar un año más en la inauguración de la temporada de La Scala de Milán y después de cantar el papel protagonista de Nabucco de Verdi en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo en una versión de concierto dirigida por Valery Gergiev, Plácido Domingo Embil (Madrid, 21 de enero de 1941), acostumbrado a vivir pegado a una agenda siempre llena de actuaciones en todo el mundo, aprovechará estos días de fiesta y de escasa actividad debido a la pandemia de la Covid-19 para descansar en familia. A pesar de ello su equipo estará gestionando nuevas peticiones artísticas y entrevistas, incluso desde la capital española que el maestro visitó por unos días.
ÓA le agradece que haya concedido esta entrevista en exclusiva en la que, a punto de celebrar su 80º cumpleaños, comenta detalles de una carrera tan espectacular como longeva, sus intereses artísticos y su legado operístico.
ÓPERA ACTUAL: ¿Qué le gustaría pedir como regalo para el mundo y en especial para la ópera en su 80º aniversario?
Plácido Domingo: Me gustaría que todos pudiéramos volver a vivir la vida al cien por cien con nuestros seres queridos y especialmente que pudiéramos volver a disfrutar del teatro y del entretenimiento en vivo: ¡Lo que solía ser rutina es ahora un sueño! Tengo la esperanza de que este momento se esté acercando.
ÓA: ¿Qué ha supuesto poder seguir cantando tras superar una enfermedad tan complicada para un cantante como la Covid-19?
P. D.: ¡Este ha sido mi regalo! Superar la enfermedad, encontrar un gran entusiasmo para empezar otra vez, cantar de nuevo e incluso siendo capaz de trabajar en el escenario. Quiero decir que no puedo pedirle nada más a Dios.
ÓA: Sigue recibiendo galardones como en Austria, le dedican documentales en Moscú y participa en la prima de La Scala ¿Sigue sintiéndose con ganas de abordar nuevos proyectos operísticos?
P. D.: Por supuesto, el amor por la música nunca se apaga y vive dentro de mí; al contrario, estoy ilusionado por los nuevos proyectos y feliz de volver a lugares en los que no he estado en muchos años o incluso donde nunca he actuado antes. Cuando eres joven y estás en el medio de una carrera no puedes decirle que no a los principales teatros de ópera del mundo. Cuando te buscan, y lo aceptas tienes una vida muy activa. Ahora en la madurez de mi carrera, siguen los compromisos y las invitaciones de trabajo, pero puedo crear los espacios en el calendario y elegir lo que me gusta, lo que me interesa, así como también reservar tiempo valioso para estar con mi familia.
ÓA: Cuando mira hacia atrás y recuerda su infancia con unos padres entregados a la zarzuela, ¿se hubiese imaginado la carrera que ha llevado como uno de los cantantes más importantes y longevos artísticamente hablando de la historia de la lírica mundial?
Plácido Domingo: De niño veía y escuchaba a mis padres con gran admiración y tenía enorme curiosidad por el escenario, pero también tenía muchos sueños… Ser torero, futbolista, pianista, director de orquesta… Nunca pude imaginarme esta carrera como cantante ni mucho menos así de larga. Por ocupada que haya sido mi trayectoria, siempre seguí el ejemplo de mis padres, quienes trabajaron incasablemente. Creo que si me hubiera convertido en torero o futbolista, me habría retirado hace medio siglo…
ÓA: ¿Qué le gusta más de la zarzuela y qué cree que ha faltado para que el género español esté más presente en todo el mundo y especialmente en España?
P. D.: Realmente llegué a disfrutar de mis padres cantando zarzuela. Ellos la llevaron por todo el mundo, sobre todo a diferentes países de habla hispana; a México principalmente, pero también a Cuba, Costa Rica, Venezuela, Perú, Colombia y Puerto Rico. Crecí con esa música dentro de mí. Me encanta la inspiración melódica de los compositores de zarzuela e incluso he tenido la suerte de conocerlos, especialmente al maestro Federico Moreno Torroba, quién me escribió una opera, El Poeta. Me parece maravilloso cómo este género, que también combina el diálogo y la música, puede representar a todas las regiones de España y tal vez este sea el límite de la difusión de la zarzuela, un límite que la hace más apreciada por un público hispano con una gran familiaridad con el idioma y las tradiciones. Siempre he llevado el género a todas partes del mundo en mis conciertos. Recientemente también he llevado un espectáculo antológico de gira a lugares como la Arena de Verona, las Termas de Caracalla de Roma, al Sultanato de Omán y a las Chorégies de Orange. El entusiasmo con el que el público mundial ha acogido siempre esta nuestra música, me llena de alegría.
ÓA: De los 151 personajes de ópera y zarzuela que ha cantado, ¿Qué cinco roles destacaría? ¿Cuáles son sus compositores favoritos?
P. D.: Una pregunta difícil. Es como pedirle a un padre que elija a un hijo sobre los demás. Entre los cinco papeles que no puedo dejar de mencionar están Otello, Cavaradossi, Don José, Siegmund y Simon Boccanegra. Entre los compositores no puedo hacer una selección, pero si tengo que elegir los que siento más cercanos a mi corazón nombraría a Verdi y a Puccini, ciertamente los que más he cantado, pero también a los grandes compositores franceses… Y entonces no puedo excluir a Wagner y a Chaikovsky.
ÓA: La ópera sigue creando pasiones y no dejan de construirse teatros y auditorios por todo el mundo. ¿Cree que el futuro de la ópera es esperanzador?
P. D.: Esto es muy alentador y es una gran esperanza para la industria. Siempre he sido un optimista por naturaleza.
ÓA: Uno de sus grandes proyectos, el concurso Operalia, se dedica a descubrir y promocionar a los mejores cantantes del mundo. ¿Cree que el futuro de la ópera en cuanto a voces está asegurado? ¿Qué piensa de la preparación actual de los jóvenes cantantes y qué consejo les daría?
Plácido Domingo: Estoy seguro de que siempre habrá talento y en cada edición de Operalia me sorprenden las voces maravillosas que llegan a la final. Todos los triunfadores están realizando carreras importantes. Creo que la preparación de los jóvenes de hoy es aún más eficaz que cuando yo empecé, porque hay mucho que estudiar y no solo se limita al canto, sino que se trata de una preparación que les permite afrontar el escenario a 360°. El consejo que doy es que estudien, que nunca pierdan el entusiasmo y que se levanten ante las caídas, incluso con más motivación que antes, sabiendo bien desde el principio que nuestra profesión también requiere muchos sacrificios.
ÓA: ¿Cómo vivió su amplia etapa como director general de las Óperas de Washington y Los Ángeles? ¿Tuvo realmente ofertas para dirigir alguno de los teatros de ópera madrileños?
P. D.: Tengo maravillosos recuerdos de mi trabajo en los teatros de Washington y Los Ángeles y estoy orgulloso de lo que he contribuido al crecimiento de estos dos teatros durante décadas de colaboración. Durante la Expo ‘92 mi nombre fue mencionado para el Teatro de La Maestranza de Sevilla, que vi nacer. Nunca tuve ofertas concretas para el Teatro Real, solo hablamos de ello, pero me hubiera sido imposible porque ya tenía compromisos en Washington y Los Ángeles, así como una agenda muy completa, y cada vez que volvía a España siempre me sentía más feliz cantando y dirigiendo sin tener la responsabilidad de un teatro. Afortunadamente, tenemos en Madrid un gran teatro, porque el Real ha crecido a lo largo de los años, gracias al trabajo de Joan Matabosch. Lo tiene todo, un repertorio extenso incluyendo estrenos mundiales y óperas desconocidas, con producciones y elencos internacionales, realizando un gran número de representaciones.
ÓA: Desde agosto hasta hoy ha vuelto a actuar en Caserta (Nápoles), Verona, Viena, Florencia, Moscú, Milán o San Petersburgo con gran éxito… ¿No echa de menos España?
P. D.: Claro que sí, echo mucho de menos al público de mi país y el de Madrid, mi ciudad. Lo siento aún más todavía en un momento histórico como este de la Covid, que nos obliga a distancias infinitas. En la víspera de mi 80º cumpleaños siento la necesidad y la nostalgia de volver a mis raíces y hacer todo lo posible para corresponder al afecto y al cariño que tanta gente me demuestra, dándome siempre una gran emoción.
ÓA: ¿Cree que se le recordará como dijo que era su ilusión en una reciente entrevista en TVE, por las emociones que ha dado al público, por su completa entrega a la ópera en más de 70 años de carrera y por quien es verdaderamente?
Plácido Domingo: Eso espero… Suena como una afirmación ambiciosa, pero esta es mi gran esperanza. Siempre he intentado darlo todo en el escenario. ÓA