El año pasado Amigos de la Ópera abordó la celebración de una efeméride trascendental para la vida sociocultural de A Coruña, la fundación de su primer teatro de ópera, en 1758, gracias al impulso de una figura esencial –muy poco estudiada– para la difusión del género lírico en España, el artista y empresario napolitano Nicola Setaro, de vida y obra casi tan fascinantes como las del propio Lorenzo Da Ponte. Gracias a la iniciativa de aquel visionario, que supuso la consolidación de la ópera en este rincón atlántico ya desde hace 250 años, en 1798 llegaría lo que para algunos estudiosos supuso el estreno español de Don Giovanni, precisamente en esta ciudad.