Reportajes
Written on skin en el puente aéreo
Quizás la mejor introducción para conocer esta ópera contemporánea que este mes se estrena en España en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y que después viaja al Real de Madrid sea una advertencia: “cuidado con quedarse con una sola opinión”. Esta tragedia medieval vista desde el siglo XXI contará en esta breve gira española, en versión de concierto y con un gran reparto, con George Benjamin, el propio compositor, en el podio de la Mahler Chamber Orchestra.
Written on Skin es una obra compleja, multifacética y que responde a muchos interrogantes ante un espectador que debe usar su mente para encontrar un camino que le haga ver que en las cosas de la vida no hay que quedarse con una sola opinión. Aunque el mensaje del comienzo de esta ópera escrita por el compositor británico George Benjamin y estrenada en 2012 en el Festival de Aix-en-Provence podría parecer una defensa ecológica del planeta, en realidad habla de un tema muy actual y siniestro: el abuso de poder y la violencia de género. La trama tiene lugar en tiempos medievales y describe a El Protector (bajo barítono) –casado con La Mujer (soprano)– como dueño de todo lo que lo rodea, incluyendo a la gente. Su megalomanía llega a tal punto que desea inmortalizarse al estilo de la época, como protagonista de un libro dibujado sobre vitela, piel de ternera tratada para ser usada como si fuera papel.
Para llevar la idea a la práctica, se presenta El Niño (contratenor), un personaje que antes se da a conocer en una escena paralela –en tiempos modernos– en su propio despacho, una empresa editora. El Niño pasa de una época a la otra a través de una puerta, cambiando su apariencia. La música de Benjamin crea para ello un ambiente de expectativa mezclada con suspenso: ¿hasta dónde será capaz de llegar este Protector todopoderoso? Dentro de este microcosmos también habitan dos empleados de la moderna oficina que desafían el orden establecido –como Figaro y Susanna–, Marie (mezzosoprano) y John (tenor), que son la hermana de La Mujer y su esposo, dos subversivos en una sociedad opresiva. La Mujer, por su parte, se muestra siempre sumisa pero atenta: se acerca a El Niño y le pide que invente y dibuje una mujer que no puede dormir y que tiene un corazón lacerado, que es ella misma.

El compositor y director inglés George Benjamin será el enargado de dirigir su ópera Written on Skin en Barcelona y Madrid.
El Protector y La Mujer compiten deseando usar a El Niño como vehículo para verse a sí mismos. La llegada de El Niño despierta la sexualidad de ella, quien trata de seducir a su esposo en una escena de tremenda sensualidad, pero El Protector no puede aceptar una situación que le provoca disgusto y sobre la que no tiene control, y la trata como a una niña. El libro que El Protector deseaba hacersecomo homenaje se convierte entonces en un instrumento que confiere poder a su esposa, que está decepcionada de él, quien todavía enceguecido por su propia posición social se describe como protector de su familia. Pero “¿protector contra que?”, se pregunta ella sarcásticamente. El Niño dibuja a La Mujer como ella deseaba, y entonces revela su nombre: “I am not The Woman, I am Agnès!”(“¡No soy La Mujer, soy Agnès!”). En una escena bellísima, de intensa sensualidad y con música que acaricia los oídos, Agnès seduce a El Niño y eventualmente lleva los hilos al cruento final. El Niño trata de proteger a Agnès de su esposo afirmando que su amante en realidad era Marie, pero esto enfada a Agnès que exige que El Niño le diga la verdad a El Protector. Al hacerlo, ambos sellan su propio destino: El Protector mata a El Niño y le sirve su corazón a Agnès como comida, quien lo devora, al igual que en la narración medieval de Guillem de Cabestaing en la que se basa el libretista de Written on Skin, Martin Crimp. En esta escena llena de crueldad mental, El Protector pide que Agnès le responda a sus preguntas con las respuestas que él desea: “¿Por qué comes?”, inquiere El Protector “Porque tengo apetito”, responde Agnès. “¿Por qué comes?”, insiste El Protector. “Porque te obedezco”, responde finalmente Agnès.