Reportajes

Un Liceu volcado con el arte

El nuevo director artístico, Víctor García de Gomar, apuesta por convertir el coliseo barcelonés en un gran espacio artístico

01 / 09 / 2020 - Fernando SANS RIVIÈRE - Tiempo de lectura: 3 min

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Bioceno arte El Concierto para el 'bioceno', performance del artista Eugenio Ampudia en el Liceu ante 2.292 plantas © Gran Teatre del Liceu
Liceu Gomar Presentación de la temporada del Liceu 2020-21 © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL

El nuevo director artístico del Gran Teatre del Liceu, Víctor García de Gomar, presentó en junio una temporada lírica de transición, con muchos títulos heredados de su antecesora, Christina Scheppelmann, una programación todavía sin un sello propio. Por el contrario, destaca  su original apuesta por convertir al coliseo barcelonés en un gran espacio para el arte. Una idea que ya está dando sus frutos y que puede relanzar al teatro a nivel internacional siempre y cuando se apoye en unas temporadas líricas de calidad incuestionable.

El Ayuntamiento de Barcelona aprobó el pasado enero –a propuestas del grupo municipal de Barcelona pel Canvi que lidera Manuel Valls– la petición al Estado de que la Ciudad Condal sea cocapital de España. Por otra parte, la alcaldesa Ada Colau y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pactaron en febrero reactivar el convenio de cocapitalidad cultural y científica de Barcelona suscrito hace una década con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Todo ello fruto de una reclamación histórica de la capital catalana por adecuar el protagonismo que merece a nivel estatal gracias a su carácter histórico de ciudad cosmopolita, de prestigio y vanguardia en el mundo cultural y artístico especialmente en los siglos XIX y XX. Barcelona ha sido sede de exposiciones universales, Juegos Olímpicos y alberga numerosos museos y fundaciones, siendo un punto de acogida y de creatividad para artistas y creadores.

Desde el inicio del siglo XXI la Ciudad Condal ha ido perdiendo peso, pero podría relanzar su apuesta creativa y cultural con dicha cocapitalidad y especialmente con un Gran Teatre del Liceu volcado con las artes –y, por qué no, con el ecologismo– que sirva de bandera para dicha transformación.

La propuesta de Víctor García de Gomar para el futuro Liceu como centro de creatividad artística internacional –además de teatro de ópera– hay que decir que, de momento, suena bien, y la temporada 2020-21 dedicada genéricamente a las obsesiones cuenta con elementos en este sentido que marcan un buen punto de partida con la presencia de Àlex Ollé como artista residente y la japonesa Chiharu Shiota como hilo conductor. En la temporada, algo ecléctica en la programación operística, se conjugan algunos títulos y producciones con cierta relación con el arte y que en un futuro está previsto incrementar. El mundo pictórico lleva años relacionado con el arte total que es la ópera o el ballet, con nombres de la talla de Picasso, Miró o Dalí para citar algunos españoles o, actualmente, con la presencia de artistas plásticos, escultóricos o videoartistas en las escenografías y de la que España ha sido puntera con las propuestas, por ejemplo, de La Fura dels Baus en colaboraciones con Jaume Plensa o Franc Aleu. Una práctica internacional que en España ha contado con numerosos proyectos como L’elisir d’amore (Sevilla y Las Palmas) inspirado en Botero, Tristán e Isolda y Elektra (Madrid) con obras de Bill Viola y Anselm Kiefer y con numerosos trabajos internacionales, algunos tan futuristas como la Turandot semivirtual del colectivo ruso AES+F ambientada en 2070.

En la programación futura se irán sucediendo este tipo de propuestas; García de Gomar ya adelantaba que llegarán en próximos cursos Karl V de Krenek con dirección de escena de Carlus Padrissa y escenografía de Lita Cabellut, y Wozzeck firmado por William Kentridge (Festival de Salzburgo y Met).

Una nueva etapa ilusionante en la que pese a la pandemia y la crisis económica, también se ha enfatizado la presencia de los solistas de la Simfònica en conciertos y música de cámara. El éxito futuro dependerá de cómo se combine todo ello con propuestas operísticas de gran nivel, la presencia destacada de títulos y artistas españoles junto a los grandes nombres de la lírica internacional. ¡Ánimo!  ÓA