Reportajes
Teresa Berganza en la discografía: Rigor, belleza y emoción
A su atractiva voz, de un color bellísimo, amplia extensión y naturalidad en las agilidades, sumaba rigor, dominio estilístico y una perfección que emocionaba
En su arte cobran vida las cualidades técnicas, vocales y musicales que mejor retratan la grandeza del canto. A su atractiva voz, de un color bellísimo, amplia extensión y naturalidad en las agilidades, sumaba rigor, dominio estilístico y una perfección que emocionaba por su sinceridad expresiva. Fallecida el 13 de mayo de 2022, este mes habría cumplido 90 años y ÓPERA ACTUAL la recuerda con un retrato discográfico centrado en sus grandes papeles operísticos.
Con una extraordinaria trayectoria en los escenarios de más de cuatro décadas de carrera –su primera actuación pública tuvo lugar en 1955 en el Ateneo de Madrid–, Teresa Berganza, nacida en la madrileña calle de San Isidro el 15 de marzo de 1933, es una leyenda cuya grandeza, como sucede con el también inolvidable Alfredo Kraus, se agiganta con el paso del tiempo. La música fue su pasión, su vida, y siempre supo escoger el repertorio adecuado para mantener intacta la emoción del canto. Y como maestra de voces en la Escuela Reina Sofía de Madrid siempre aconsejaba a los jóvenes intérpretes la necesidad de preservar la voz con el máximo dominio técnico, el rigor y la elección del repertorio adecuado: “Forzar la voz siempre pasa factura y conduce al desastre”, aseguraba. “Cuando cantas un repertorio que no es el adecuado a tu tipología vocal, porque es más dramático y te obliga a forzar tus medios naturales, la voz se arruina. Así son las cosas”.
Hablaba claro y también cantaba sin artificios ni efectismos, preservando siempre la calidad y la belleza natural de su voz, que no era grande, pero tan bien proyectada que corría con brillo en grandes escenarios. Mozart y Rossini son un excelente punto de partida para disfrutar el arte de Berganza que preserva su extenso y valioso legado discográfico. Rosina, de Il barbiere di Siviglia, es una de sus máxima creaciones rossinianas. El cuidado en la dicción, el fraseo, el buen gusto en las ornamentaciones, ese saber colocar todas y cada una de las notas, con agilidad y sin precipitaciones convierte su interpretación en una referencia, pues su Rosina tiene carácter, picardía, naturalidad y una riqueza de matices deslumbrante.
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