Reportajes
Leontyne Price, el canto voluptuoso
Una panorámica de las mejores grabaciones por la carrera de la mítica cantante estadounidense
Su voz cálida y aterciopelada, de timbre sensual y reconocible al instante, invita a disfrutar el canto desde el puro hedonismo. La nonagenaria soprano estadounidense, que este mes cumple 94 años, desplegaba su voluptuosidad vocal en los escenarios y estudios de grabación con generosidad y talento abarcando un repertorio amplio y variado a lo largo de más de cuatro décadas de espectacular carrera.
Brillan con luz propia en la generosa discografía de Leontyne Price cinco grandes personajes de Giuseppe Verdi, Aida, las dos Leonoras (de Il trovatore y La forza del destino), Amelia de Un ballo in maschera y Elvira de Ernani, junto a heroínas de Giacomo Puccini como Tosca, Madama Butterfly y Giorgetta de Il tabarro.
Belleza vocal y sentimiento. Price se consideraba como «una cantante impresionista» que mezcla «los colores de mi cálida voz para recrear los matices del personaje». Su borrosa dicción italiana es el punto más débil de un intérprete que manejaba sus medios con buena técnica, eficaz proyección y agudos seguros, pero con graves limitados que en ocasiones podían sonar débiles y artificiales. A pesar de estos detalles –suscitaba tantas pasiones como también críticas furibundas– la Price reinó como una de las grandes sopranos de su generación, con un carisma dentro y fuera del escenario que derribó barreras y prejuicios racistas. Tras los pasos de Marian Anderson, que fue la primera cantante afroamericana en pisar el escenario del Metropolitan Opera House de Nueva York en 1955 en el papel de Ulrica, la Price fue la primera soprano negra que protagonizó una producción televisiva de la NBC –Tosca, en 1955–, auténtico hito en la sociedad estadounidense dividida por el odio y la violencia racista: tras su memorable aparición –su Tosca sentaba cátedra–, arreciaron las protestas y cancelaciones de muchos telespectadores.
Memorable debut
Tras su memorable debut en el Met en 1961, formando pareja con otro ilustre debutante, Franco Corelli, y nada menos que en Il Trovatore, la Price se convirtió en una prima donna assoluta del coliseo lírico neoyorquino; de hecho, Samuel Barber creó para ella Antony and Cleopatra, la ópera que inauguró en 1966 el nuevo y lujoso Met en el Lincoln Center. Más de doscientas funciones y dieciséis personajes documentan su carrera en ese escenario hasta su mediática retirada en 1985 cantando Aida, su papel preferido.

Como la protagonista de 'Aida' en el Metropolitan, su teatro de referencia
Durante sus años de formación en la Juilliard School se embarcó en una gira por Estados Unidos y Europa con un montaje de Porgy and Bess junto al barítono William Warfield, su primer marido (se casaron en 1952 y decidieron separarse siete años después). Herbert von Karajan, uno de los artífices de su consagración internacional, descubrió su paleta de colores precisamente en esta gira con la ópera de Gershwin y en 1958 apostó por ella como Aida estelar en Viena.
«El maravilloso color de mi piel me ahorraba un gran número de horas de maquillaje en el camerino y eso es una ventaja que siempre he disfrutado enormenente en cada función de Aida», confesaba Price con no poca ironía en una entrevista con el productor de RCA John Pfeiffer. Curiosamente, su primera grabación de la esclava etíope de Verdi no fue para la RCA, el sello que atesora sus mejores registros, sino para la Decca, bajo la electrizante dirección de Georg Solti al frente de las masas de la Ópera de Roma y con Jon Vickers, Rita Gorr y Robert Merrill como compañeros del reparto. El registro, de 1962, ha sido reeditado en Blu-ray audio con espectacular sonido.
Cuando Decca y RCA rompieron su asociación, el sello americano pidió a Price en 1970 una nueva grabación de Aida, que fue dirigida por Erich Leinsdorf, otro de sus mentores, al frente de la Sinfónica de Londres. Lectura también magnífica, con la energía del joven Plácido Domingo y el temperamento de Grace Bumbry y Sherrill Milnes.
Reina verdiana
Como Leonora de Il Trovatore las opciones son claras. La versión del Festival de Salzburgo grabada en directo en 1962 es asombrosa, tanto por el refinaniento y el pulso teatral de Karajan (DG) como por el sensacional reparto; junto a su sensual y vibrante Leonora, brillan el heroico Manrico de Franco Corelli y las no menos antológicas creaciones de Giulietta Simionato y Ettore Bastianini. Siete años después, con Zubin Mehta (RCA), Price es una Leonora más tosca, con peor dicción y graves más falsos. Domingo, Cossotto, Milnes y Bonaldo Giaiotti completan el reparto. Menos recomendable es la tardía versión dirigida por Karajan (Emi) en 1997 con Price en horas bajas y el potente y poco refinado Manrico de Franco Bonisolli.

Bajo la fogosa dirección de Thomas Schippers (RCA), grabó en 1974 su primera Leonora de La forza del destino, con Richard Tucker, Merrill y Shirley Verrett: en muy buena forma, sus agudos lucen más que en la posterior grabación de 1976 con James Levine (RCA), en la que sobresale un impetuoso Domingo. Los fans de la diva aplaudirán su entrega en la clásica producción de la Forza grabada en el Met con Levine (Deutsche Grammophon, DVD), junto a Giuseppe Giacomini, Leo Nucci y Bonaldo Giaiotti. Schippers también firma una romántica y apasionada versión de Ernani, grabada con la orquesta y coro de la RCA Italiana en 1967: la Price es una opulenta Elvira, de espléndidos agudos y medias voces de voluptuoso color, pero flaquea en la coloratura –cosa extraña– y en los graves extremos. A su lado, Carlo Bergonzi es un Ernani de exquisito fraseo. Un anterior registro live con Corelli, dirigido en 1965 por Schippers, resulta menos convincente.
El señorial Renato de Bergonzi y la apasionada Amelia de la Price son las bazas de la versión de Un ballo in maschera bien concertada en 1966 por Leinsdorf (RCA), con Merrill y Verrett. En cuanto a sus versiones del Réquiem verdiano, valen su peso en oro tanto la histórica filmación en La Scala de Milán dirigida musicalmente por Karajan –con Luciano Pavarotti, Fiorenza Cossotto y Nicolai Ghiaurov completando un cuarteto de ensueño– y realizada por el cineasta Henri-Georges Clouzot (Deutsche Grammophon DVD), como la versión dirigida por Fritz Reiner en Viena, con Jussi Björling, Elias y Tozzi (Decca).
Pasión pucciniana
El capítulo pucciniano se abre con una Tosca memorable grabada por Decca en 1962 (disponible también en Blu-ray audio) bajo la fabulosa dirección de Karajan al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena. La Price, que en este registro cuida mucho la dicción, es una Floria Tosca voluptuosa, de aterciopelados colores, junto al ya gastado, pero apasionado Cavaradosi de Giuseppe di Stefano y el soberbio Scarpia de Giuseppe Taddei.

Diez años después, decepciona un tanto su Tosca descuidada y con acentos vulgares con Zubin Mehta a la batuta (RCA), junto a Domingo y Milnes: junto a ellos formó un trío de ases habitual en las producciones discográficas de Richard Mohr, otro de los puntales en la carrera de la diva de Mississippi. Erich Leinsdorf es el hábil y flexible director de otros dos recomendables registros de RCA: Madama Butterfly, en la que su conmovedora Cio-Cio San evita sensiblerías junto al imponente Pinkerton de Richard Tucker, e Il tabarro, en el que ofrece una opulenta Giorgietta, aunque un poco exagerada y, ya se sabe, de dicción muy borrosa. Domingo es pura pasión y Milnes un Michele de rotundos acentos.
Amplitud de miras
Con Georg Solti (Decca) grabó su mejor testimonio straussiano, una lectura de Ariadna auf Naxos en la que tiene momentos bellísimos, aunque flaquean sus graves, al frente de un reparto con el expresivo Baco de René Kollo y la espectacular Zerbinetta de Edita Gruberova. En el terreno mozartiano figura Fiordiligi en una muy americana versión de Così fan tutte dirigida por Leinsdorf, con Tatiana Troyanos como Dorabella, estilísticamente muy discutible y solo apta para fans. También es muy discutible en cuestiones de estilo y dicción la interpretación de Price y Corelli en la grabación de Carmen, de Bizet, dirigida en 1963 por Karajan (RCA). Una buena opción para disfrutar sus mejores integrales es la edición Leontyne Price. Prima Donna Assoluta, una caja de 22 discos publicada por Sony con una óptima remasterización digital.

Una lujosa edición bajo el títuto The Essential Leontyne Price documenta la amplitud de su repertorio tanto en la ópera –ganó 18 premios Grammy por sus grabaciones operísticas–, como en el mundo del recital, con un abanico de estilos que incluye autores estadounidenses como Barber, Virgil Thompson y George Gerswhin, Lieder de Robert Schumann y Richard Strauss, maestros del repertorio francés como Francis Poulenc, Gabriel Fauré y Hector Berlioz y su pasional e idiomática recreación de los espirituales negros.
La recopilación incluye gloriosas escenas de óperas y canciones de Strauss (Die ägyptische Helena, Die Frau ohne Schatten); Poulenc (Dialogues des Carmélites); Barber (Antony and Cleopatra y Vanessa); Verdi (La Traviata, Macbeth, Don Carlo y Otello); Puccini (Manon Lescaut, Suor Angelica, La rondine, Liù de Turandot); Gershwin (el gran dúo de Porgy and Bess con Warfield) y muchas curiosidades más.

Entre sus recitales figuran clásicos como el álbum de canciones navideñas bajo la sofisticada dirección de Karajan (Decca); una seleccíon de arias de Verdi y Puccini grabada en 1959 y 1960 bajo la batuta de Arturo Basile y Oliviero de Fabritiis (RCA); el programa verdiano dirigido en 1981 por Mehta (Decca) y el memorable concierto grabado en directo en el Met en 1982 bajo la vibrante dirección de Levine, formando gloriosa pareja con Marilyn Horne: entre los grandes momentos, los dúos de Norma y Butterfly y una arrebatora versión del aria «Chi il bel sogno di Doretta», de La rondine. -ÓA