Reportajes
La Boutique Academy del Teatro San Carlo de Nápoles
En 2020, el Teatro San Carlo de Nápoles fundó una academia vocal que nace para preservar la técnica y la tradición del bel canto romántico
En 2020, en plena pandemia, el Teatro San Carlo de Nápoles fundó la Boutique Academy, una academia vocal que nace para preservar la técnica y la tradición del bel canto romántico. Con Mariella Devia como maestra, quien ha demostrado su excelencia en esta técnica a lo largo de toda su carrera, la cantante quiere convertir al coliseo de Nápoles en toda una referencia del estilo.
La razón y el propósito de fundar la Boutique Academy no fue otra que la de “ayudar a preservar la técnica del bel canto por medio de la única artista que la posee después de Maria Callas y restablecer el vínculo entre este Teatro y su antigua tradición belcantista”, afirma Ilias Tzempetonidis, coordinador artístico y director de Casting del Teatro San Carlo de Nápoles. Y continúa, convencido de que esta técnica “está en peligro de desaparición. Y si nosotros, en este teatro, que conoció el estreno de la mayoría de las óperas de Bellini, Donizetti y Rossini, no la preservamos, se corre el riesgo de que esta tradición se pierda para siempre. Yo sustento una pasión porque no suceda, asegurando la continuación de tradición, técnica y repertorio, a través de Devia, la única que la posee”.
Por su parte, la ya retirada soprano italiana asegura que no hubiera aceptado esta invitación de no haber sipo por Tzempetonidis, “un devoto de esta técnica y del estilo belcantista, una tradición hoy casi perdida. Es por eso que acepté. Siento que soy el último nexo con este legado y estoy de acuerdo con él en que si no hacemos algo ahora va a perderse para siempre. Habrán desaparecido los vínculos con la tradición italiana del canto en la que me introdujo Jolanda Magnoni”.

Mariella Devia, una soprano que ha hecho demostración de la técnica belcantista en toda su excelencia a lo largo de su carrera, junto al coordinador artístico y director de Casting del coliseo napolitano, Ilias Tzempetonidis
Mariella Devia asegura que esta técnica “es una panoplia, un abrigo que puede usarse en todo tipo de clima. Tiene mucho que ver con la respiración, la correcta aplicación de los fiati, las líneas del legato y el estilo de estos compositores. Y cuando se posee se puede cantar de todo, desde el Barroco a la opereta y desde Bellini a Wagner. Nuestro propósito es el de transmitirlo a las nuevas generaciones y para nosotros es importante contar con por lo menos cinco voces de esta parte de Italia. Aquí abundan las buenas voces y ese es el motivo de su estancia”. La soprano todas las semanas se desplaza desde Roma para dar sus clases en tres días sucesivos.
Trabajar con el cuerpo
Ella es la primera en admitir que los cantantes no son los mejores maestros, pues además de la dedicación “se necesita una buena imaginación musical y vocal para intuir en qué sentido debe ir una voz y cómo conseguir el objetivo. Porque la voz reside en nuestro cuerpo, y cada cuerpo es diferente. Una manera determinada de hacer las cosas puede funcionarme a mí y a mi cuerpo, pero un estudiante puede encontrar una forma diferente de hacer lo mismo, según su cuerpo. Lo más difícil es descartar los malos hábitos, en caso de tenerlos, porque los músculos tienen una buena memoria. Es más fácil empezar desde el principio que eliminar los malos hábitos. El punto de partida es tener una buena técnica respiratoria, y además aconsejo a mis estudiantes practicar yoga, pilates o cualquier práctica que facilite fortalecer el diafragma y los músculos posteriores”.

El Teatro della Corte, en el Palacio Real de Nápoles, acogerá óperas escenificadas por la Boutique Academy
Apoyo a la carrera
Para este primer curso de la Boutique Academy, de 384 solicitudes procedentes de todo el mundo –la Academia de La Scala de Milán, que lleva años funcionando, suele tener 400– se eligieron a doce –algo más de lo que hubieran preferido– procedentes de Japón, China, Armenia y Cuba, además de la propia Nápoles. “Si logramos hacer lo que ya hicimos en La Scala –continúa Ilias Tzempetonidis, que trabajó en el coliseo milanés–, de donde salieron Anita Rachvelishvilli o Pretty Yende (esta última ha confesado en una entrevista que Devia fue su salvadora vocal y su impagable maestra), y si en cinco años surge aunque solo sea un artista debidamente equipado con esta técnica, le apoyaremos firmemente y trataremos de abrirle todas las puertas. Estoy cansado de oír en todos estos años a cantantes del norte de los Alpes –algunos muy distinguidos– abordar este repertorio con un estilo totalmente alejado de las intenciones de los compositores belcantistas. Si no se hace algo se seguirá cantando de esta manera y la gente irá olvidando la forma de abordar correctamente este repertorio. Es por eso por lo que estamos aquí”.
Las audiciones para el curso –de dos años– seguirán haciéndose en años sucesivos, cuya primera convocatoria se realizó en octubre de 2021. Después de seis meses de sesiones semanales con Devia, se utilizarán los servicios de profesores de lenguaje para el italiano y el alemán y de un director que instruya a los alumnos en la escena. Y si registas como Claus Guth o Calixto Bieito, que tendrán a su cargo sendas producciones en la temporada 2022-23, están disponibles, se les solicitará su colaboración en la faceta dramática. Los estudiantes tendrán acceso automático a los ensayos del teatro –hasta ahora han podido hacerlo a los de Aida y La Sonnambula–, lo que será muy importante para su formación. También podrán participar en papeles de comprimario en las producciones del teatro junto a grandes artistas, con lo que sus oídos se habituarán a la excelencia.
En los meses de mayo y junio, cuando termine el curso, la Academia montará una opera para los alumnos. El primer título será Don Chisciotte de Paisiello, que se representará en el precioso Teatro della Corte del adjunto Palacio Real.
“En el segundo año y después de la ópera de Paisiello, haremos una obra del siglo XVIII y al año siguiente otra distinta. Entretanto, habrá un concierto en el escenario del San Carlo centrado enteramente en arias del bel canto con la orquesta del Teatro”, apunta Tzempetonidis, quien añade con orgullo: “Estoy llevando a todos los grandes artistas que cantan aquí –Kaufmann, Garanca, Netrebko, Rachvelishvilli, Yende, Sierra, Radvanovsky– a los altos del San Carlo para mostrarles la Academia”. El espacio, prácticamente debajo del techo del legendario coliseo y que en tiempos estaba destinado al guarda, tiene unas vistas que podría envidiar cualquiera otra Academia del mundo: toda la extensión de la bahía de Napoles con el Vesubio a lo lejos.– ÓA