Reportajes

Emilio Arrieta, más allá de 'Marina'

Su aclamada ópera 'Marina' arranca este mes la actividad del Auditorio Baluarte de Pamplona

01 / 10 / 2021 - Gema PAJARES - Tiempo de lectura: 6 min

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marina-zarzuela-operaactual La ópera 'Marina' en en Teatro de La Zarzuela (2013) © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL

PAMPLONA

Auditorio Baluarte

Arrieta: MARINA 

19_10 (V. C.)

Marina: Andrea Jiménez. Jorge: José Luis Sola. Roque: Borja Quiza. Pascual: Pablo Ruiz. Orquesta Sinfónica de Navarra. Coro Lírico AGAO (Dir.: Iñigo Casalí). Orfeón Pamplonés (Dir.: Igor Ijurra). Dirección: José M. Pérez-Sierra.

 

Tres recitales con doce de las canciones que compuso el genial autor decimonónico cantadas por Sabina Puértolas y con Rubén Fernández Aguirre al piano celebran este bicentenario. Es el germen de un álbum que verá la luz a finales de año. En paralelo, su aclamada ópera Marina arranca este mes la actividad del Auditorio Baluarte de Pamplona. El músico navarro está más vivo que nunca y su vigencia hoy es incuestionable.

Su cuarto nombre era Emilio. Le precedían Juan, Pascual y Antonio, pero este todoterreno cultural ha pasado a la historia de la música por el último. Nació un 20 de octubre de 1821 según consta en su partida de nacimiento en la localidad navarra de Puente la Reina, pero el baile con el día siguiente no acaba de poner a los expertos de acuerdo. Autor de casi 50 zarzuelas y cuatro óperas, durante el tiempo que residió en Milán recibió la influencia de Bellini, «detalle que le invita a componer canciones para voz y piano de las que no ha trascendido prácticamente ninguna», asegura el pianista Premio ÓPERA ACTUAL 2010 Rubén Fernández Aguirre, un espíritu inquieto que tomó como excusa la efeméride para tributar al compositor su particular homenaje, que se cerrará con la edición de un disco por el sello Ibs Classical y un par de sonoras sorpresas. ó grandes éxitos y beneficios económicos.

El bicentenario, por otra parte, no podía estar ausente de la programación del Auditorio Baluarte pamplonés, y para celebrarlo inaugura temporada con su ópera más conocida: Marina, zarzuela en sus inicios transformada en ópera 16 años después y que se ha convertido en una referencia dentro de la producción del músico. Fue, además, la primera ópera representada en el escenario de Baluarte en 2003, a cuya sala principal regresa el 19 de octubre –en versión de concierto– con las voces de Andrea Jiménez, José Luis Sola, Borja Quiza y Pablo Ruiz, la Sinfónica de Navarra, el Coro Lírico AGAO, el Orfeón Pamplonés y con José Miguel Pérez-Sierra en el podio.

Una docena de perlas

Volviendo a la grabación de las canciones del compositor, en un principio se pensó en llevar al estudio la totalidad de esa producción, pero finalmente se seleccionaron una docena de perlas, seis en español y otras tantas en italiano a las que acompañarán en los tres conciertos que va a protagonizar dos obras de encargo: una escena de Alberto García Demestres, Los cisnes en palacio, sobre poema de Antonio Carvajal que incide en la relación de Arrieta con Isabel II (él fue su profesor de canto –y algo más–, aunque tiempo después, ya comprometido con la causa liberal, le dedicara el himno nacional Abajo los Borbones), al que se une una suite para piano sobre temas de Marina a cargo del bilbaíno Carlos Imaz. «Se trataba de no hacer lo que todo el mundo, sino salir de lo ya trillado», cuenta Fernández Aguirre.

© Festival Castell de Peralada / Miquel GONZÁLEZ

Sabina Puértolas y Rubén Fernández Aguirre en un recital en Peralada. Juntos recuperan lo mejor de las canciones de Arrieta

Los recitales serán el 23 de octubre en Puente la Reina, el 28 del mismo mes en el madrileño Teatro de La Zarzuela y el 2 de diciembre en el Arriaga de Bilbao. ¿Quién les pondrá voz? La soprano Sabina Puértolas: «Son piezas vocalmente muy exigentes. Es el propio Arrieta quien dice cómo se deben hacer y marca la velocidad, la intención, la tesitura, el color de la voz… Era muy meticuloso y puntilloso», y advierte de que nadie piense que la canción es un género fácil: “Has de ir con sumo cuidado a la hora tanto de leer como de estudiar. Por lo intimista y sutil del material tienes que estar muy atento”, dice la soprano, que recuerda el “entrenamiento” que significó el recital Navarra es música celebrado en marzo en el Teatro de La Zarzuela, cuya segunda parte estuvo dedicada a Arrieta. «Hay vida más allá de Marina». Esta frase pasa de boca en boca. De Puértolas a Fernández Aguirre. Esta ópera le marcó, pero el tiempo eclipsó injustamente una vasta producción. La hay, existe y ha llegado hasta hoy.

El pianista define este «redescubrimiento» y puesta en valor de Arrieta con una frase muy certera: pasar a limpio, que es «poner encima de la mesa estas canciones para que se sepa que están ahí y se conozcan». Sin embargo, es consciente de uno de los problemas a los que se enfrenta: las obras manuscritas, «muchas de las cuales tienes que traducir. Contienen errores y la manera de verlos es sentarte al piano y revisar la escritura. En ocasiones se han tomado opciones musicales que no eran las correctas y que hemos tenido que corregir. Es un trabajo arduo», añade Aguirre. Le ha llevado dos años recopilar partituras, editarlas y “pasarlas a limpio”. Incluso ha tenido que tomar importantes decisiones, como en el caso de La niña sola, «una canción incompleta que ha terminado el músico bilbaíno Carlos Imaz a la manera de Arrieta. Para eso hay que saber, tener ganas y hacerlo», señala de corrido.

Recuperar el patrimonio es uno de los anclajes del trabajo de Fernández Aguirre, una de sus guías y pilares. ¿A qué suenan las canciones del autor de Ildegonda? «Poseen reminiscencias nacionales, giros muy andaluces y otros en los que predomina la estética italiana, belliniana. Se puede intuir a un primer Verdi, pero quien realmente le influye es Bellini. Estoy convencido de que van a ser del gusto del público», remata.

Grave aldeanismo

Que esta celebración no se quede solamente en la efeméride. Que vaya más allá y celebre la vigencia de un músico inmenso. A los dos artistas rescatadores de las canciones de Arrieta se une la musicóloga María Encina Cortizo, autora de una biografía de referencia sobre Arrieta y consciente de la vigencia del músico: «Apostemos por la cultura y sepamos ver el futuro», dice rotunda quien fuera discípula del musicólogo Emilio Casares. Cortizo lleva desde 1989 “luchando por el siglo XIX”, que se ha considerado «vacío». Asegura que era «necesario revisar ese estereotipo. Junto con Barbieri, Arrieta es la gran figura del XIX español. Lo recorre casi entero porque vive hasta 1894; nada se hace sin que él lo gestione o lo controle, es una figura central», explica.

María Encina Cortizo: “Junto con Barbieri, Arrieta es la gran figura del XIX español”

Compositor, director de orquesta, profesor en el Conservatorio, fue quien ordenó la enseñanza musical en España. La posterior generación de la Restauración fue discípula suya. Sostiene la musicóloga que su legado es «fantástico. Prácticamente todas sus partituras están conservadas. Si fueran francesas estarían en el repertorio canónico. Los prejuicios que existen sobre la zarzuela nacen de la falta de conocimiento sobre el género. No soporto que digan que es casposa. Hemos avanzado, sí, aunque muchas veces tengo la sensación de que siempre partimos de cero», asegura. Y señala rotunda que «vivimos un aldeanismo muy grave. Parece que tuviéramos que agarrarnos a efemérides como ésta para poner en valor una figura como la de Emilio Arrieta, que es grande por sí misma». –ÓA