Reportajes

'Don Fernando, El Emplazado' vuelve a la vida a 150 años de su estreno

El 12 de mayo se cumplen 150 años del estreno 'Don Fernando, El emplazado', considerada como la primera ópera nacional española

01 / 05 / 2021 - Francisco M. LÓPEZ GÓMEZ - Tiempo de lectura: 6 min

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Valentín María de Zubiarre, autor de 'Don Fernando' © La Ilustración española y americana

El 12 de mayo se cumplen 150 años del estreno de la ópera de Zubiaurre, Don Fernando, El Emplazado, un acontecimiento que ha despertado interés tanto en la comunidad teatral como en la académica al estar considerada como la primera ópera nacional española y al indudable interés del libreto y la partitura. Ahora regresa a la vida en el Teatro Real de Madrid en versión de concierto los días 15 y 17 de mayo.

Probablemente el mayor mérito del compositor Valentín María de Zubiaurre (1837-1914) al concebir la ópera Don Fernando, El Emplazado, fue su ruptura con la tradición italiana, de la que eran deudores la práctica totalidad de los compositores españoles que hasta entonces se habían adentrado en el terreno operístico. Estrenada hace ahora 150 años, el 12 de mayo de 1871 en el madrileño Teatro de la Alhambra, Don Fernando, El Emplazado alcanzó un éxito inmediato reponiéndose ese mismo año en el Teatro del Circo y, en 1874, en el Teatro Real. Considerada como la primera ópera nacional española por parte de algunos críticos coetáneos –Zubiaurre fue pionero en la materia, tal y como se explica en ÓA 235, en mayo de 2020–, a nivel estructural la obra está dividida en números con sus correspondientes secciones cinéticas y estáticas. Sin embargo, a pesar de que posee arias, dúos, tercetos y concertantes de indudable interés –algunos de gran inspiración–, lo que más destaca es la profundidad con la que el compositor trabaja las secciones en estilo recitativo, tanto a nivel orquestal y vocal como armónico y motívico. Un buen ejemplo se encuentra en el acto central, tanto en el terceto como en el final, donde la orquesta adquiere un verdadero protagonismo, de modo que los motivos y temas reminiscentes, así como las secciones dinámicas, proporcionan episodios variados y de gran dramatismo, al más puro estilo francés.

De Bellini a la 'grand opéra'

Ello no es un obstáculo para que, en la misma medida, incluya temas de gran lirismo y belleza. En ocasiones se encuentran melodías de amplio vuelo al más puro estilo de Bellini, como la concebida para el dúo de los enamorados (“Si del trono te sedujo”) en el primer acto o la cantada a dúo por los hermanos Carvajal en el final de dicho acto. Más comunes son las de corte donizettiano, como las cavatinas de Don Pedro y Estrella (números 2 y 6 del primer acto), la romanza coreada de barítono al inicio del tercer acto (“¡Yo, rey potente y espléndido!”) o el dúo soprano-barítono del mismo acto (“Eres libre, Estrella amada”). Mayor influjo de las óperas verdianas de mediados de siglo se hayan en el parlante o arioso de Fernando en el número 5 del primer acto –una muestra de maestría en cuanto a adaptación musical al texto–, la romanza con la que inicia el segundo –representativa de su evolución psicológica–, o el himno celebrativo “De Castilla el león esforzado” interpretado por el coro masculino al unísono para celebrar la victoria del hermano del rey sobre la ciudad de Alcaudete.

“Este mes el Real tiene programado el estreno en tiempos modernos de la ópera, pero con numerosos cortes y en italiano”

De claro gusto francés es el uso del órgano (en este caso, para los números inicial y final), el estilo religioso contrapuntístico propio del siglo XIX al que había recurrido especialmente Meyerbeer, el rico tratamiento orquestal o la concepción de concertantes con intervención policoral que representa a diferentes grupos sociales dentro de la escena. En este sentido, el final del segundo acto entronca con la tradición de la grand opéra, con la inclusión de una rebelión contra el monarca y el ambiente final de reminiscencias románticas que describe una tormenta durante la que tiene lugar el despeñamiento de los hermanos Carvajal y el emplazamiento del rey.

Un grabado de un banquete en el madrileño Teatro de La Alhambra, en el que se estrenó 'Don Fernando, El Emplazado' hace ahora 150 años

Junto al interés que despierta el uso de esta multiplicidad de recursos, llama la atención el estilo adoptado por Zubiaurre, tomado de la música sacra y que está especialmente asociado al personaje de Don Pedro, el Maestre de Calatrava. Se trata, además, de una sonoridad que tiene el potencial de afectar a otros personajes –especialmente a Fernando tras haber sido emplazado por el Maestre– y situaciones, que quedan dotados de un gran simbolismo.

Cortes y adaptaciones

Como sucedía con la mayoría de los estrenos líricos de la época, tras la première y en las distintas reposiciones que se sucedieron la obra sufrió numerosos cortes y adaptaciones. El mayor ajuste se produjo el mismo año del estreno, en 1871, consistente en la reducción del último acto de forma que se prescindió de parte del número 6, de los números séptimo y octavo al completo, y parte del último. Asimismo, para la producción de 1874 del Teatro Real, se suprimió el número 5 del primer acto, el número 3 del segundo, y los números segundo y cuarto del último. También se realizaron cortes, entre otros, en la cabaletta del antes mencionado dúo de enamorados y se prescindió de la aludida romanza del barítono del inicio del segundo acto.

Este mes de mayo el Teatro Real de Madrid tiene programado el estreno en tiempos modernos de la ópera, dirigida por el maestro José Miguel Pérez-Sierra a partir de la edición crítica de Francesco Izzo y con un elenco de artistas destacados del panorama lírico español e hispanoamericano (ver previa en páginas anteriores). Por desgracia, y a pesar del elenco mencionado, la versión que se recuperará será la realizada por la misma institución en 1874, es decir, la sujeta a numerosos cortes y cantada en italiano.

Mientras tanto, el Centro de Investigación y Documentación Musical (CIDoM), Unidad Asociada al CSIC, tiene prevista también para este año la publicación de la edición crítica de la partitura, en este caso en su versión completa de 1871 y en castellano, con la que el compositor ganó el concurso nacional de ópera de 1867. A quien firma este artículo le consta que el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, sabía de la existencia de esta edición, pero se ignoran las razones por las que ha decidido prescindir de ella, recuperando, de esta forma, una versión reducida y en italiano de la primera ópera nacional española. -ÓA