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ÓA 270 (II): Associació d'Amics de l'Òpera de Sabadell · Mirna Lacambra. Premio ÓPERA ACTUAL 2023 a una institución

Por su labor incansable, la entidad sabadellense y su presidenta reciben el Premio ÓPERA ACTUAL 2023 a una institución

01 / 07 / 2023 - Antoni COLOMER - Tiempo de lectura: 6 min

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sabadell lacambra Mirna Lacambra junto a miembros de la Junta de la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell, en la celebración de los 40 años de trayectoria de la entidad © FOC / Antoni BOFILL

En esta temporada han celebrado 40 años de vida. Cuatro décadas de actividad ininterrumpida en favor de la promoción y la divulgación de la ópera gracias a iniciativas que incluyen una temporada de ópera –y zarzuela–, la creación de un coro, de una orquesta, de una escuela de ópera, de un concurso de canto, de una gira de producciones propias por diversas ciudades… Todo ello capitaneado por la soprano, gestora y directora artística Mirna Lacambra. Por su labor incansable, la entidad sabadellense y su presidenta reciben el Premio ÓPERA ACTUAL 2023.

El legado de la soprano de ­Sabadell Mirna Lacambra, más allá de su carrera artística, es, sin duda, uno de los más importantes de la ópera en España en los últimos 40 años. Con una tenacidad sin parangón, esta joven de 90 años ha conseguido, al mando de la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell que fundó en 1982 y que sigue presidiendo, hacer realidad un proyecto tan modélico como ambicioso. Tras casi cuatro décadas al mando de todas las iniciativas nacidas de la entidad, desde una temporada lírica a un ciclo de ópera itinerante con producciones propias, ha logrado acercar el género a un amplio espectro de públicos y su incansable labor ha sido clave en la formación y promoción de varias generaciones de cantantes. Por todo ello, la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell y su alma mater Mirna Lacambra son más que merecedores del Premio ÓPERA ACTUAL a una institución.

Como es lógico en este caso, el premio no puede tener mejor representante que su presidenta. A pocas semanas de haber celebrado sus 90 años, Mirna Lacambra se confiesa “abrumada y emocionada” ante reconocimientos como este Premio ÓPERA ACTUAL “que reconoce la labor de la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell (AAOS). Y todo eso llega a mis noventa años. ¡La verdad es que me lo he tenido que currar!”, afirma feliz. Hoy sus esfuerzos se han consolidado en la Fundació Òpera a Catalunya, institución de la que tanto ella como la AAOS forman parte activa y que coge el testigo de esta historia forjada gracias a la ilusión y tenacidad de Lacambra.

© AAOS

La junta de la Assocaciació d'Amics de l'Òpera de Sabadell

ÓPERA ACTUAL: ¿Cuándo surgió su amor por la música?

Mirna LACAMBRA: De pequeña siempre cantaba y bailaba ante mi abuelo y él siempre decía que sería cantante o bailarina. Es curioso cómo fueron las cosas porque fue mi padre, sin yo saberlo, quien me apuntó a clases de piano y más tarde mi profesora, María Parasols, también por iniciativa propia, me matriculó en clases de canto. Ahí empecé a estudiar, junto a Montserrat Caballé, con Eugenia Kemeny, la profesora húngara que acababa de llegar a Barcelona. Como en aquel momento tenía aún muy pocos alumnos nos daba unas clases larguísimas. Ella me enseñó que lo más importante para el canto es el control del aire y me aportó las bases técnicas para desarrollar una carrera profesional. Yo admiraba entonces a Renata Tebaldi, que en aquel momento estaba en plenitud y era idolatrada en Barcelona; aún recuerdo cuando debutó en el Liceu con Madama Butterfly. O a Kirsten Flagstad, una voz espectacular con un color maravilloso.

ÓA: Sus inicios no fueron especialmente fáciles. Desde el principio tuvo que batallar con la administración pública.

M. L: Sí, parece que estoy destinada a ello. En aquel momento yo empezaba a destacar y quería ir a Italia, como todos en aquella época, pero no tenía medios. El empresario del Liceu de aquel entonces, Juan Antonio Pamias, me escribió una carta de recomendación para que el Ayuntamiento o La Caixa me concediesen una beca. No sé el motivo, pero me dijeron que no en todas partes. Estamos hablando de finales de la década de 1950, pero en ese aspecto concreto las cosas no han cambiado mucho y las ayudas son difíciles. Lo que he conseguido ha sido porque soy muy testaruda. Quizás mis raíces aragonesas tienen que ver con eso.

ÓA: ¿Fue también el empresario del Liceu, José Antonio Pamias, quien propició su debut?

M. L.: Sí, primero en una Bohème en la Plaza de las Arenas junto a Bernabé Martí y más tarde en el Liceu con La vida breve, un espectáculo que luego fue al Teatro de La Zarzuela de Madrid. Aquello tuvo mucho éxito y, ante la imposibilidad de ir a Italia, decidí quedarme en Madrid en la compañía de zarzuela de Moreno Torroba. Esa etapa fue decisiva en mi formación y me permitió dar el salto al extranjero. La primera experiencia fue en Dortmund, donde debuté con Il trovatore junto a Francisco Lázaro y Manuel Ausensi. Poco después vino a buscarme la Komische Oper de Berlín. Fue el inicio de todo.

© Premios Líricos Campoamor

Mirna Lacambra recibiendo el Premio Lírico Teatro Campoamor en 2009, en reconocimiento a la labor de la AAOS y al ciclo itinerante Òpera a Catalunya

ÓA: Una brillante carrera que duró hasta 1986, momento en el que decidió dedicarse en exclusiva a la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell. ¿Cómo surgió la idea de fundar esta institución?

M. L.: Pues fue de golpe. Estaba de gira con una compañía italiana por ciudades pequeñas y medianas alemanas que tenían teatros, temporadas de ópera e incluso compañías estables. Recuerdo que, estando en Múnich con un frío horrible y mientras hacía mis ejercicios para ir al teatro, se me encendió una luz. ¿Por qué no tenemos esto en España?, pensé. ¿Por qué no crear una asociación en Sabadell, mi ciudad, donde disponemos de un teatro? Y enseguida nos pusimos en marcha. Durante las primeras temporadas contamos con la orquesta del Liceu, pero como era cada vez más complicado encajar agendas tuve claro que era necesario tener una orquesta propia. Crear la Simfònica del Vallès fue sumamente complicado porque las administraciones no veían claro el proyecto, pero al final, tras muchas dificultades, conseguimos que fuese viable a través de un sistema de cooperativa que es el que funciona aún hoy.

“Con nuestra escuela de ópera hemos marcado un modelo inexistente en el país. ¿Por qué otros teatros en España no lo hacen? No lo sé”

ÓA: Con la temporada consolidada y una orquesta propia se lanzó a crear una escuela de ópera.

M. L.: Sí, y este es probablemente el proyecto del que me siento más orgullosa. En un inicio, en la temporada, tiramos principalmente de cantantes consolidados, pero con el tiempo empezamos a tratar de proyectar el talento que teníamos en casa y de ahí surgieron figuras como José Bros, Saioa Hernández y tantos otros. Eso nos llevó a la creación de una escuela inspirada en los Opera Studio. Actualmente es un curso de dos meses en el que los seleccionados reciben clases y participan de una producción profesional. Lo ideal sería hacer un curso cada tres meses, pero eso exigiría un presupuesto específico del cual no disponemos. Nosotros lo hemos podido hacer gracias a combinar la actividad de los profesionales, sus ensayos con orquesta, escena, vestuario y decorados con la de los jóvenes en determinados títulos que más o menos encajan, que no son todos. Una Tosca o un Trovatore con estudiantes sería directamente inútil, pero con una ópera de Mozart o un Roméo et Juliette, como hemos hecho este curso, es factible. En ese sentido, hemos marcado un modelo inexistente en el país. ¿Por qué otros teatros en España no lo hacen? No lo sé. Supongo que da mucho trabajo.

© Concurs Viñas / Antoni BOFILL

Siempre preocupados por la cantera de nuevas voces, la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell no solo organiza una escuela de ópera y un concurso, sino que, además, otorga cada año un premio extraordinario a un finalista del Concurso Viñas de Barcelona

ÓA: La selección de los participantes se hace a través de un concurso que también creó la Associació, pero usted, ¿qué valora cuando escucha a un joven cantante?

M. L.: Lo primero en lo que me fijo es si me gusta el color de la voz. Luego en la emisión, si es correcta y uniforme en todos los registros. También en que tenga un fraseo musical, un aspecto fundamental que tratamos de inculcar en nuestra escuela.

ÓA: Tras todos estos logros, solo le queda hacer realidad un objetivo que lleva acariciando durante años. La construcción de un nuevo teatro en Sabadell. ¿En qué punto está ese proyecto?

M. L.: Creo que se acabará haciendo. No sé cuándo ni si lo llegaré a ver, pero últimamente parece que hay más voluntad. En su momento se hizo un concurso internacional y el proyecto y el terreno ya los tenemos. Ahora lo que hay que hacer es crear un comité de patrocinadores privados y, con el apoyo del Ajuntament de Sabadell, conseguir fondos europeos y del Ministerio para financiar la construcción. Es absolutamente necesario porque, aunque no lo parezca, el Teatre La Faràndula no tiene las condiciones necesarias. No contamos con espacio ni tecnología capaz de asumir determinadas producciones y los camerinos son insuficientes.

ÓA: ¿Se siente valorada y apoyada por las instituciones públicas?

M. L.: Más o menos. Pero la verdad es que no sé si realmente son conscientes de lo que hemos creado desde Sabadell.– ÓA


 

Mirna Lacambra, Medalla del Círculo del Liceo

Una mujer empoderada, resolutiva, llena de ideas, de espíritu quijotesco y que ha sabido luchar contra las adversidades. Así es Mirna Lacambra, a quien la Junta de Gobierno del barcelonés Círculo del Liceo decidió otorgarle, el 17 de mayo, la Medalla de Oro de la institución, reconocimiento que le fue entregado el 14 de junio de manos del presidente del Círculo, Francisco Gaudier, quien alabó la ardua labor realizada por “la incansable Mirna”. “Le otorgamos nuestra medalla por su larga y fructífera trayectoria profesional en favor de la difusión de la ópera, especialmente en Cataluña, pero también en el resto de España. Ella no solo ha fomentado la lírica, sino también la cantera de jóvenes cantantes, a quienes a apoyado sin descanso”, afirmó el presidente del Círculo en su discurso. En el acto le acompañaron, entre otros, Joan Francesc Marco, director del Inaem; la consellera de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Natàlia Garriga; la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrès; Oriol Aguilà, director del Festival Perelada y presidente de Ópera XXI; Joan Planes, presidente de la FOC; Luis López de Lamadrid y Llucià Homs, socios del Círculo; Valentí Oviedo, director del Gran Teatre del Liceu; representantes de la junta de la Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell y de la FOC; el director del Palau de la Música Catalana, Joan Oller; el director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar; o la directora del Conservatori Liceu, Maria Serrat.

© Círculo del Liceo / Antoni BOFILL

Mirna Lacambra junto a Joan Francesc Marco, director del Inaem, con la Medalla del Círculo del Liceo

Mirna Lacambra afirmó en su discurso, muy emocionada y agradecida, que todo lo que ha hecho por la lírica durante su trayectoria “ha sido por amor. El amor nos une, porque junto a la música, es lo más importante”. La Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell y Mirna Lacambra han sido distinguidos con anterioridad con otros reconocimientos, como el Premio Lírico Campoamor o la Medalla Ciudad de Sabadell.  * Pablo MELÉNDEZ-HADDAD