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ÓA 262: Ópera estudios de teatros: el Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts, pionero en España
Además de la Escuela de Ópera de la Ópera de Sabadell, la Ópera (e)studio de Tenerife, audiciones del Liceu, proyecto Crescendo del Real o el Proyecto Zarza de La Zarzuela
En el mundo de la ópera existen varios caminos para que los jóvenes cantantes se profesionalicen. Lograr hacer audiciones en algún teatro de ópera o para algún agente artístico es una de las vías; otra, presentarse a un concurso de canto, aunque pocos consiguen llamar la atención de los teatros; o la opción de presentarse a una audición para entrar en un ópera estudio o programa de perfeccionamiento de jóvenes artistas de un teatro de ópera. Esta última es la vía más cotizada actualmente.
Cientos de aspirantes se presentan cada temporada a las pruebas de acceso a algunas de las limitadas plazas que diversos teatros y compañías de ópera en Europa, América y Oceanía ofrecen para acceder a sus programas de perfeccionamiento para jóvenes cantantes, los también conocidos como ópera estudios, que durante un periodo que oscila entre uno y dos años proporcionarán a los intérpretes una valiosa experiencia encaminada a su profesionalización.
El New York Metropolitan Opera Lindemann Young Development Programe, el Opernstudio de la Bayerische Staatsoper, la Académie de la Opéra de París, el Opernstudio de la Wiener Staatsoper, el Jette Parker Young Artists Programme de la Royal Opera House del Covent Garden de Londres, el Internationale Opernstudio de la Staastoper Berlin, el Internationales Opernstudio de la Opernhaus de Zúrich o la Accademia del Teatro alla Scala de Milán, cuya historia se remonta a 1813, son algunos de los más prestigiosos y codiciados ópera estudios de la actualidad. Son programas de formación y especialización para cantantes, pianistas repertoristas, y en algunos casos, también para bailarines y otros profesionales del mundo de la ópera, que constituyen una potente vía de transición entre el conservatorio y la carrera profesional para muchos jóvenes artistas.
En el caso de los cantantes, los ópera estudios tienen el objetivo de proporcionar un entorno seguro y enriquecedor para los intérpretes aún en desarrollo, brindándoles clases magistrales, formación vocal y de estilo, estudio de roles, idiomas, técnicas actorales, la oportunidad de trabajar y tener contacto con directores de ópera, musicales, y de escena y otros profesionales de la industria lírica, así como de poder cantar en producciones en un entorno protegido sin la presión de una temporada de ópera profesional.
El caso español
En España solo existe un teatro de ópera que cuente con un ópera estudio, el Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts de Valencia (Ver web) que empezó su andadura en marzo de 2009 bajo la dirección artística de Alberto Zedda, con Helga Schmidt como intendente del coliseo. En 2012 Davide Livermore asumió la dirección, y a partir de 2015, cuando el regista y gestor italiano fue nombrado director del teatro valenciano, contó con la colaboración de la mezzosoprano Manuela Custer tras un breve paso por el Centre de Ruggero Raimondi. Desde 2019, el director es Jesús Iglesias, actual responsable artístico del Palau de Les Arts, quien dirige el Centre de Perfeccionament, primero, entre 2019 y 2020, con el tenor Raúl Giménez como asesor artístico y actualmente con la soprano María Bayo.
“Cuando se creó el proyecto del Palau de Les Arts ya se concibió pensando en la creación de un ópera estudio”, explica Jesús Igesias, para quien un teatro de ópera debe ser “una institución que vaya más allá de las representaciones que programa, que tenga un impacto social y cultural en su entorno socioeconómico. Lo que yo llamo desarrollo cultural, que incluye la divulgación, la formación, la educación y la participación”, explica. “Desde el punto de vista formativo, el Centre de Perfeccionament es una contribución de la institución a su entorno sociocultural, que contribuye a formar a los profesionales del mañana. Es una inversión de futuro. Ahora trabajamos con cantantes y pianistas repertoristas, pero a mí me encantaría también poder tener un director de escena o profesionales de la ópera, como un regidor. Que los jóvenes puedan aprender el oficio. Gastamos mucho dinero en producciones y tener un ópera estudio es una manera de buscar una rentabilidad social”.
El Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts cuenta actualmente con ocho jóvenes cantantes y dos pianistas repertoristas, que reciben una beca de 1.200 euros al mes por un periodo de dos años para que puedan completar su formación. La estadía ofrece una parte de formación técnica y de estilo, con especialistas en los repertorios que se van a abordar. “Ahora hemos empezado a trabajar el repertorio barroco para preparar L’incoronazione di Poppea que el Centre presentará en mayo”, explica María Bayo, quien señala que “los jóvenes pueden hacer contactos con los profesores que les ayudan estilísticamente y los directores, como ya ha sucedido en algunas ocasiones, que han acabado invitándolos a cantar”.
Además de la formación técnica y de estilo, y los especialistas para determinados repertorios, los miembros del Centre de Perfeccionament del Palau de les Arts tienen sesiones de técnica Alexander, trending y preparación a la escena, psicología grupal, a lo que hay que añadir los ensayos de conciertos y recitales, así como de las funciones de ópera en las que participan: dos producciones en las que ellos son los protagonistas, que esta temporada serán Cendrillon de Pauline Viardot y L’incoronazione di Poppea de Monteverdi; además de diversos partiquinos en las producciones de la temporada del Palau de Les Arts. “Hay una parte formativa y otra muy importante que es vivir la experiencia del teatro participando en producciones adecuadas”, indica Jesús Iglesias.
El barítono Mattia Olivieri y la soprano Angel Blue, son algunos de los antiguos miembros con mayor proyección internacional que han pasado por el Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts. La joven soprano chilena Pilar Garrido, que forma parte de la actual promoción, valora muy positivamente la experiencia escénica y la carga de estudio y roles que debe aprender. “A veces andamos escasos de tiempo y hay que estudiar mucho en poco tiempo, pero agradezco un montón esta experiencia”, explica. “En la sala principal solo hemos hecho partiquinos, pero los ensayos, el mismo hecho de estar al lado de cantantes importantes, nos aporta una experiencia que no podríamos tener de otra manera, y es una forma segura, porque puedes estar ahí sin asumir mucha responsabilidad. Este ópera estudio tiene mucho cuidado de no exponernos en exceso”, asegura.
Otras Iniciativas
A principios del siglo XXI, el Teatro Real de Madrid, durante la dirección artística de Emilio Sagi (2001-2005), realizó un análisis para valorar la posibilidad de crear un ópera estudio propio, pero fue desechado al quedar claro que el proyecto requería importantes recursos económicos.
Pero hay alternativas. Otro programa formativo vinculado en este caso a una temporada operística, el ciclo de la Fundación Òpera a Catalunya, es la Escola d’Òpera de Sabadell, creada en 1996, que durante dos meses reúne una selección de jovencísimos cantantes con los que prepara con directores musicales, de escena, de interpretación y repertoristas, una ópera que se representa ante el público.
Mirna Lacambra, directora artística de Òpera a Catalunya, es también la directora de la Escola d’Òpera, y quien hace 25 años decidió transformar el Concurso de Canto Eugenio Marco, que organizaba la asociación Amics de l’Òpera de Sabadell, en el Concurso Mirna Lacambra, que sirve para seleccionar a los jóvenes intérpretes de una ópera que presentarán en el inicio de la temporada de forma paralela a las funciones del mismo título interpretado por un reparto profesional, y en la misma producción. “Pensé que el dinero que costaba organizar el Concurso Eugenio Marco estaría mucho mejor invertido en una escuela de ópera para apoyar y promocionar a jóvenes cantantes”, explica Lacambra. Las sopranos Núria Rial, en la primera edición, Maite Alberola en la novena, Sara Blanch en 2013, o el barítono Carles Pachón en 2015 y 2016, son algunos de los antiguos alumnos de la Escola d’Òpera de Sabadell que acaba de presentar Don Giovanni (Ver crítica).
Ópera de Tenerife también contaba con un ópera estudio que ha dejado de realizarse esta temporada, después de ocho ediciones, tras la renuncia en 2021 de su director artístico, Giulio Zappa, coincidiendo con el final del contrato del intendente de la Ópera de Tenerife, Alejandro Abrante. Al igual que la Escola d’Òpera de Sabadell, el Opera (e)studio (Ver web), nombre del proyecto formativo de Tenerife, reunía durante dos meses a un reparto de jóvenes cantantes seleccionado en audiciones para preparar un título operístico ayudados por un director musical, escénico, pianistas repertoristas y otros especialistas con el que se inauguraba la temporada lírica. Luego la producción se presentaba en una gira por diversos teatros asociados.
Con el nombre de opera studio existen otros proyectos formativos en España al margen de teatros y temporadas líricas estables que ofrecen conferencias y clases magistrales y que funcionan como cursos de especialización en los que los estudiantes deben matricularse. Uno de los más perdurables en el tiempo es el creado en 2010 al amparo de la Universidad de Alcalá de Henares (Ver web del Operastudio) y que dirige Lourdes Pérez-Sierra.- ÓA
Clases magistrales, talleres y audiciones
Ni el Teatro Real de Madrid ni el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, los dos principales coliseos líricos españoles, cuentan con un ópera estudio como tal. El coliseo madrileño estrenó en 2021 el proyecto de academia Crescendo, Creamos Ópera, impulsado por la Fundación Amigos del Teatro Real (Ver web), que selecciona una veintena de jóvenes cantantes de entre 23 y 35 años y les ofrece durante tres meses clases magistrales, talleres, expresión corporal, audiciones, algunos conciertos y la participación en espectáculos del programa Real Junior. La tercera edición de Crescendo, prevista para 2023, además de cantantes, estará también abierta a pianistas repetidores.
El Liceu, por su parte, opta por las audiciones para dar oportunidades a los jóvenes, incorporándolos de forma directa a los repartos. La creencia de que un ópera estudio de un teatro es un paso fundamental para la profesionalización de un joven cantante con talento ha llevado a que las audiciones para los programas de jóvenes artistas estén actualmente saturados de candidatos y las audiciones en teatros se han convertido en vías más despejadas donde los jóvenes cantantes pueden tener más oportunidades de acceder a papeles en representaciones operísticas. El Liceu ayuda a estos jóvenes a los que da oportunidades con coachs y maestros musicales para preparar sus papeles en títulos de la temporada.
El Teatro de La Zarzuela de Madrid puso en marcha en 2017 el proyecto Zarza (Ver web) que tiene como finalidad acercar la zarzuela a un público joven con obras interpretadas por jóvenes. Es de carácter didáctico y formativo, y ofrece una oportunidad a jóvenes seleccionados en audiciones. El proyecto Zarza fue galardonado en los Premios Nacionales de la Lírica 2021 como Mejor Iniciativa de Fomento de la Lírica. * L. M.