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ÓA 239: (III) El Liceu de Barcelona y su nueva temporada artística 2020-21

El Liceu de las artes; Víctor García de Gomar “Con los artistas plásticos el Liceu llegará a otros públicos”

01 / 10 / 2020 - Dolors Massot - Tiempo de lectura: 6 min

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Bioceno arte El Concierto para el 'bioceno', performance del artista Eugenio Ampudia en el Liceu ante 2.292 plantas © Gran Teatre del Liceu
Bioceno arte Concierto para el Bioceno instalación de Eugenio Ampudia en el Liceu de Barcelona © Gran Teatre del Liceu

Integrar las artes plásticas en la programación del Gran Teatre del Liceu. Este es el objetivo innegociable del director artístico del coliseo barcelonés, quien afirma no estar haciendo nada que no forme parte “de la propia esencia de la ópera”.

La integración de las artes plásticas es la esencia del concepto de ópera, y así lo entiende Víctor García de Gomar, director artístico del Gran Teatre del Liceu desde 2019. Su propuesta va en la línea que ve a la ópera como la suma de las artes: “Esto ya se daba en la Florencia del 1600, con Monteverdi y el duque de Mantua”, afirma a ÓPERA ACTUAL. “Apuesto por dar un impulso a esa ópera en la que confluyen la poesía, la danza, la arquitectura, la música… La ópera siempre ha estado atenta a lo que pasaba en la sociedad y en esa línea trabajo. Es más, creo que es la única oportunidad de futuro: sintonizar con lo que ocurre. Así tiene sentido hablar de nuevas formas de amar, de la esclavitud contemporánea, de inteligencia artificial, de inmigración”… Plantea que todas las óperas pueden ser revisadas: “La Bohème habla de inmigración, Turandot de machismo. No podemos quedarnos en óperas marmóreas, en los gustos de los heavy users, entre los que me incluyo. No solo hay que adorar la ópera, sino también ver cómo interpela a la sociedad y al pensamiento”.

 

© Gran Teatre del Liceu

Imagen promocional de la propuesta de Chiharu Shiota para el 'Winterreise' del Liceu

En todo caso, aclara e insiste: “Mi trabajo no olvida la música. He venido aquí por la música, pero mi idea de conexión con las artes plásticas viene porque el artista plástico puede anticiparse, es la avanzadilla, pone luz en un asunto… Eso justifica su inclusión”.

A cada temporada le busca un “hilo conductor” que haga que el público se plantee asistir no solo a una representación sino que busque más contenidos. “En el caso de la temporada 20/21, hablo de obsesión: esa idea justifica el conjunto de la temporada. Hay seis artistas que ayudan a tejer una actividad contemporánea, y a la vez sumamos la visión de un psiquiatra, Luis Rojas Marcos, que aporta conocimiento médico, y de un poeta, Joan Margarit, que es premio Cervantes.”

© Gran Teatre del Liceu / Peter MALLET

Instalación de Chiharu Shiota 'Me Somewhere Else' (2018)

“El encargo a la japonesa Chiharu Shiota ha hecho que el Salón de los Espejos disponga de una instalación que se relacione con el Winterreise de Schubert, que se representará justo debajo, en el Foyer. Más que catálogo, ha hecho un libro de arte, y es posible que esto lleve a un público distinto a acercarse al Liceu”, concluye. Quiere que cada año el Winterreise esté en manos de un artista diferente. “Personifica durante 70 minutos el drama anímico de la persona en el frío, el desamor, el silencio… Es la actualización del bullying, del sentirse castigado, de la desgracia humana que sentía Schubert y en la que podemos ver a la humanidad. Programándolo cada temporada, tendremos un mismo sujeto con piano, cantante y artista plástico que podrán dar lecturas diferentes.”

“Con Louise Burgeois, llevamos a Barcelona la araña del Centro de Arte Reina Sofía”, mientras que en el caso de Laia Abril se trata de una apuesta por esta fotógrafa feminista.

Visiones como la de La inutilidad de lo inútil: Un Manifiesto del filósofo italiano Nuccio Ordine, “propuesta del arte como garantía de salud mental”, van encaminadas a ver que “la ópera se ramifica y que capilarizando con las artes plásticas podemos alcanzar nuevos públicos”. “Un ceramista, un cocinero, un perfomer, una pop star haciendo de curator… Enriquecen. Busco romper los límites de la ópera, porque todo converge y suma”.

“No es mi misión –explica el director artístico del Liceu– ser hombre con contactos, que también, sino facilitar el diálogo. Me gusta recordar que Picasso y Miró se conocieron en el Liceu. Se respetaron, se querían y tenían obra el uno del otro. Pretendo que eso siga produciéndose”.

¿Qué hay de nuevo respecto a su labor en el Palau de la Música Catalana? “Aquí se añade lo escénico”, expresa. “Hay escenografía, dirección de actores, maquillaje… Es como pasar del blanco y negro al color. La música absoluta necesita un esfuerzo intelectual mayor. En la ópera la capacidad de emocionar es exponencial y más directa. Con la dirección de escena se puede invitar a artistas que ya lo son y proponer a los del futuro. Podemos contratar tanto a los que ya han trabajado en ópera como a los que todavía no lo han hecho”.

 

El 'Macbeth' de Jaume Plensa

© Jaume Plensa

Sinfín III (2017) escultura de Jaume Plensa emplazada en el Cabo de San Lucas (México)

Ya es pública la invitación al escultor Jaume Plensa para un Macbeth en 2023. “No ha sido nunca profeta en su tierra”, explica. “En el Palau de la Música tuve la satisfacción de ver que una escultura suya que iba a ser temporal finalmente se quedó porque los vecinos hicieron campaña a favor. Despertó entusiasmo, jamás el Palau había salido en tres portadas de diarios por una cuestión que no fuera musical. Fue un modo de reivindicarle a él y de ruborizar a algunos, porque esta pieza escultórica no es fruto del trabajo de una institución museística. Fue algo colaborativo”.

En cuanto a Macbeth, García de Gomar adelanta: “Jaume recogió el guante cuando en un acto le comenté que el Liceu mientras duerme sueña, y que soñaba con un trabajo suyo en una ópera. Es fascinante porque me va comentando cosas como que ha escuchado tal versión, propone a tal artista como soprano, me habla de texturas… Ha imaginado ya el storyboard y ha desarrollado un gran trabajo como dibujante. Emociona ver el proceso de crecimiento”.

 

Escena del estreno en Múnich de 'Karl' V de Carlus Padrissa

En cuanto a Lita Cabellut, García de Gomar elogia su “capacidad para darle un par de vueltas a la figuración con esa mímesis alterada”. Su labor de escenógrafa ha recibido críticas muy favorables por Karl V de Krenek, producida por la Ópera de Múnich, de la que Carlus Padrissa es director escénico. “Es una obra muy inusual –afirma– y considero muy enriquecedor que podamos verla aquí”.

Pero García de Gomar no quiere solo producciones ajenas ni “toneladas a peso”. “Reivindico el papel de facilitador pero también de motor. En la programación 20/21 pude hacer algunos cambios y para la temporada 21/22 podrá verse este discurso en torno a un tema más vertebrado”.  ÓA