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ÓA 226: El China NCPA presenta en Asia 'La fanciulla del West'
Entre el 20 y el 25 de agosto el coliseo pequinés estrena en oriente este western de Puccini en una nueva producción
El china National Centre for the Performing Arts de Pekín viene ofreciendo desde su inauguración en 2008 con Turandot, los títulos más importantes del repertorio operístico internacional, aportando, además, un gran número de estrenos mundiales de óperas chinas concebidas al estilo occidental. Entre el 20 y el 25 de agosto el coliseo pequinés estrena en oriente La fanciulla del West en una nueva producción de este western de Puccini con un destacado elenco internacional.
La ópera es una de las grandes aportaciones del China National Centre for the Performing Arts (NCPA) de Pekín que sorprende por su espectacular arquitectura elíptica de titanio y cristal, rodeado de un lago y en una de las situaciones más privilegiadas de la capital china, junto a la Plaza de Tiananmen, detras del Palacio del Pueblo y muy cerca de la Ciudad Prohibida, todas construcciones rectilíneas con las que el NCPA contrasta de manera espectacular, un enorme complejo cultural que incluye un teatro de ópera para casi 2.500 espectadores, una sala de conciertos de más de 2.000 localidades, un teatro de prosa con algo más de 1.000 butacas y otro polivalente para cerca de 500 personas, más diversos restaurantes, una impresionante biblioteca y fonoteca musical con partituras, CD y DVD que se pueden disfrutar en salas privadas, una sala de exposiciones y un pequeño museo con las producciones líricas más destacadas de sus once años de existencia. Su conectividad es esencial para sus miles de usuarios por lo que alberga una estación de metro dentro del complejo y un gigantesco parking.
Entre los más de 75 títulos estrenados en el China NCPA en lo que lleva de andadura, sobresalen las óperas italianas con Verdi, Puccini, Donizetti, Rossini o Bellini a la cabeza, además de numerosos títulos del repertorio alemán –wagnerianos y straussianos– y del francés, incluyendo incluso alguna opereta.
La inauguración oficial de este importante coliseo, con el que han coproducido muchos de los grandes teatros de ópera del mundo, tuvo lugar durante los Juegos Olímpicos de 2008 con Turandot, un acontecimiento mundial que contó con un nuevo final de la ópera a cargo del compositor chino Hao Weiya, un título muy popular que se ha repuesto hasta en siete ocasiones y que además viajó a la Ópera Nacional de Corea, en Seúl. En 2009 Puccini regresó al coliseo chino con dos nuevas producciones de La Bohème y Madama Butterfly; Gianni Schicchi llegó en 2010 y Tosca en 2011, con dirección de escena de Giancarlo del Monaco.

La soprano Amarilli Nizza caracterizada como Minnie en el Teatro Gigli de Lucca
Un coliseo pucciniano
En este 2019 se presentará por primera vez en Asia la ópera estadounidense de Puccini La fanciulla del West (La chica del Oeste), cuyo estreno mundial fue en la Metropolitan Opera de Nueva York el 10 de diciembre de 1910, con las estrellas del coliseo neoyorquino Emmy Destinn (Minnie) y el gran tenor italiano Enrico Caruso (Dick Johnson), contando con Arturo Toscanini en el podio. Se trata de la segunda ópera de Puccini basada en una obra teatral de David Belasco tras Madama Butterfly. Según Verónica Maynes, en el capítulo anterior de nuestra Historia de la Ópera (ÓA 225, junio 2019), el autor teatral animó a Puccini a seguir con las ambientaciones en tierras lejanas en sus obras para el teatro musical. Esta vez la trama se desarrolla en California a mediados del siglo XIX, con todos los ingredientes del género del western. La fanciulla del West muestra a una amazona que sobrevive en un mundo masculino siendo objeto de deseo por su singular personalidad: erotismo, delicadeza, ingenuidad, pasión y fortaleza forman una amalgama extraordinaria que ejemplifica todos los extremos de la psicología femenina tan explorados por el compositor y sabiamente traspasados a los pentagramas. Puccini concede especial protagonismo a la orquesta, en esta ocasión con armonías vanguardistas, en cierto modo emparentadas con el impresionismo francés y la herencia wagneriana, dando fe de su asimilación de las diferentes estéticas dominantes y de su eclecticismo y creando un trío amoroso muy potente entre la joven Minnie, el bandido Ramerrez y el sheriff Jack Rance.

Imagen por ordenador del segundo acto de 'La fanciulla del West'
La soprano italiana Amarilli Nizza será la protagonista de la obra en Pekín. En declaraciones en exclusiva a ÓPERA ACTUAL explica que su debut, a los 20 años, fue precisamente con una obra de Puccini al ganar un concurso para jóvenes cantantes dedicado a Cio-Cio San, de Madama Butterfly. “En aquel periodo estaba estudiando principalmente el repertorio rossiniano y preparaba La gazza ladra e Il Barbiere di Siviglia, pero precisamente Puccini era mi gran meta. No sé si siguiendo el camino rossiniano lo habría podido realizar. Solo cuando el maestro Maurizio Rinaldi –durante veinte años director principal de la Ópera de Roma y la Arena de Verona– me dijo que tenía dotes especialmente adecuadas para Puccini y Verdi me tomé muy en serio este repertorio. De hecho, después del debut con Batterfly el maestro me pidió que estudiara La Traviata y me llevó por una larga tourné por Argentina con el rol de Violetta. Posteriormente, me hizo estudiar Il Trovatore y Giovanna d’Arco. En resumen, le debo mucho a este gran hombre que vio claramente el repertorio que tenía que seguir. Todavía le estoy agradecida y creo que desde su muerte prematura, en 1995, me protege desde el cielo”.
La soprano asegura que Puccini ha sido su “gran amor” y que “el debut con Butterfly fue un sueño que todavía perdura ya que antes de viajar a Pekín la habré vuelto a canta en el Teatro San Carlo de Nápoles en una nueva producción de Ferzan Ozpetek. Y las que vendrán, porque adoro llevar a escena este personaje. Ya lo siento tan mío que no sé dónde termina Amarilli y dónde empieza Cio-Cio San. En general me encantan las partituras puccinianas y tratar temas femeninos desde el punto de vista de las mujeres y con la sensibilidad de los espíritus femeninos. Cada mujer puede ser reconocida y puede encontrar muchos aspectos de sí misma en Tosca, Manon, Giorgetta, Minnie, Mimì, Musetta, Liù o Angelica. Es esta sensibilidad de Puccini la que me conquista y toca mi corazón. Todo en su música es verdad, todo es modernidad, todo es universalidad”.

El tenor Marco Berti será el protagonista Dick Johnson
En Pekín Nizza debutó en 2015 como Maddalena de Coigny. “Recuerdo con gran ilusión mi debut allí con Andrea Chénier. El NCPA es una maravillosa realidad internacional que hace sentir como en casa a los artistas extranjeros. El trabajo allí es como en cualquier otro teatro importante, pero con la diferencia de que el público es nuevo. Chénier se representaba por primera vez en China, por lo que el interés de los medios de comunicación era altísimo. Con Lu Jia, el director musical del coliseo, hicimos numerosas conferencias pera dar a conocer la trama de la ópera en un contexto como es la China actual, donde no es fácil abordar un argumento de tipo político. Pero lo conseguimos con un gran éxito, ya que al público le encantó la ópera. Yo misma me enamoré del personaje de Maddalena, tan intenso y con tanto coraje. Parecía que estábamos dentro de una película gracias a la maravillosa dirección de escena de David McVicar en esa coproducción del NCPA con la Royal Opera House del Londres y la Ópera de San Francisco, que también se vio en Barcelona”.

Imagen por ordenador del último acto de 'La fanciulla del West'
En cuanto a su debut como Minnie, la soprano milanesa explica que se trata “de un personaje muy particular. Vive en un contexto masculino, lleno de dificultades y rudeza. Es fuerte y cuida de los mineros, además de regentar el bar que también frecuentan bandidos. Debe mostrar en público un lado masculino para sobrevivir, pero en privado es dulce y frágil, tierna e ingenua, y no ha besado nunca a un hombre, pero sabe disparar y defenderse si hace falta. La partitura es muy refinada y culta, en una tesitura difícil y plagada de dificultades armónicas. Una gran prueba a nivel actoral y canoro, un personaje que quizás el público no entienda lo difícil que es”. En cuanto a si gustará en Pekín, piensa que no sabe si al público local le gusta el género del western, “ya que este título es lo más parecido a una película de western en toda regla. He trabajado con Andrea Battistoni en Japón, donde me dirigió en Iris de Mascagni, y he cantado tanto con Marco Berti como Claudio Sgura, y ellos acaban de hacer Fanciulla en Hamburgo, o sea que todos conocemos muy bien la obra”.
Otro de los compositores con los que Amarilli Nizza ha obtenido mayores éxitos y que encaja perfectamente a su vocalidad es Verdi. “He cantado 18 de sus óperas. Es mi otro gran amor, pero sobre todo en sus papeles más apasionados y dramáticos. He actuado en más de cien ocasiones como Aida en la Arena de Verona durante 14 años consecutivos, superando el récord de la soprano Maria Chiara. Disfruto mucho algunos personajes verdianos como Lady Macbeth, tan malvado y lejano a mi personalidad, pero por ello mismo tan estimulante. También me encantan Abigaille de Nabucco, Odabella de Attila, la protagonista de Juana de Arco o la Lucrezia Contarini de l due Foscari”.
En unas semanas debutará el rol titular de Turandot en el Festival Puccini de Torre del Lago. Se trata de un gran reto en el que no querría decepcionar a su adorado Puccini, “en un lugar donde todo habla de él, en el espléndido escenario junto al Lago Massaciuccoli donde el maestro compuso, entre otras, La fanciulla del West”. ÓA

El director de escena estadounidense Thaddeus Strassberger
Propuesta cinematográfica
El director de escena estadounidense Thaddeus Strassberger (1974), será el responsable de esta nueva producción de La fanciulla del West en Pekín, un título que ya ha dirigido en Austria y Canadá, según aclara a ÓPERA ACTUAL. “Puccini tiene fuertes ideas sobre las identidades de sus personajes. A primera vista parece que el compositor ha pensado en todo y no requiere de mucha interpretación. Después de haber dirigido Fanciulla dos veces, me he dado cuenta de que Minnie tiene más secretos de los que ella les hace saber a los hombres del campamento minero. Ella representa un sentido de moralidad para los hombres, pero guarda secretos en su corazón que no estarían a la altura de la imagen que tienen de ella. Trágicamente para los hombres que la rodean, no encontrarán en ella lo que buscan. Nadie en este mundo es puro, no importa cuánto queremos y creemos que lo sean”. En cuanto a los detalles de la nueva producción, Strassberger opina que “Fanciulla es una ópera que es a la vez épica en su conjunto y muy íntima en el detalle. Las montañas son vastas y los hombres pequeños, esto es algo que seguramente será muy efectivo en el gran escenario del NCPA. La tecnología disponible se puede usar para hacer que las escenas de cada acto parezcan cinematográficas: en lugar de que la cámara se mueva en cada toma, todos los conjuntos pueden cambiar sutilmente, dando una sensación de movimiento y grandeza a los ajustes. Pero los momentos más íntimos tampoco deben perderse. El drama gira sobre la partida de póquer del segundo acto y el público necesita ver la carta más pequeña, por lo que usaremos algunos efectos del cine para que el drama sea tan claro como Puccini lo hubiera querido”. El director de escena cuenta con un importante equipo: “Contamos con la diseñadora de vestuario Kaye Voyce, con Jax Messenger en la iluminación y con los vídeos Greg Emetaz. Todos hemos trabajado juntos en producciones como esta, en la que cada elemento se integra con el siguiente de manera tan perfecta que no está claro dónde comienza uno y termina el otro. La tecnología de vídeo es ciertamente una herramienta muy útil para crear imágenes espectaculares en escena. Nos hemos inspirado en fotógrafos históricos como Ansel Adams y William Henry Jackson, quienes ayudaron a capturar la grandeza del oeste americano con sus daguerrotipos en plata pulida con un acabado muy luminoso y extrañamente fantasmagórico que otorgan una calidad casi espiritual a las montañas y los bosques representados”. En este sentido, se propone una propuesta realista. “La estética de esta nueva producción está firmemente arraigada en el realismo. El libreto se refiere a tantas acciones y objetos, que me parece innecesario desarraigar la acción de la realidad. Sin embargo, el trabajo del director y el elenco se centra en cómo encontrar los elementos espirituales entre las cosas cotidianas y darles el lugar que merecen”. Strassberger es estadounidense y miembro de la Nación Cherokee de Oklahoma. “Siento, al igual que mis antepasados indígenas durante miles de años, un gran aprecio y respeto por estos paisajes. Crecer allí ciertamente te hace consciente de que la brutalidad de los elementos naturales es tan poderosa como su belleza”.

El joven director musical italiano Andrea Battistoni
El joven compositor, violoncelista y director musical veronés Andrea Battistoni (1987) se pondrá al mando de las cuatro funciones de La fanciulla en el NCPA de Pekín. Battistoni sorprendió al mundo operístico internacional al dirigir Le nozze di Figaro en La Scala de Milán con tan solo 23 años, siendo el director más joven de la historia del coliseo milanés al mando de una ópera. Nos explica cómo fue aquel reto: “Lo recuerdo como una experiencia muy especial y formativa, hecha de entusiasmo y de un temor reverencial nada fácil de vencer. La juventud me ayudó a no pensar demasiado en la responsabilidad que suponía y a enfrentar con serenidad una empresa tan delicada y arriesgada. Sin esa experiencia no sería el músico que soy ahora”. De 2014 a 2016 ha sido director musical del Teatro Carlo Felice de Génova donde ha dirigido bastante ópera, particularmente títulos verdianos. “Me siento muy atraído por Verdi, especialmente por sus obras maduras Aida, Otello y Falstaff, que hemos montado en Génova, y por los autores de la Giovane Scuola verista, como Puccini o Mascagni, así como por compositores internacionales del siglo XX como Britten y Shostakovich en los que espero profundizar pronto”. En 2016 fue nombrado director titular de la Filarmónica de Tokio, compaginando la música sinfónica y operística. “Un director aprende mucho al abordar ambos repertorios: la ópera enseña flexibilidad, claridad de gestos, rapidez de reflejos y atención al escenario y acompañamiento; la música sinfónica, en cambio, ayuda a ver en la orquesta el instrumento para contar todo lo que la partitura evoca, creando la atmósfera, los colores y los sentimientos. Mi actividad operística es muy intensa, pero la sinfónica crece constantemente y mi repertorio comienza a ser igualmente vasto”. Esta será la segunda visita del director musical al podio del China NCPA, pero en esta ocasión será su debut en este título pucciniano. “Regreso al NCPA donde dirigí La Traviata en 2015, una experiencia que recuerdo con gran placer. Ahora dirijo por primera vez La fanciulla del West, una obra maestra que me fascina y que es muy exigente para el director de orquesta, siendo parte primordial del drama. He realizado un largo estudio de la obra desde hace años ya que la obra debe interiorizarse, no puedes pensar demasiado cuando estás ya en los ensayos, cuando toda la atención debe estar dirigida a escuchar a la orquesta y los cantantes. Esto solo es posible si el título, en cierto sentido, se han convertido en parte de ti”.