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ÓA 225: Jon Plazaola: "Celebramos 15 años de nuestros Coros Intermezzo"
El tenor y empresario donostiarra suministra coros y refuerzos de coro a teatros y festivales de ópera
Creada en 2004, Intermezzo se ha consolidado como el mejor apoyo para los coros de los teatros, temporadas de óperas y festivales en España por su gestión de coristas profesionales y por la organización de coros a la medida de las necesidades de cada cliente. La empresa celebra 15 años de trayectoria.
La ópera como se entiende actualmente no nació en Florencia en 1600: hay que viajar un poco más al norte, hasta Venecia, donde en 1637 una compañía de músicos integrada por los compositores Francesco Manelli y Benedetto Ferrari presentaron Andromeda, escrita por Manelli, la primera ópera con fines comerciales interpretada en un teatro público cobrando entrada. Aquello fue el principio de un nuevo negocio consistente en producir espectáculos que generó en su entorno sectores auxiliares capaces de alimentar la producción de espectáculos: compositores, libretistas, cantantes, escenógrafos, carpinteros, tramoyistas… Este modelo, con pocas variaciones, ha llegado hasta la actualidad y entre los sectores auxiliares que hoy alimentan la producción de espectáculos operísticos el último en aparecer ha sido un servicio novedoso de coros a medida que en 2004 creó en España Jon Plazaola, un cantante lírico en activo que vio en la necesidad de reforzar los coros en determinados títulos operísticos una oportunidad de negocio en el que nadie hasta entonces había reparado. Pasados 15 años, Intermezzo, la empresa creada por Plazaola, suministra coristas de refuerzo para los coliseos líricos, temporadas de ópera y festivales españoles, gestiona el Coro Titular del Teatro Real de Madrid desde 2010 y cerró 2018 con una facturación que sobrepasa los tres millones de euros.
Jon Plazaola es tenor, pero reconoce que actualmente apenas tiene tiempo para subirse al escenario. Su faceta empresarial se ha impuesto a la de cantante. “Son dos pasiones: Salir al escenario a dar vida a un personaje o hacer un concierto y estar en el despacho gestionando y controlando. Con ambas disfruto mucho. Si me hice empresario fue porque vi que había una necesidad en el mundo de la ópera que no estaba cubierta”, asegura.

Con 'La Gazzetta' de Rossini, Intermezzo inició su colaboración con el Liceu de Barcelona
Una idea acertada
Plazaola empezó su carrera como tenor lírico ligero y no llevaba todavía una década cuando un día, en una teatro italiano, se le ocurrió la idea de crear una empresa para suministrar coristas a los teatros de óperas. “Veía que los coros profesionales y de aficionados tenían muchos problemas a la hora de buscar refuerzos para ampliar sus formaciones”, cuenta. “Mis inicios están en el mundo coral; empecé cantando en el Coro Easo de San Sebastián y se me ocurrió crear una base de datos con coristas para ofrecer refuerzos a teatros de ópera y festivales”.
Intermezzo nació en 2004 y a Jon Plazaola le gusta puntualizar que la empresa no es un coro sino una empresa que gestiona coristas profesionales y organiza conjuntos corales dependiendo de las necesidades de cada cliente. “Otra parte de Intermezzo son los coros que hemos creado, como el del Teatro Real de Madrid, que es estable, o los coros para el Festival de Peralada, el Festival de Santander o cualquier otro teatro o festival que necesite un coro completo para hacer una ópera”, asevera.
Ópera de Oviedo fue uno de los primeros clientes de Intermezzo ante la necesidad que tenía la temporada lírica ovetense de reforzar el Coro de la Asociación de Amigos de la Ópera de Oviedo en las funciones de Aida que se presentaron en el Teatro Campoamor en enero de 2005. Ese mismo año se volvió a recurrir a Intermezzo para reforzar de nuevo el coro en Tannhäuser, que se presentó en septiembre. “Son dos óperas con grandes exigencias corales y recurrí a Intermezzo porque necesitaba reforzar el coro con una veintena de voces”, recuerda Javier Menéndez, director de Ópera Oviedo en esa época y hoy responsable artístico del teatro de La Maestranza de Sevilla. “Llamarlos significó la solución al problema, pero, aunque conozco bien a Jon Plazaola y me dio garantías de que vendrían con la parte aprendida, he de reconocer que estaba inquieto por si los coristas que me traía iban a tener la calidad prometida y si se sabrían la partitura. Las dos cosas que había prometido se cumplieron. Los suyos son coristas de un nivel muy alto y están muy preparados, te tiran magníficamente del coro. Su paso en 2005 por la Ópera de Oviedo provocó que al poco tiempo el Coro de la Asociación de Amigos de la Ópera de Oviedo sufriera un profundo proceso de renovación. La idea de Jon Plazaola fue muy acertada. Parecía algo evidente, pero nunca imaginé que llegaría a montar incluso el coro del Teatro Real de Madrid”.
De hecho, salvo los primeros años necesarios para darse a conocer y ganarse la confianza de los clientes, desde hace una década la progresión de Intermezzo es ascendente. Actualmente cuenta con 68 contratados fijos y 1.500 coristas inscritos en su base de datos, que son contactados dependiendo de las necesidades para cubrir cada uno de los servicios. En 2015, Intermezzo contrató a 364 coristas con sus correspondientes altas en la Seguridad Social para participar en 150 funciones de ópera; en 2016 se hicieron 554 contratos para 191 funciones; en 2017, 440 contratos para 216 funciones; y en 2018, 543 contratos para 193 funciones. “Desde 2005, 65 de esos contratos son indefinidos, entre los que están los 51 miembros del Coro Titular del Teatro Real. El 80 por cien del resto son contratos de más de cinco meses de trabajo anuales”, precisa el director.
Intermezzo realiza periódicamente audiciones para alimentar su base de datos, en las que se seleccionan a los coristas, cantantes que inician su carrera profesional, estudiantes de canto y coristas amateurs, que, señala Plazaola, “cuando trabajan para Intermezzo se convierten en profesionales, porque se les paga, se les da de alta en la Seguridad Social y trabajan en condiciones óptimas”. Desde hace cuatro años la empresa beca a un estudiante de canto de Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco, que se incorpora al Coro Titular del Teatro Real para participar en una producción o como refuerzo del Coro del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Dependiendo de sus condiciones y de las necesidades de la empresa se le ofrece un contrato de un año o, incluso, uno indefinido.
Profesora y cantante
La soprano santanderina Cristina Herreras se presentó a unas audiciones de Intermezzo mientras trabajaba de profesora de música y la ficharon para formar parte del Coro Titular de Teatro Real de Madrid desde su creación en septiembre de 2010. “Vi el anuncio de las audiciones”, explica a ÓPERA ACTUAL. “Cada día pasaba por delante del Real y siempre me decía lo bonito que sería poder trabajar allí”, explica, asegurando que la labor que hace es la misma que en cualquier otro coro de un teatro de ópera, “la única diferencia es quien te contrata. Ahora trabajo con Intermezzo en el Teatro Real, pero quién sabe si en el futuro en lugar del Real trabajaré en otro escenario”.
El tenor tinerfeño David Barrera entró en el Coro Titular del Teatro Real hace poco más de dos meses. Cuando terminaba sus estudios en la Escuela Superior de Canto de Madrid hizo una audición para Intermezzo y entró en su base de datos. “Desde entonces no he parado”, señala. “He hecho muchos refuerzos en el Teatro Real y en el Liceu, he ido dos años consecutivos a cantar a Mahón y en enero pasado me llamaron para formar parte del coro formado para cantar Madama Buttefly en la Royal Opera House de Mascate, en Omán, en una producción del Festival de Peralada, donde también fui cover del tenor que cantaba el personaje de Goro. Todos los que nos dedicamos a la lírica sabemos cuáles son las alternativas laborales. No es fácil encontrar un trabajo que te permita aprender y seguir evolucionando”. Con Intermezzo David Barrera también ha cantado como solista en algunos eventos. “Aspiro a ser solista e Intermezzo lo sabe. Cantar en el Coro del Real me permite hacer repertorio, cantar junto a grandes intérpretes y aprender de ellos”.
Facundo Muñoz también aspira a ser solista. Este tenor lírico de origen argentino pasó una audición de Intermezzo y desde hace tres años trabaja con ellos principalmente como refuerzo del Coro del Liceu barcelonés. “Intermezzo me permite trabajar como cantante, gestionar mi carrera como solista cuando no estoy en el coro y solventar mis necesidades económicas. Alterno mis actuaciones particulares con el refuerzo de coros, porque a veces la continuidad como solista no es suficiente para vivir”, afirma. “Siempre que he oído hablar de este sistema de trabajo es porque se referían a Intermezzo. Es un modo de trabajar que te permite acceder a teatros a cuyos coros estables difícilmente podrías llegar y te posibilita compaginar el inicio de una carrera como solista”.
Cuando un teatro de ópera o un festival solicitan un refuerzo o la formación de todo un coro, Plazaola requiere información: título de la ópera, fechas, lugar de las representaciones, número de funciones, fechas de ensayos, reparto de cantantes y director musical. “Una vez conocidos los datos, necesito saber cuántos coristas precisan y preparo un presupuesto. Si llegamos a un acuerdo con el cliente, todo el equipo de la sede central de Intermezzo en Astigarraga (Guipúzcoa) se pone a trabajar y se selecciona en la base de datos un número superior de cantantes de los que han pedido. Si se completa el número de coristas con las primeras llamadas, perfecto; en el caso de que nos sobren, se elige a los mejores”, cuenta el director de Intermezzo. La empresa hace un informe de cada uno de los cantantes que ha pasado las audiciones para ajustar el perfil de los coristas a cada trabajo.
Intermezzo proporciona las partituras a los coristas con una anticipación de unos tres meses. “Antes de comenzar los ensayos realizamos un control de calidad que puede durar uno o dos días con un maestro de coro seleccionado por nosotros, en el que verificamos que todos los coristas estén en las condiciones óptimas. El 99,95 por ciento de las ocasiones es así. En muy pocos casos, solo tres en 15 años, uno o dos coristas han sido rechazados”, recuerda Plazaola, quien revela que este junio lanzarán una App, la primera de estas características, con la que verificarán el trabajo realizado por cada corista en cada una de las producciones.

El Coro Titular del Teatro Real - Coro Intermezzo en la reciente puesta en escena de 'Idomeneo'
Despegue internacional
Los clientes de Intermezzo son principalmente temporadas de ópera y festivales españoles, pero ocasionalmente también han contado con la empresa española algunas instituciones musicales extranjeras. Los contactos de Jon Plazaola de su época como cantante le han permitido establecer lazos internacionales que por ahora se han traducido en trabajos puntuales fuera de España. El primero de ellos fue un refuerzo para un concierto en Lisboa, en 2013, del Coro Europeo; en 2015 aportaron 25 refuerzos –entre ellos, los diputados flamencos– para una producción de Don Carlo de la Opéra National de Bordeaux; y en enero pasado organizaron un coro para cantar Madama Butterfly en la Royal Opera House de Mascate, en Omán, en una producción del Festival de Peralada. “Actualmente tenemos mucho trabajo en España y no he podido invertir el tiempo necesario para internacionalizar Intermezzo, pero es una vía que está abierta”, asegura Plazaola.
El Festival de Peralada ha recurrido a Intermezzo para formar coros para las producciones operísticas que programa cuando, por motivos de agenda, no ha sido posible la participación del Cor del Gran Teatre Liceu, que colabora con el Festival desde sus inicios. “El Coro Intermezzo aparece cuando no se pueden cuadrar las agendas con las instituciones musicales que colaboran habitualmente con nosotros”, explica a ÓPERA ACTUAL Oriol Aguilà, director del Festival ampurdanés. “Se trata de un coro eminentemente operístico, de mucha calidad, mucha fuerza, muy entusiasta y cuyos integrantes son solistas. En la Madama Butterfly que el Festival llevó a Omán su predisposición fue excelente. El balance de la colaboración ha sido muy satisfactorio”.
Joan Plazaola encara el futuro de Intermezzo con esperanza. “El objetivo es consolidar todo lo que estamos haciendo con el Coro Titular del Teatro Real de Madrid. Es un proyecto de futuro y la idea es continuar a largo plazo, pero hay que ganárselo”, indica. “También hay que consolidar todo el trabajo que llevamos haciendo desde 2005 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y seguir llevando coros al Festival de Peralada. Esperamos abrir también nuevos mercados. Me gustaría poder reforzar los coros del Palau de Les Arts de Valencia. Ellos ya trabajaron con nosotros en el Saint Françoise d’Assise de Oliver Messiaen junto al Coro Titular del Teatro Real. Y el tema de la internacionalización lo tengo presente, pero por ahora no corre prisa, porque trabajamos mucho en España y lo que hacemos quiero que se haga lo mejor posible; no podemos despistarnos. Cuando disponga de tiempo y medios miraremos cómo afrontar la internacionalización de la mejor manera posible”

El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch
La perla de Intermezzo
El Coro Titular del Teatro Real de Madrid es la perla de los coros que gestiona Intermezzo. Constituido en 2010, es la consecuencia de la licitación de un contrato de prestación de servicios para cubrir el coro titular después de que el coliseo madrileño decidiera no renovar en la temporada 2009-2010 el contrato que tenía con el que entonces prestaba los servicios, el Coro de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Aquella temporada, Intermezzo se encargó de formar un coro para las óperas programadas, pero con contratos puntuales de prestación de servicios para cada producción. Una vez ganado el concurso, la empresa que dirige Jon Plazaola formó un coro de 51 voces que se convirtió en el nuevo Coro Titular del Teatro Real. Se trata de un conjunto estable que se refuerza dependiendo de las necesidades de cada título operístico y cuyos integrantes, seleccionados por Intermezzo, varían cada año entre un 10-15 por cien dependiendo del número de coristas que decide emprender carrera como solista. “Es un coro estable de cuya gestión nos encargamos en todos los aspectos: selección de sus miembros, contratación y preparación. Todos están contratados indefinidamente y es el único coro estable que tiene Intermezzo. Las entradas y las salidas de coristas las decide Intermezzo, la empresa de la que son empleados”, explica Jon Plazaola. Desde sus primeras temporadas, el Coro Titular del Real gestionado por la empresa vasca ha sido elogiado por la crítica nacional e internacional por su calidad vocal y gran versatilidad escénica. Ello se puso de relieve en 2012 con el estreno de C(h)oeurs, una propuesta del coreógrafo belga Alain Platel que combinaba ópera, danza y teatro con coros de Verdi y Wagner que al año siguiente el coro llevó en gira por Holanda, Bélgica y Alemania. “El nivel artístico del Coro Titular del Teatro Real es sencillamente extraordinario”, señala Joan Matabosch, director artístico del coliseo madrileño. “No hay director musical ni de escena que no reconozca que es uno de los mejores coros del mundo. Y la mayoría simplemente dice que es el mejor, tanto por la calidad musical como por la implicación máxima con las producciones artísticas de la temporada. El grado de satisfacción es máxima”, asegura.

José Luis Basso ha dirigido en numerosas ocasiones el Coro Intermezzo
Colaboradores de excelencia
Intermezzo verifica todos los refuerzos y coros antes de entregarlos a los clientes mediante controles que realizan maestros de coro seleccionados por la empresa. Entre ellos destaca el director italo-argentino José Luis Basso, titular del Coro de la Opéra de París desde 2014. Basso trabajó con Intermezzo cuando era el responsable del Coro del Liceu y necesitaba refuerzos, pero también ha trabajado con los coros Intermezzo en los festivales de Santander, Granada y Peralada y en la temporada de ópera de Mahón. Asegura Basso que la adecuada formación vocal y teatral de los intérpretes de los coros Intermezzo los convierte en la solución ideal para los festivales. “Mi experiencia con ellos siempre ha sido muy positiva. He ensayado, los he preparado y luego los he juntado con el coro del teatro y todo ha ido sobre ruedas”, señala Basso, quien también afirma que el trabajo de un miembro de un coro ha evolucionado: “Cuando comencé, hace 35 años, un teatro tenía dos meses para preparar un título, pero actualmente todo es más exigente: en una semana un coro tiene que interpretar un repertorio cada vez más variado, desde barroco a contemporáneo. El coro de ópera antes era casi decorativo, ahora se exige también una prestación teatral óptima. En ese sentido Intermezzo tiene gente muy preparada tanto vocal como teatralmente. Por eso la idea de los coros a la carta de Intermezzo ha funcionado, porque soluciona problemas a teatros y festivales”.
Enrique Rueda es otro maestro que ha preparado los coros Intermezzo y que, como Basso, también los ha dirigido. Ello sucedió en la Turandot presentada en el Festival de Peralada en 2016. “Hacer que un coro suene como tal y no como la suma de una serie de buenas voces es siempre un reto. Y con los coros Intermezzo lo hemos conseguido casi siempre por la calidad y experiencia de los cantantes, porque desde el primer ensayo asumen un trabajo de empaste acelerado que cuando trabajas con un coro con el que llevas mucho tiempo no hace falta”, asegura Rueda, quien afirma además que “lo que tiene de bueno Intermezzo es que los que gestionan la empresa son cantantes y conocen bien la dinámica de ensayos”.
Ricardo Estrada ha preparado puntualmente alguno de los coros, el último el que cantó Madama Buttefly en enero pasado en la producción del Festival de Peralada en Omán.”Cantan muy bien, son solistas pero están abiertos a hacer un trabajo más coral, de empastarse. Son de una gran profesionalidad y el resultado es de un altísimo nivel”, subraya Estrada.