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ÓA 269 (I): La Arena de Verona en su centenario
Plácido Domingo protagoniza una de las galas del Festival del centenario y otra, por primera vez, la Orquesta y Coro de la Scala dirigida por Riccardo Chailly
Aida inaugurará la edición del Centenario del Festival de la Arena de Verona, uno de los encuentros líricos más emblemáticos. Para celebrar esta efeméride redonda se pondrán en escena las ocho óperas más representadas en este anfiteatro milenario junto a cinco galas de ópera y danza (Ver programación completa). Con la soprano Cecilia Gasdia como intendente, el Festival celebra con grandes artistas la presente edición, que arranca el 16 de junio y se prolongará hasta el 9 de septiembre. Donde el incombustible Plácido Domingo ofrecerá una gala lírica que se anuncia en su honor. Presente en el certamen italiano casi ininterrumpidamente desde su debut en 1969, Domingo estará presente este año en el denominado Opera-Arena 100, la programación especial que la Arena dedica a sus cien años de historia.
A principios de la década de 1980, una entonces joven soprano llamada Cecilia Gasdia conoció a Franco Zeffirelli. Ahí se cruzaron sus caminos. Fue la primera vez. Doce años después, en 1995, el director de cine, escenógrafo, regista, diseñador y tantas cosas más contó con ella para el montaje de Carmen en la Arena de Verona. Le ofreció el papel de Micaëla. “Tuve el honor de confiarle su última puesta en escena, ese mismo título que nos había unido, para la inauguración en 2019. La Arena lo cortejaba desde hacía tiempo y él había declinado las ofertas porque creía no seguir estando a la altura de un encargo tan grande en un escenario privilegiado, pero muy diferente a los tradicionales que él conocía bien. Sin embargo, al final aceptó. Fue un espectáculo colosal con aliento cinematográfico”, recuerda Gasdia con orgullo a ÓPERA ACTUAL. El título de Bizet estará este año en Verona (“la ciudad donde nací, crecí y me formé”, cuenta ella), pero será la nueva producción verdiana de Aida que firma Stefano Poda la que inaugure la edición del centenario, retransmitida en directo por TV y plataformas de streaming y que desplegará un elenco de voces apabullante que encabeza Anna Netrebko, quien se alternará, entre otras, con María José Siri y Anna Pirozzi, aunque también integrarán los repartos del título fetiche Anita Rachvelishvili, Michele Pertusi o Gregory Kunde. ¿Hay algún artista que no haya podido estar para conmemorar la efeméride? Sí, aunque este año la única voz española que se escuchará será la de Plácido Domingo. Gasdia explica que se negocia con tiempo con los cantantes, “pero en ocasiones es muy complicado hacer coincidir las fechas y que cuadren tanto a los artistas como al festival. “Por mucho que queramos, hay veces que es imposible. Sin embargo, nunca digas nunca, pues te puedes encontrar con sorpresas como la del año pasado, cuando un Radames de excepción como Jonas Kauffman se unió al elenco de Aida”.
Al título inaugural seguirá Carmen, la de Zeffirelli (Ver crítica), el 23 de junio, dirigida por Daniel Oren y con Clementine Margaine y Anita Rachvelishvili como la cigarrera, y las voces de Freddie de Tommaso, Vittorio Grigolo, Piotr Beczala o Erwin Schrott, estupendos José y Escamillo. Un día después le tocará el turno al Barbero de Sevilla de Rossini con el inolvidable montaje de Hugo de Ana y el debut en el podio de Alessandro Bonato. Almaviva, Rosina y Fígaro serán Antonino Siragusa, Vasilisa Berzhanskaya y Luca Alaimo. Durante sus años como cantante, Gasdia fue también Rosina. Y Giulietta, Amina, Marguerite, Norina, Nedda, Mimì o Ermione. Una lista que abarcaba hasta 90 roles. Anna Bolena, también, cuando sustituyó en la última función en 1982 a Caballé en La Scala. Hoy lo recuerda con cariño. Desde su despacho repasa, supervisa, ultima. ¿Qué ha sido lo más complicado en estos cinco años al frente de este inmenso festival? Guarda “la fecha” en la cabeza: “El año 2020. Habíamos logrado una conexión con el público y un florecimiento del festival que se vio interrumpido por la pandemia. En Italia la situación fue terrible. Los cines y los teatros estuvieron meses cerrados y hubo que hacer frente a una situación desconocida para todos. Nos hemos redescubierto más creativos, flexibles y, en cierto sentido, más fuertes. Nos ha estimulado a ser capaces de generar nuevas ideas y a no perder más nuestra conexión con el público, quien también correspondió a estas apuestas con una calidez, cariño y cercanía que no olvidaremos. Ahora, afortunadamente, hemos vuelto a la normalidad, aunque, en un mundo siempre en delicado equilibrio, ya no podemos dar nada por sentado”, explica la intendente.
Más Verdi
Al Barbero seguirá el 1 de julio una nueva producción de Rigoletto con regia de Antonio Albanese y dirección de Marco Armiliato. Como reclamo, el debut en este escenario de Juan Diego Flórez y Piotr Beczala como el Duque de Mantua, y cuatro bufones de excepción: Luca Salsi, Ludóvic Tezier, Amartuvshin Enkhbat y Roman Burdenko. El día 8 llenará el escenario La Traviata de Zeffirelli (Ver crítica). Cuatro serán las intérpretes de Violetta: Anna Netrebko, Nadine Sierra, Nina Minasyan y Lisette Oropesa. Nabucco, con dirección de escena de Gianfranco del Bosio (Ver crítica), se verá a partir del 15 de julio. Después será el turno de Tosca (29 de julio), con montaje de Hugo de Ana y las voces de Aleksandra Kurzak y Sonya Yoncheva como Floria Tosca y con Roberto Alagna, Vittorio Grigolo y Freddie de Tommaso en el rol de Cavaradossi. Cerrará el cartel el drama pucciniano Madama Butterfly, en cuyo cast vuelve a en escena coincidir el matrimonio Alagna-Kurzak y que verá el debut veronés de la soprano Asmik Grigorian, una de las voces más reclamadas en todos los teatros.
La directora del Festival asegura que no han sido años fáciles los que lleva al frente de este increíble y bello monstruo lírico: “Cuando me nombraron, en enero de 2018, la Fondazione Arena venía de un período con una administración externa por parte del Estado y durante un año más tuvo que enfrentarse a un plan de recuperación de tres años. Desde entonces ha crecido mucho, tanto en términos presupuestarios (ha vuelto al superávit en cinco años consecutivos) como artísticamente, recuperando la confianza de los artistas internacionales y también del público. Durante los últimos cinco años han debutado más de 150 artistas, entre nombres consagrados y jóvenes que empiezan su carrera. Y finalmente, hemos construido un vínculo sin precedentes con las empresas de Verona y su territorio, que apoyan el Festival desde hace tres años, orgullosas de ser parte de la vida cultural, artística, social y económica de este evento único”. ¿Influye el color de la política en un festival como Verona? “A pesar de que el año pasado hubo un cambio político tanto a nivel local como nacional, todas las fuerzas de uno y otro signo están especialmente preocupadas por la buena salud del Festival y de la Fondazione Arena, porque funcione de la mejor manera, para que el diálogo entre las partes fluya. Es un hecho”, explica.

Cecilia Gasdia directora del Festival
Las galas este año serán cinco y, además de la del bailarín Roberto Bolle, están la dedicada a Plácido Domingo, a los tenores Juan Diego Flórez y Jonas Kaufmann y, por primera vez en la historia del Festival, la Orquesta y el Coro de La Scala estarán en el anfiteatro, bajo la batuta de Riccardo Chailly en una velada verdiana: “Nuestras primeras 100 ediciones constituyen un hito importante, pero son también una oportunidad para reflexionar sobre el presente y plantear los retos de cara al futuro. Todo no acaba en este centenario, al contrario: estamos a punto de anunciar el programa de la edición 101. La vida sigue. El cartel de la edición especial 2023 es el más rico de la historia: ocho óperas diferentes, seis de las cuales ofrecen una antología de los espectáculos más queridos por el público en los últimos 30 años, y dos nuevas producciones. Del 16 de junio al 9 de septiembre, de las 49 noches que durará el Festival, hay al menos un estreno o una gala cada semana. Además, con los diferentes elencos turnándose en el escenario, cada noche será como un estreno”, apunta Gasdia.
Ella, que fue campeona de esquí, ganó el Concurso Maria Callas, quiso pilotar aviones y lo consiguió (aunque no pudiera entrar en el ejército), habla de mirar desde el hoy al mañana, de trabajar pensando en lo que está por llegar, de disfrutar de este momento único sabiendo que la siguiente temporada está llamando ya a la puerta de Verona.
Tradición y tecnología
Pero, ¿es posible conjugar tradición y tecnología en un anfiteatro como este, que fue escenario de las naumaquias romanas? “La Arena es un lugar especial donde la tradición operística convive con las mejores visiones del mundo del teatro. Pero la tecnología, como todo progreso, debe estar al servicio de la ópera, nunca al revés. Toda decisión innovadora ha de sopesarse con suma atención, al menos por dos razones: debemos tener en cuenta que nuestro escenario principal se encuentra en un anfiteatro romano de dos mil años de antigüedad y que el público está compuesto mayoritariamente por neófitos, no por especialistas. En 2020, con las excepcionales limitaciones impuestas por la pandemia, realizamos once conciertos con repertorio inédito en la Arena y con un escenario en medio de la platea desnuda (una disposición impensable hasta entonces). En 2021, bajo el patrocinio del Ministerio de Cultura, reunimos a 12 de los museos e instituciones culturales italianas y vaticanas más prestigiosas para crear, a partir de imágenes de su patrimonio, decorados digitales en 400 metros cuadrados de paredes de led que integran los decorados construidos por nuestros laboratorios. Y en 2022 volvimos a las puestas en escena tradicionales”, explica Cecilia Gasdia. Y continúa, entusiasta: “La innovación teconológica nos ha permitido ejecutar no solo nuevos proyectos, sino también recuperar algunos del pasado, como es el caso de la Carmen con la que Zeffirelli debutó aquí como director y escenógrafo en 1995, reconstruida como en los bocetos originales e incluyendo partes solo diseñadas para el estreno y nunca realizadas. La innovación también ha crecido enormemente en todo lo que no vemos sobre el escenario”, aunque Gasdia subraya que “no hay ninguna tecnología que puede cambiar el cariño y la atención a los artistas para componer una programación de calidad, a la altura de los escenarios más prestigiosos del mundo”. Cariño como el que destilan aquellas fotos tomadas por Galliano Passerini en las que la soprano Gasdia, con poco más de 20 años, posa junto al enorme Giuseppe Di Stefano, que ríe abiertamente a cámara, o camina por un alero en La sonnambula. ÓA
Adoro y admiro el Festival de la Arena de Verona
Plácido Domingo regresa un año más al festival areniano, esta vez como protagonista de una gala lírica en su honor. Hace más de medio siglo que el artista madrileño está ligado a la Arena de Verona, escenario en el que debutó en Italia en un hoy ya lejano 1969, tal y como él mismo explica, muy emocionado, en declaraciones a ÓA.

Cartel del 50º aniversario del debut de Plácido Domingo en Verona
ÓPERA ACTUAL: ¿Qué le supone participar en esta edición del Centenario del Festival de la Arena de Verona?
Plácido DOMINGO: La Arena es mágica, ¡tiene una atmosfera única! La llevo en mi corazón desde mi debut en Italia, en 1969. Me siento como un mediador entre el pasado glorioso de la Arena y su futuro. Ha superado definitivamente el triste capítulo del Covid, cuando de todos modos la Arena supo adaptarse de una manera tan emocionante como valiente a la adversidad que nunca olvidaré. Me parece increíble poder celebrar este centenario una vez más en persona y con mi voz sobre este escenario y poder colaborar un verano más con la gran maquinaria que es la Arena, que adoro. Considero esto un privilegio artístico a la vez que una bendición divina por la que le doy gracias a Dios.
ÓA: ¿Qué recuerdos tiene de sus más de 50 años participando en este Festival?
P. D.: La noche del 16 de julio de 1969 yo era un joven tenor que acababa de llegar a Italia con mi esposa Marta y mis hijos pequeños. Esa noche me enfrenté a un cuádruple salto mortal: debuté con Calaf, lo hice en la inmensa Arena ante 15.000 personas: canté por primera vez en Italia y después de Verona me esperaba mi debut en La Scala con Ernani. En la Arena, por primera vez, compartí escenario con la extraordinaria Birgit Nilsson. Fue el trampolín para mi carrera internacional. Una emoción como esta te marca para siempre y creó en mí un vínculo muy fuerte con la Arena, con su increíble orquesta y con su familia de trabajadores extraordinarios. Cada actuación en la Arena tiene infinitas variables que se combinan entre sí como en un caleidoscopio de emociones, siempre nuevas cada noche, creando alquimias y emociones impredecibles. El contacto con el público, aunque haya decenas de metros de distancia, es increíble. Siempre me ha gustado encontrar gente de todas las edades, fans que vienen cada año incluso de fuera de Italia, sobre todo de Alemania, pero también de España, y familias y grupos que llegan con viajes organizados. Creo que este centenario es un acontecimiento extraordinario para Verona, pero también para toda Italia, porque confirma la particularidad de este festival capaz de atraer a un público muy heterogéneo con expertos aficionados de ópera y gente que por primera vez se acerca a este mundo.
ÓA: ¿Que citas destacaría de su próxima temporada operística 2023-24?
P. D.: Lo digo en voz baja porque a mí mismo me parece casi imposible, pero sigo recibiendo múltiples invitaciones de todo el mundo. Ahora volveré con recitales y conciertos a Salzburgo, Ginebra, Taormina, Creta y Múnich antes de volver a los Festivales de verano de Verbier y Verona por el centenario. En el otoño cantaré en Turquía y seguiré una gira por Sudamérica en Ecuador, Perú y Venezuela. Me hace mucha ilusión la oportunidad sobre todo de actuar en lugares en los que nunca he estado, o volver a ciudades que no visito hace mucho. El público me sigue recibiendo con un cariño muy emocionante y espero poder corresponderle de la misma manera. * Fernando SANS RIVIÈRE