En Portada

ÓA 270 (IV): Jan Antem. Premio ÓPERA ACTUAL 2023 al artista joven

El barítono Jan Antem ya ha cantado en grandes teatros operísticos de Europa y el debut en el coliseo de su ciudad representa un nuevo logro en su ascendente carrera

01 / 07 / 2023 - Aniol COSTA-PAU - Tiempo de lectura: 5 min

Print Friendly, PDF & Email
Jan Antem El barítono Jan Antem © Ibermúsica Artists

Para un joven cantante de Barcelona debutar en el Gran Teatre del Liceu es un sueño hecho realidad, que Jan Antem cumplirá con tan solo 25 años cuando, la ­próxima ­temporada, interprete el rol de ­Dancaïre de Carmen en la ya mítica producción de Calixto Bieito. El barítono Jan Antem ya ha cantado en grandes teatros operísticos de Europa y el debut en el coliseo de su ciudad representa un nuevo logro en su ascendente carrera. Por su proyección incontestable y por su talento vocal e interpretativo, recibe el Premio ÓPERA ACTUAL 2023 al artista joven más prometedor.

Triunfar en el mundo de la ópera es dificilísimo y, en sus primeros pasos como cantante profesional, el barítono Jan Antem (­Barcelona, 1998) demuestra las mejores dotes para hacerse un nombre en el panorama musical internacional. Amante ferviente del género lírico desde niño, sobre el escenario transmite un gusto especial por la teatralidad y proyecta una voz brillante, expresiva y poderosa, cimentada en años de sacrificio y dedicación. Antem, especializado sobre todo en repertorio italiano, se ha formado con cantantes de renombre como Luca Salsi y en Ópera estudios como la Accademia Rossiniana de Pésaro o en el hoy desaparecido Opera ­(e)Studio de Santa Cruz de Tenerife. En las dos últimas temporadas ha cantado roles secundarios pero exigentes en teatros importantes como el Filarmónico de Verona y en el Festival de la Arena, el Regio de Turín, la Deutsche Oper berlinesa, el Regio de Parma o el Massimo de Palermo. Durante el 2022 fue uno de los primeros cantantes becados por la Fundación ­ÓPERA ACTUAL, una ayuda, confiesa, que fue “muy importante” en su formación, “y no solo a nivel económico, que es necesario, sino también a nivel de crecimiento profesional. Gracias a la fundación pude conocer a Carlos Álvarez y tener momentos con él para estudiar y compartir pensamientos sobre el mundo de la ópera. Ha sido increíble”.

ÓPERA ACTUAL: Con tantas citas en teatros importantes en agenda, ¿cree haber abandonado la etapa de formación para pasar a foguearse en los escenarios?

Jan Antem: La formación entendida como clases continuadas, sí, pero, empezar a cantar roles en teatros de renombre también es un momento arriesgado, así que es importante seguir en contacto con gente de confianza para pasar la ITV de vez en cuando. Por ejemplo, para mí es muy importante el trabajo con la pianista Viviana Salisi, que me ha ayudado mucho desde mis inicios.

ÓA: Este verano volverá a la Arena di Verona para cantar Carmen. ¿Es impactante participar en ese festival con un aforo de 15.000 personas?

J. A.: Es un lugar mágico, es imposible no emocionarse cuando sales a cantar con al anfiteatro lleno. Ahora estamos ensayando y es una experiencia impresionante.

ÓA: Con este mismo rol de Dancaïre de Bizet debutará en el Liceu.

J. A.: Para mí es un reto. Es un papel que conozco bien y que llevo rodado, pero cantar en el teatro de mi ciudad, en el que he visto tantas óperas a lo largo de mi vida y ante tanta gente que conozco entre el público, también infunde respeto. Siempre me ha costado más cantar en Barcelona que en otro sitio.

© Teatro Filarmonico Verona / ENNEVI

Jan Antem como Schaunard en su debut en Verona

ÓA: ¿De dónde surge su pasión por la ópera?

J. A.: La descubrí con 9 años, cuando en las clases de teatro de la escuela hicimos una versión de Turandot pero no cantábamos. Para preparame para el día más feliz del año me compré el DVD y sentí amor a primera vista. Desde aquel momento mi familia siempre me regalaba grabaciones de ópera y mis padres empezaron a llevarme al Liceu y a Sabadell. Primero quería ser escenógrafo o director de escena y, después, con 17 años, cuando hice el cambio de voz, cantando en casa vi que podía hacer algo similar a lo que escuchaba en las grabaciones.

ÓA: ¿Considera que la ópera de Rossini es una buena escuela para empezar a formarse como cantante?

J. A.: Desde que comencé a estrudiar, siempre me transmitieron que la ópera italiana es la más natural para construir una técnica. Mucha gente me ha encasillado ya en Rossini, porque es verdad que es un compositor con el que me siento muy cómodo, pero también es necesario probar otros repertorios.

ÓA: Por ejemplo, ¿abrirse hacia el lirismo de Puccini?

J. A.: Sí, últimamente he hecho dos veces Schaunard de La Bohème. Es otra vocalidad, pero no tan pesante como otras óperas de Puccini; igualmente posee frases más largas e intensas que me han ayudado a cantar sin miedo y a saber dejarme ir. Además, en noviembre debutaré el Belcore de L’elisir d’amore de Donizetti en el Comunale de Bolonia. Es un hito importante porque es un papel en la frontera entre el barítono brillante y el lírico, que será muy interesante para mí.

© Teatro Regio di Parma / Roberto RICCI

Jan Antem como Conde Robinson en 'Il matrimonio segreto' de Cimarosa

ÓA: De niño disfrutaba disfrazado de uno de los personajes de Turandot. ¿Qué papel juega el gusto por el teatro en su manera de entender y vivir la ópera?

J. A.: No concibo la ópera sin teatro. La música es fundamental, pero necesita ir acompañada de palabras, gestos e interpretación para transmitir emociones. A veces se dice que ahora se actúa correctamente y que antes los cantantes eran más estáticos, pero eso no es verdad del todo: en las primeras grabaciones de los años 20 y 30 del pasado siglo los cantantes eran muy expresivos en el recitar cantando. La palabra y el texto es muy importante e intento que así se note siempre que actúo.

“No concibo la ópera sin teatro. La música es fundamental, pero necesita ir acompañada de palabras, gestos e interpretación para transmitir emociones”

ÓA: Un consejo para los jóvenes cantantes que quieran dedicarse al mundo de la ópera.

J. A. Creo que, más allá de apoyarse en personas de confianza, es importante tener una buena cultura musical y auditiva. Les diría que intenten escuchar a los mejores cantantes del pasado, desde las primeras grabaciones hasta la actualidad. Saber qué hacían los maestros del siglo XX es fundamental para encontrar soluciones en la interpretación y la técnica. Lo tenemos todo a un clic, por lo que tenemos el deber de empaparnos para saber de dónde venimos.

ÓA: ¿Cuáles son sus barítonos de referencia?

J. A.: Hoy en día diría que Luca Salsi, con quien he estudiado unos cuantos años, además de Carlos Álvarez y Ludovic Tézier. Y, en un repertorio más ligero, añadiría a Pietro Spagnoli y en el buffo a Alessandro Corbelli. Del pasado, la lista es infinita, pero de los 70 y 80, podría citar a Piero Cappuccilli o Mario Sereni. Y, anteriores, a Carlo Tagliabue, Mario Basiola o Mattia Battistini, los dos últimos alumnos de Antonio Cotogni, favorito de Verdi y maestro de maestros. Es importante conocer las grabaciones de solistas que trabajaron con los compositores y estrenaron sus óperas, así como las de sus alumnos.– ÓA