Opinión
Desde el Teatro de La Zarzuela de Madrid: La alegría del género hispano
Una reflexión sobre la zarzuela, que lucha por ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Es el momento de la zarzuela. No tengo la menor duda de que este tiempo que vivimos, después de años de injustas inatenciones, es el tiempo del género hispano. Esencialmente popular y razón de ser del teatro al que da nombre en Madrid, a lo largo de los siglos siempre ha estado estrechamente ligado al hondo sentir de la calle, de cuyos vaivenes cotidianos se ha nutrido hasta convertirse en una realidad artística única en el mundo.
Esa complicidad social, que va de la recreación casi documental del más minúsculo detalle a los usos y costumbres definitorios de cada tiempo, hacen de la zarzuela una manifestación y un legado verdaderamente sublimes. Teatro de prosa y música. Dramaturgos como Luis Mariano de Larra, Fernández-Shaw, Romero o Penella. Los grandes compositores, Bretón, Barbieri, Sorozábal, Fernández Caballero, Chueca, Giménez, Chapí, Moreno Torroba, Luna y un largo etcétera al servicio de la lírica. De esa que con todo merecimiento lucha por ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así debiera ser declarada. Como el bien mayor que es. Tratado de conductas y sentires. Compendio de lo que fuimos y semilla de lo que somos. La verdadera cultura. Una cuestión de sangre y de piel.
Y también este tiempo que vivimos es el tiempo de las mujeres. De darles la visibilidad que siempre se les ha negado. A intérpretes, compositoras, escritoras. De ahí nuestro ciclo de cámara Mujeres con Ñ que volvemos a consagrar al rol actual e histórico de nuestras compositoras, a la difusión de sus obras, muchas de ellas inéditas, descubriendo al público la extraordinaria sabiduría de quienes en muchas ocasiones no han visto reconocido su talento por el mero hecho de firmar en femenino.
En esta realidad es importante no descuidar a las jóvenes creadoras. Cada concierto del ciclo cuenta con al menos un estreno absoluto de alumnas del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Además, hemos convocado un concurso para jóvenes compositores y compositoras, también con el Conservatorio, cuyas tres obras ganadoras se estrenarán en el ciclo Notas del Ambigú el 28 de junio.
La recuperación, preservación y difusión de nuestro patrimonio, la defensa a ultranza del talento de hombres y mujeres en nuestra música es viable gracias en gran medida a la providencia de contar con un teatro público como La Zarzuela que, con sus méritos y sus defectos, trabaja con la excelencia como meta. Y es que solo gracias a un teatro público responsable y celoso de su cometido, que sea punto de encuentro de todo tipo de espectadores, podremos sentirnos orgullosos y tranquilos de saber que nuestro patrimonio, nuestra música y nuestros artistas, están en buenas manos.
Y no lo olvidemos: es el momento de la zarzuela y la zarzuela es básicamente alegría. Que buena falta nos hace. * Daniel BIANCO, director del Teatro de La Zarzuela de Madrid