Opinión
La ópera renace en la Arena de Verona
Cecilia Gasdia, intendente y directora artística del festival italiano, explica sus ideas para este reencuentro con el público
La Arena de Verona vuelve a abrir sus puertas al público y la ópera regresa al escenario internacional al aire libre más grandioso del mundo. Tanto yo, personalmente, como todos los trabajadores de la Fundación Arena nunca habíamos dejado de creer en ello, pero aunque solo unos meses antes no era posible dar esta noticia, me siento ahora muy orgullosa al poder hacerlo.
Desde el 19 de junio hasta el 4 de septiembre tendrá lugar la 98ª edición del Festival, que no es una cifra cualquiera. Lo hemos soñado, organizado, perdido y vuelto a recuperar. El año pasado la emergencia sanitaria interrumpió una cita que solo habían suspendido dos guerras, pero no pudo frenar el canto, la esperanza y el trabajo de todos nosotros. Tras haber iluminado la oscuridad de la incertidumbre con algunos conciertos extraordinarios, la Arena renace este mes en su forma más completa posible, con ópera escenificada, porque la Arena y la ópera como teatro en música, hic et nunc, son algo vivo, único e irrepetible para cuantos toman parte, sean artistas, técnicos o público.
Este renacimiento no hubiera sido posible de no haberse recibido también el apoyo del patrimonio humano de Italia, un apoyo concreto, indispensable y fortalecedor por parte de socios y patrocinadores, de sectores profesionales y de sostenedores privados, todos los cuales merecen nuestra gratitud.
La palabra renacer describe perfectamente el compromiso de todas las fuerzas implicadas en un proyecto sin precedentes, en el que colaboran doce de las mayores instituciones del patrimonio artístico y cultural como Museos, Parques arqueológicos, municipios y bibliotecas, bajo el patrocinio del Ministerio de Cultura y la coordinación del equipo creativo de la Arena, que abre en este espacio una ventana sobre la belleza de Italia en todas sus formas y crea con ello un motivo más para visitar el país, Verona y su anfiteatro romano.
Renace, pues, la ópera en la Arena con un gran sentido de responsabilidad frente al público y a los artistas y con un programa de calidad garantizado por los mejores intérpretes del mundo y repartido en 42 veladas. No podíamos eludir la cita con Aida, la ópera reina del Festival, a los 150 años de su estreno, y que dirigirá Riccardo Muti en dos audiciones en forma de concierto como apertura de un verano que probablemente sea el esfuerzo productivo más considerable en la historia de la Fundación, con seis montajes completamente nuevos que suponen innovación tecnológica, seguridad, tradición y profesionalidad: la pareja verista integrada por Cavalleria rusticana y Pagliacci, el gran aliento del Verdi de Aida, Nabucco y La Traviata o el fabuloso Puccini de Turandot. Habrá también cinco galas (nunca ha habido tantas en la misma temporada) que se unirán al gran evento de un Festival que ya es único con la monumental Messa da Requiem verdiana. Plácido Domingo volverá a ser el protagonista de una velada en el mismo lugar de su debut italiano, mientras la danza irá a cargo de Roberto Bolle and friends y se producirá el esperado debut de Jonas Kaufmann, para terminar con la Novena Sinfonía como homenaje a Beethoven, reciente aún su 250º aniversario. Y es con un abrazo colectivo ante su mensaje de alegría, paz, solidaridad y esperanza que os espero a todos en la Arena de Verona. * Cecilia GASDIA, Intendente y directora artística del Festival Arena de Verona
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