Opinión
OCNE: con la ópera y con Beethoven
El director de la Orquesta y Coro Nacionales de España y su mirada al teatro musical
En la Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE) ponemos un énfasis especial en la diversidad de repertorios para todos nuestros ciclos: Ciclo Sinfónico, Satélites, Conozcamos los Nombres, Descubre, Focus Festival y los proyectos del Área Socioeducativa. Algunas de las citas más importantes y celebradas de las últimas temporadas han sido las óperas. Desde mi primer año como director principal he tenido la suerte de dirigir varios títulos en nuestras temporadas del Auditorio Nacional de Música. Recuerdo de manera muy especial la primera ópera que interpretamos, El holandés errante de Wagner con Bryn Terfel en el papel principal. Este primer proyecto tuvo un impacto positivo tan importante en muchos aspectos que, en la medida de lo posible, quisimos continuar con esta idea en cada temporada.
Además del repertorio puramente sinfónico y sinfónico-coral, que es por supuesto la columna vertebral de nuestra programación, creo que la ópera enriquece nuestra forma de hacer música y nos aporta nuevas formas de expresión. El trabajo de conexión con los cantantes, su influencia en el discurso musical, la respiración, el equilibrio adecuado, etc., son aspectos que se viven y se trabajan muy intensamente en la ópera para crear en el conjunto una flexibilidad única en términos de agógica y dinámica. En la temporada de la OCNE algunas veces también tocamos selecciones de ópera u oberturas, pero tener la posibilidad de interpretar una ópera completa significa abrirnos a un mundo completamente nuevo. En mi opinión, este es un elemento muy importante: como músicos tenemos la responsabilidad de ser activos, ampliando nuestros horizontes, y tratar de dar un paso fuera de nuestra zona de confort de modo que tocar un repertorio nuevo siempre tiene un impacto positivo.
En nuestra segunda producción de Strauss, Elektra, fue esencial el trabajo de transparencia para que pudieran convivir la fuerza dramática de las voces con la impecable pero compleja orquestación para obtener un resultado excelente. Todo ese trabajo deja frutos fantásticos en la orquesta y, al mismo tiempo, permite a nuestro público disfrutar de obras maestras del repertorio operístico de una forma diferente en la que la orquesta puede también brillar como conjunto. Otra obra maestra de la ópera que ha destacado en nuestros atriles ha sido Tristán e Isolda, cuyo trabajo nos permitió desarrollar un enfoque camerístico de la gran ópera wagneriana que nuestro público pudo disfrutar en unas funciones muy emocionantes. Pudimos explorar también cómo la dramaturgia musical desarrollada en la ópera es fuente de inspiración de muchas otras formas de hacer música sinfónica.
En este primer trimestre, hemos estado centrados en Beethoven con nuestro ciclo Ludwig van y pensábamos empezar la temporada con su única ópera, Fidelio, que iba a ser nuestra primera obra del repertorio lírico con un lenguaje más clásico, pero desgraciadamente tuvimos que cambiar de planes por la pandemia. Esperamos que todo esto pase pronto y podamos seguir compartiendo con nuestro público este tipo de experiencias líricas, siempre enriquecedoras. * David AFKHAM, director titular y artístico de la Orquesta y Coro Nacionales de España