Opinión

Teatro Municipal de Santiago - Ópera Nacional de Chile: Incómodos

Una reflexión de la directora artística del Teatro Municipal de Santiago de Chile, sede la la Ópera Nacional del país austral

01 / 06 / 2020 - Carmen Gloria LARENAS* - Tiempo de lectura: 3 min

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Carmen Gloria Laneras Carmen Gloria Larenas, ­directora general del Teatro Municipal de Santiago - Ópera Nacional de Chile © ONC / Patricio MELO

Tiempos tur­­­bulentos, tiempos de cambio; de incertidumbre, de día a día, de no perfección sino más bien de acción. ¡Qué vendaval este coronavirus que vino a desafiarnos de las maneras más diferentes!

"Aprendimos en tiempo récord a navegar en aguas turbulentas y a quienes nos ha tocado encabezar este momento, nos hemos enfrentado a la exigencia de ser líderes cómodos en tiempos de preguntas incómodas"

En solo un par de semanas, quienes trabajamos en las casas de ópera –sin importar el país, ciudad o continente– hemos vivido la impactante experiencia de bajar el telón, cerrar salas, postergar y/o cancelar temporadas para caminar por teatros en silencio y a oscuras, conviviendo con un panorama de incertidumbre. Dijimos adiós a las apasionantes planificaciones de temporadas futuras, y con ello a los sueños de estrenar títulos nunca antes vistos en nuestros escenarios o experimentar con un nuevo­­­ equipo ar­­tístico con la ilusión y convicción de renovar el género para atraer a nuevas ge­­neraciones más audaces, críticas e infieles, sin amor cultivado. Ese espacio de batalla, ahora es un compás de espera. Aprendimos en tiempo récord a navegar en aguas turbulentas y a quienes nos ha tocado encabezar este momento, nos hemos enfrentado a la exigencia de ser líderes cómodos en tiempos de preguntas incómodas. E incómoda parece ser la palabra clave. Se nos hizo más presente aún cuando esta crisis nos lanzó sin remilgos a una relación de verdades incómodas con la tecnología. Explotó el debate de la también incómoda dualidad entre el en vivo versus la experiencia digital. Es contundente la respuesta relativa a que la segunda no reemplaza la primera…

Pero lo interesante hoy es que la experiencia en vivo y en directo quedará en deuda con la experiencia digital en meses y años venideros. Porque en estos momentos, sin duda, el streaming es el que le inyecta vida y presencia al género de una manera transversal y democrática, y a escala mundial.

Si desde los griegos no hemos cambiado nuestra manera de ser y hacer comunidad en torno a las artes, tal vez llegó el momento de ajustar conceptos y modelos. Porque la realidad es que la tecnología permite derribar barreras de acceso como la geográfica y la económica, de un modo en que no hemos sido capaces de hacerlo desde los mismos teatros. Y si todos quienes estamos en esto, en el escenario o atrás, nos movemos para y por las personas, ¿qué hay de malo en un nuevo equilibrio? Un equilibrio en el que los significados relevantes pasarán por ser significativos para las personas de una nueva manera.

Estamos ante un precipicio que conocemos, pero de una forma nueva, y salvarnos significa poner el foco en lo que nos pasa a nosotros mismos y a la ópera, pensando en los demás. En tiempos de reclusión y encierro, la tecnología nos despeja el camino para llegar a lugares y personas que de otro modo no alcanzaríamos. ¿No es acaso esa, una gran alegría para la ópera? * Carmen Gloria LARENAS, ­directora general del Teatro Municipal de Santiago – Ópera Nacional de Chile

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