Opinión
Noches de estreno 236-237
La situación de los estrenos líricos que se habían programado en España para el final de la temporada
La oferta lírica de los meses de junio y julio, anteriores a las programaciones de los festivales que se consolidaba en agosto, voló por los aires por el coronavirus. Una pena, porque se incluían muchas propuestas más que interesantes. En este periodo, en el ámbito de la zarzuela se anunciaba no una, sino dos producciones de La taberna del puerto, la primera en su regreso al Teatro de La Zarzuela después de verse en Sevilla o Valencia y firmada por Mario Gas, con Óliver Díaz en el podio y con las actuaciones de Sabina Puértolas alternándose con María José Moreno, Damián Del Castillo con Rodrigo Esteves y Antonio Gandía con Antoni Lliteres, además de la presencia de Rubén Amoretti. La segunda, en una única representación, se esperaba en la Ópera de Tenerife en un montaje de Mario Pontiggia.
En Oviedo, el Festival de Teatro Lírico Español despedía su edición 2020 con el programa doble integrado por Agua, azucarillos y aguardiente y La revoltosa con dirección musical de Iván López Reynoso en una nueva producción de Curro Carreres, con Beatriz Díaz y Jorge Rodríguez-Norton como protagonistas.
En el ámbito de la ópera, el tramo final de la temporada llegaba con un título que se repetía hasta tres veces: Il Barbiere di Siviglia. El primero se anunciaba en Barcelona, en el Gran Teatre del Liceu, en un nuevo montaje de Josef Ernst Köpplinger con, entre otros, Levy Sekgapane, una propuesta que se estrenaba el 21 de julio y se extendía hasta el 2 de agosto. Eso después del esperado regreso, en junio, de Carmen en la aplaudida propuesta de Calixto Bieito en el que se iban a alternar Anita Rachvelishvili, Varduhi Abrahamyan y Clémentine Margaine en el papel de la gitana.
Otro Barbiere se anunciaba en junio en el Villamarta de Jerez de La Frontera con dos Premios ÓPERA ACTUAL como protagonistas, Borja Quiza y Carol García, con dirección musical de Carlos Aragón y escénica de Giulio Ciabatti. El Teatro Cervantes de Málaga, por su parte, despedía su temporada de aniversario con la edificante obra de Rossini, y también con Carol García como Rosina, junto al gran Carlos Chausson como Dr. Bartolo con Arturo Díez Boscovich en el podio y en la misma producción de Giulio Ciabatti del Villamarta.
En Las Palmas de Gran Canaria los Amigos Canarios de la Ópera intentarán reprogramar en otoño su esperada Traviata con Jessica Pratt y Celso Abelo. Ojalá haya suerte. En Madrid, el Teatro Real esperaba presentar ante el público español la ópera La Pasajera (Weinberg), con David Afkham a la batuta y en un montaje de David Pountney, tal y como se informaba en ÓPERA ACTUAL 233. El Real, además, espera poder ofrecer en julio algunas funciones de La Traviata de Willy Decker que se tenía que haber presentado en mayo y que se reponía en julio; la idea es poder hacerla incluso en versión semi escenificada si la fase de desconfinamiento en la que entonces se encuentre la ciudad permite un aforo suficiente (lo ideal sería el 50 por cien).
Un clásico como es La flauta mágica se tenía que ofrecer en el Teatre Principal de Palma, mientras que otro triunfador en la Viena imperial del siglo XVIII, el valenciano Martín i Soler, se anunciaba con su Tutore burlato en el Palau de Les Arts de Valencia con cantantes del Centre de Perfeccionament (que ya han vuelto al trabajo) dirigidos por Cristóbal Soler y en una producción de Jaume Policarpo. El teatro de Calatrava despedía su curso con Faust, con John Osborn, Ailyn Pérez y Alex Esposito en los papeles protagonistas, y con Michel Plasson en el podio.
En cuanto a propuestas musicales dramatizadas, también se esperaba con curiosidad una escenificación de la Misa Solemnis de Beethoven en el Teatro Arriaga de Bilbao con la firma de Calixto Bieito, Premio ÓPERA ACTUAL 2019.
En cuanto al final de la temporada de conciertos previa a los festivales de verano se había programado, en Alicante, una audición de Los Planetas (Holst) con la soprano Ángeles Blancas, el Te Deum de Berlioz en la temporada de la Orcam en Madrid con Airam Hernández y dirección de Víctor Pablo Pérez, un recital de Miren Urbieta-Vega y Maite Arruabarrena en la Fundación Baluarte de Pamplona y, también en la capital navarra pero con las voces de Alessandro Scotto di Luzio, José Antonio López y el Orfeón Pamplonés, la Messa di Gloria de Puccini como final de la temporada de la Nafarroako Orkestra Sinfonikoa bajo la dirección de Manuel Hernández-Silva.– ÓA