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Wagner vuelve al Liceu con ‘Parsifal’
Se presenta en una producción propia estrenada en febrero de 2011 en la que el director de escena Claus Guth sitúa la acción tras la primera Guerra Mundial
Barcelona
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Parsifal: Nikolai Schukoff. Kundry: Elena Pankratova. Gurnemanz: René Pape. Amfortas: Matthias Goerne. Klingsor: Evgeni Nikitin. Titurel: Paata Burchuladze. Primera chica flor: Isabella Gaudí. Segunda chica flor: Núria Vilà. Tercera chica flor: Mercedes Gancedo. Cuarta chica flor: Sonia de Munck. Quinta chica flor: Tanit Bono. Sexta chica flor: Marifé Nogales. Primer caballero: Josep Fadó. Segundo caballero: Felipe Bou. Primer escudero: Cristina Toledo. Segundo escudero: Claire Presland. Tercer escudero: Facundo Muñoz. Cuarto escudero: Marc Sala. Una voz: lare Presland. Bailarín: Joaquín Fernández. Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu. Cor del Liceu. (Dirección: Pablo Assante). Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: Claus Guth.
Tras cinco años y medio sin una ópera representada, Wagner regresa al Gran Teatro del Liceu con Parsifal, que el coliseo lírico barcelonés presenta en una producción propia estrenada en febrero de 2011 en la que el director de escena Claus Guth sitúa la acción tras la primera Guerra Mundial trazando un paralelismo entre el argumento operístico y la historia de la Alemania de entreguerras.
En noviembre de 2017 se representó por última vez una ópera de Wagner en el Gran Teatre del Liceu. Fue Tristan und Isolde en la producción de la Opéra de Lyon firmada escénicamente por Àlex Ollé. La temporada 2018-19 no incluyó ningún título wagneriano, el curso 2019-20 se vio interrumpido por la pandemia justo cinco días antes del estreno de una nueva producción de Lohengrin, el Tannhäuser programado la temporada 2020-21 tuvo que cancelarse a causa de las restricciones por la Covid-19 y el curso 2021-22 no incluía ninguna ópera wagneriana. Ahora, cinco años y medio después de las funciones de Tristan und Isolde, Wagner vuelve al Liceu con Parsifal, que se presenta con un reparto de lujo encabezado por Nikolai Schukoff, Elena Pankratova, René Pape, Mattias Goerne, Evgeni Nikitin y Paata Burchuladze en la reposición de la producción del propio teatro firmada por Claus Guth y estrenada en el coliseo lírico barcelonés el 20 de febrero de 2011.
Una producción que sitúa la acción tras la Primera Guerra Mundial en un decadente sanatorio para heridos de la guerra, donde los caballeros que custodian el grial son médicos; los escuderos, celadores y enfermeras; Gurnemanz es un sacerdote; Amfortas, enfermo y deprimido, es el director del hospital tras suceder en el cargo a Titurel; y Klingsor es el propietario de un burdel de lujo. Guth traza en la puesta en escena un paralelismo histórico entre la narración operística y la historia de la Alemania de entreguerras.
Parsifal experimentado
El tenor austriaco Nikolai Schukoff desconoce la producción de Guth, pero se muestra ansioso por trabajar de nuevo con Josep Pons, a quien califica de “fantástico director de voces”. “El reparto de Parsifal en el Liceu es maravilloso, pero más que el reparto lo que me gusta es poder trabajar con Pons, a quien tuve la suerte de conocer en 2011 en una versión de los Gurrelieder de Schoenberg que hicimos y de la que existe una fantástica grabación en DVD de Deutsche Grammophon. Pons conoce realmente lo que significa cantar. Es un gran director, ama a los cantantes y eso no es tan normal en el mundo de la ópera. Hay muchos directores que trabajan con cantantes, pero que no quieren a los cantantes”, señala.
Schukoff es un veterano intérprete de Parsifal, papel que debutó en abril de 2007 en la Bayerische Staatsoper sustituyendo a Plácido Domingo, quien había renunciado a cantar la ópera en el coliseo bávaro porque no quería hacer la producción de Peter Konwitschny. “Para interpretar a Parsifal se necesita una voz dramática, pero no es un papel largo ni difícil de cantar. Para mí, cuando lo debuté hace 17 años, era fácil”, explica el tenor. “Le contaré una historia. En uno de los ensayos de esa producción, un viejo barítono del reparto me dijo: ‘Bien muchacho, nunca pensé que pudieras cantar así. Felicidades, pero prométeme que aprenderás a cantar’. Me sentí ofendido, porque ya llevaba más de una década como cantante profesional. Entonces el barítono añadió: ‘No me has entendido. Ahora cantas con tu juventud, con energía, pero cuando llegues a mi edad debes tener una técnica precisa, de lo contrario no podrás cantar Parsifal’. Y tenía razón. Si quieres estar muchos años en el escenario debes tener una sólida técnica y eso significa trabajo duro y constante”.
“Cuando empecé a cantar Parsifal era 17 años más joven y era más creíble que ahora en el primer acto, pero para el segundo necesitas mucha más experiencia. La interpretación debe emocionar. En 2015, mientras ensayaba el personaje en Berlín, me llamaron de Austria para decirme que mi madre estaba muy enferma y que si quería verla viva por última vez debía ir de inmediato. El teatro me dio permiso para viajar, y ella murió; al día siguiente de su fallecimiento regresé a Berlín y durante el ensayo del primer acto, en el que se habla de la madre de Parsifal, no paraba de llorar. Algo como esto te cambia el enfoque de la interpretación, y ahora es mucho más profunda que cuando empecé a cantarlo”.

El tenor austriaco Nikolai Schukoff como Parsifal en Toulouse
Color soleado
Para Nikolai Schukoff el principal reto vocal del rol de Parsifal es “hallar el color adecuado para interpretar un papel escrito para una voz entre tenor y barítono y aportarle un timbre brillante e incisivo, es decir, un color baritonal con squillo”. El tenor, tras sustituir a Domingo en Múnich en 2007, fue contratado dos años más tarde para ser el cover del español en su despedida del rol en Berlín. “Domingo tenía entonces 68 años, pero su voz era la justa para cantar el personaje, con esa voz baritonal pero con un color soleado. Esa es realmente la dificultad de Parsifal, debes tener esa voz oscura y a la vez soleada, que sea bonita y emocionante, con la que poder hacer ese viaje que va del joven Parsifal del primer acto al Parsifal maduro del segundo y el tercero”.– ÓA
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