'The Magic Opal', la opereta inglesa de Isaac Albéniz

El Teatro de La Zarzuela trae de vuelta una obra excepcional adaptada al castellano y que reflexiona, en el montaje de Paco Azorín, sobre la banalización del amor a través de la tecnología

23 / 03 / 2022 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 5 min

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themagicopal-operaactual-zarzuela Diseño escenográfico de la nueva producción de Paco Azorín de 'The Magic Opal' © Teatro de La Zarzuela / Paco AZORÍN
themagicopal-operaactual-zarzuela Diseño escenográfico de la nueva producción de Paco Azorín de 'The Magic Opal' © Teatro de La Zarzuela / Paco AZORÍN

Madrid

Teatro de La Zarzuela
Albéniz: THE MAGIC OPAL
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Lolika: Ruth Iniesta / Carmen Romeu. Alzaga: Santiago Ballerini / Leonardo Sánchez. Carambolas: Luis Cansino / Rodrigo Esteves. Trabucos: Damián del Castillo / César San Martín. Martina: Carmen Artaza / Mar Campo. Aristippus: Jeroboám Tejera. Olympia: Helena Ressurreiçao. Zoe: Alba Chantar. Pekito: Gerardo López. Curro: Tomeu Bibiloni. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Coro Titular del Teatro de La Zarzuela (Dirección: Antonio Fauró). Dirección musical: Guillermo García Calvo. Dirección de escena: Paco Azorín.

 

Otro mundo. Alocado, sentimental, exótico… Con mucho de irreverencia y los prismáticos musicales apuntando a toda Europa. Así es The Magic Opal, la opereta inglesa de Isaac Albéniz que conquistó Londres y reafirmó una voz lírica propia. El Teatro de La Zarzuela trae de vuelta una obra excepcional, adaptada ahora al castellano, y que reflexiona en el montaje de Paco Azorín sobre la banalización del amor a través de las nuevas tecnologías. 

Entre la adaptación inglesa de una opereta de Charles Lecocq (Le coeur et la main) y otra de Carl Millöcker, el compositor español Isaac Albéniz, establecido en Londres desde 1890, recibe el encargo por parte del empresario Lowefeld de componer una obra lírica que se ajustara tanto al desenfadado perfil escénico anglosajón como a la estructura interna de las compañías que venían funcionando en el Lyric Theatre.

Para asegurar el éxito de esta nueva empresa, el libreto había de ser una adaptación de una obra de Arthur Law, tal vez el escritor con mayor éxito del momento. El argumento no podía ser más disparatado: los trasuntos amorosos en el exótico mercado griego de Karakatol entre el bandido Trabucos, la joven Lolika, la eterna solterona Olympia y el alcalde Carambollas. En el centro de la acción, la disputa por un ópalo mágico que tiene el poder de poner a cualquiera que lo toque a los pies del portador.

Como se puede desprender de la trama, la obra se desenvuelve con soltura en el territorio de la comedia y se refuerza con elementos reconocibles por el espectador como la búsqueda del exotismo.

© Teatro de La Zarzuela / Paco AZORÍN

Diseño escenográfico de la nueva producción de Paco Azorín de 'The Magic Opal'

Estilo poliédrico

La música que despliega Albéniz se ajusta a esa necesidad de conexión con el público inglés sin caer en banalidades ni olvidar una multiplicidad referencial que mira a media Europa.

Guillermo García Calvo

“La partitura de The Magic Opal nos habla de otra faceta del compositor completamente nueva”, comenta a ÓPERA ACTUAL Guillermo García Calvo, director musical del coliseo lírico madrileño y que llevará las riendas de esta nueva producción que utiliza la edición crítica que firma Borja Mariño. “La música recoge sabiamente, dejándose inspirar pero nunca copiando, diversas influencias de las corrientes europeas de finales del XIX, anticipando el impresionismo francés de Lalo, Chausson o Fauré, incluyendo ritmos y colores orquestales cercanos al verismo de Puccini o al neoclasicismo del Falstaff de Verdi, y mirando de reojo a las operetas francesas de Offenbach o a La fille du régiment de Donizzeti. Por supuesto escuchamos también atmósferas de opereta y sinfonismo ingleses, y muy de vez en cuando, como un sello de identidad, giros melódicos propiamente españoles”.

Una de las peculiaridades de la partitura es el uso de la voz que propone Albéniz, con un lirismo mejor concebido que en otras obras líricas suyas, como es el caso de Merlín, sin por ello modificar el nivel de exigencia. “Cada personaje está perfectamente retratado a nivel vocal”, continúa el maestro madrileño, “como si vistiera un traje hecho a perfecta medida. El reparto es de una gran variedad, y podremos escuchar todas las tesituras, desde soprano hasta bajo cómico, con una escritura que va desde lo verista a lo bufo”, concluye.

Mujer de ideas claras

El Teatro de La Zarzuela ha preparado dos repartos de garantías para abordar este reestreno del éxito operístico de Albéniz integrados por, entre otros, Damián del Castillo, Luis Cansino o Carmen Romeu.

© La soprano Ruth Iniesta

Ruth Iniesta

La protagonista principal, Lolika, está encarnada en el primer cast por una de las voces más reconocidas del actual panorama lírico español, Ruth Iniesta. “Lolika es una chica fuerte, decidida, con las ideas muy claras”, argumenta la soprano a ÓPERA ACTUAL. “Sabe perfectamente qué cartas tiene que jugar y cómo hacerlo para conseguir su objetivo, que es estar con Alzaga. Es una muchacha de corazón muy limpio. Y vocalmente su papel no es nada sencillo, porque necesita de una gran homogeneidad en el registro, ya que la mayor parte del personaje está escrito en la zona central tendiendo al grave, para luego dar paso a algunos momentos de brillo y con un poco de agilidades en el vals del primer acto. En The Magic Opal Albéniz crea una música muy variopinta, con melodías que encajarían perfectamente en una obra de Disney y fragmentos muy reconocibles de nuestro folclore español”, comenta.

La propuesta escénica la firma el regista y escenógrafo Paco Azorín con su habitual respeto hacia el plano musical pero reivindicando su labor a la hora de incorporar nuevas polisemias al entramado original. En este caso la acción se desarrolla en un cubo con multitud de puertas en el cual los protagonistas se pondrán a prueba para conseguir el anillo mágico, incorporando un maestro de ceremonias muy particular (Eros XXI) y con el mundo digital de las aplicaciones de contactos virtuales y los encuentros amorosos como telón de fondo. ¿Dónde residirá el deseo? ¿En una mirada o en una pantalla táctil?– ÓA