Plácido Domingo es Nabucco en Les Arts

El artista madrileño regresa a Valencia con las entradas agotadas para todas sus funciones

28 / 11 / 2019 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 4 min

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Domingo Nabucco Plácido Domingo en su última actuación en el Palau de Les Arts, un concierto de arias y romanzas realizado en diciembre de 2018 © Les Arts / Miguel LORENZO
Domingo Nabucco Thaddeus Strassberger traslada la acción, con trajes de época, a La Scala de 1842, el teatro que vio el estreno absoluto de 'Nabucco'. La obra se verá en Les Arts de Valencia © Opera Philadelphia / Kelly & Massa
Domingo Nabucco Thaddeus Strassberger traslada la acción, con trajes de época, a La Scala de 1842, el teatro que vio el estreno absoluto de 'Nabucco' © Opera Philadelphia / Kelly & Massa
Domingo Nabucco Thaddeus Strassberger traslada la acción, con trajes de época, a La Scala de 1842, el teatro que vio el estreno absoluto de 'Nabucco' © Opera Philadelphia / Kelly & Massa

Palau de Les Arts
Verdi: NABUCCO
2, 5, 8, 11, 14, 16_12

Nabucco: Plácido Domingo / Amartuvshin Enkhbat. Ismaele: Arturo Chacón-Cruz. Zaccaria: Riccardo Zanellato. Abigaille: Anna Pirozzi. Fenena: Alisa Kolosova. Il Gran Sacerdote di Belo: Dongho Kim. Abdallo: Mark Serdiuk. Anna: Sofía Esparza. Orquestra de la Comunitat Valenciana. Cor de la Generalitat Valenciana (Dir.: Francesc Perales). Dirección: Jordi Bernàcer. Dirección de escena: Thaddeus Strassberger.

Pueden cambiar los escenarios de fondo o las reivindicaciones sociales, pero los cantos a la injusticia raramente tienen fecha de caducidad. El Palau de Les Arts trae a los escenarios el más famoso de ellos, Nabucco (1842), la ópera de Verdi politizada por antonomasia, con presencia de Plácido Domingo (que en octubre cantó la obra en Zúrich con gran éxito) y bajo la elegante visión de Thaddeus Strassberger y sus juegos con la cuarta pared.

"'Nabucco' catapultó la audacia creativa de un joven de 28 años a un nivel de madurez sorprendente"

No deja de resultar paradójico que la obra que incluye el himno contra la esclavitud más popular de la historia iniciara la época creativa que el propio compositor llamó como anni di galera. Fue una larga década con un ritmo frenético de composición, cuando las convenciones operísiticas hicieron sentir a Verdi como un verdadero prisionero del sistema. El tapón represivo se expulsaría, de manera más que genial, con la composición de su trilogía popular –Rigoletto (1851), Il Trovatore (1853), La Traviata (1853)-, pero mucho antes de eso Nabucco catapultó la audacia creativa de un joven de 28 años a un nivel de madurez sorprendente. Es difícil saber si la metamorfosis estilística que inicia Nabucco tuvo que ver con el dramático devenir vital del compositor.

Tras perder a su mujer y sus dos hijos, Verdi emprende una huida hacia delante donde las dudas y ambiciones de Nabucodonosor II, con su caída y nuevo auge tras una crisis de fe, ejercen de símil inevitable. Aunque muchos son los elementos novedosos, desde el aspecto tímbrico hasta el estructural, es tal vez el personaje de Abigaille, la falsa hija mayor de Nabucco, el que se sitúa más a la vanguardia de los nuevos arquetipos románticos.

El montaje que se verá en Les Arts, en coproducción con la Washington National Opera, The Minnesota Opera y Opera Philadelphia, recae en las manos de Thaddeus Strassberger, que propone un doble salto temporal, haciendo hincapié en la estética visual y el metalenguaje operístico: la acción, con trajes de época, se traslada a La Scala de 1842 que vio el estreno, con oficiales austro húngaros en los laterales del ficticio coliseo italiano. La metáfora del ser humano tropezando ayer, hoy y siempre ante la misma piedra es evidente.

El director Jordi Bernàcer

La dirección musical corre a cargo de un viejo conocido de la casa, Jordi Bernàcer, antiguo asistente de Lorin Maazel y colaborador asiduo de muchos otros, como Riccardo Chailly o Zubin Mehta. Regresa tras años al otro lado del charco, como director residente de la Ópera de San Francisco. “Este es el teatro en el que crecí interpretando el repertorio operístico”, comenta el director alicantino a ÓPERA ACTUAL, “y a su vez lo vi crecer, estuve presente desde el primer día. Aquí tuve el privilegio de trabajar junto a grandes maestros y dirigir diferentes producciones. Ahora me siento muy ilusionado por bajar de nuevo al foso y reencontrarme con un coro y orquesta fabulosos”.

Nabucco es una partitura querida por Bernàcer: “Las dos óperas anteriores de Verdi se encuentran muy lejos de los hallazgos compositivos que trae Nabucco”, explica el músico. “Una fuerza arrolladora se respira en toda la partitura. Verdi asume y bebe de las tradiciones del repertorio en boga, y a la vez innova con detalles que nos hacen intuir lo que llegaría después, tal vez porque ya tiene en mente un modelo de ópera que transformará a lo largo de su obra de toda la segunda mitad del siglo XIX. Por mi parte, a la hora de trabajar una partitura de esta complejidad me gusta tomar como punto de partida el mismo del que salía el compositor: el libreto. Un texto en manos de un gran compositor determina mucho más que el relato o la ambientación. La métrica, la fonética, son fundamentales para la composición vocal. Después llega el estudio estrictamente musical y por último la reflexión necesaria para interpretar la obra”, concluye el director.

La batuta de Jordi Bernàcer se encargará de Nabucco en seis pases desde el día 2 hasta el 16 de diciembre. En el papel protagonista se alternarán Plácido Domingo y Amartuvshin Enkhba. El resto del reparto lo completan Anna Pirozzi, Arturo Chacón-Cruz, Riccardo Zanellato, Alisa Kolosova, Dongho Kim, Mark Serdiuk y Sofía Esparza.– ÓA