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Muere a los 74 años Edita Gruberova, la 'Reina de la coloratura'
La soprano cantó su última ópera en marzo de 2019 y se retiró definitivamente en septiembre de 2020 tras 50 años de carrera
La soprano eslovaca Edita Gruberova ha muerto este lunes 18 de octubre a los 74 años en Zúrich, según ha informado su familia a través de la agencia en Múnich que la representaba, Hilbert Artists Management, que ha indicado que la causa de la muerte se ha debido a una lesión en la cabeza por un accidente. La Reina de la coloratura, como era conocida por su extraordinaria agilidad y su habilidad para cantar notas agudas, se despidió de los escenarios operísticos en marzo de 2019 y se retiró definitivamente en septiembre de 2020 tras 50 años de carrera.
El extraordinario dominio de las agilidades de Edita Gruberova, junto a su gran técnica, que le permitió, incluso al final de su carrera, sostener largas frases sul fiato, abordar trinos, escalas y notas picadas, así como sus perfectas messa di voce y sus pianísimos que se desvanecían en el aire, unido a su pasmosa facilidad para las notas agudas, llegando hasta el Fa5, la convirtieron en una leyenda. Ella, la Gruberova, era la Reina de la coloratura, lo fue durante medio siglo, hasta que dijo adiós a la ópera representada en 2019 cantando en marzo de ese año su último papel sobre el escenario de un teatro: Elisabetta, reina de Inglaterra, de la ópera Roberto Devereux en la Bayerische Staatsoper. Siguió cantando recitales y conciertos y ofreciendo clases magistrales hasta que en septiembre de 2020 decidió dejar definitivamente de cantar tras haber tenido que cancelar diversas actuaciones a causa de la pandemia.
Su voz, inicialmente de soprano lírico-ligera, fue evolucionando con el tiempo hasta convertirse en una soprano lírica y abordar papeles de mayor peso dramático. Mozart, del que fue una gran intérprete, Donizetti y Bellini fueron sus compositores de referencia, a los que hay que añadir Rossini y Richard Strauss, cuya interpretación de Zerbinetta –el rol que más veces cantó a lo largo de su carrera, 200– fue de referencia.
Su interpretación de la Reina de la Noche catapultó su carrera, pero también ofreció grandes interpretaciones del personaje de Konstanze de El rapto del serrallo. En 1981 debutó el rol de Giunia de Lucio Silla en la Ópera de Zúrich y en 1986 cantó por primera vez el rol de Donna Anna del Don Giovanni en la Bayerische Staatsoper.
Lucia di Lammermoor fue uno de sus grandes papeles, que debutó en Graz (Austria) en 1975 y que mantuvo en su repertorio hasta 2009, año en que cantó la ópera por última vez en una representación lírica, pero mantuvo en sus conciertos la escena de la locura hasta prácticamente el final de su carrera. De Donizetti también interpretó los tres títulos de la Trilogía Tudor –Maria Stuarda, Roberto Devereux y Anna Bolena, estos dos últimos debutados en el Liceu en 1990 y 1992, respectivamente–; Linda de Chamonix; La fille du régiment, papel que cantó por primera vez también en el Liceu, en 1993; y Lucrecia Borgia que debutó en 2009, a los 63 años, en la Bayerische Staatsoper.
La Giuletta de I Capuletti e I Montecchi y la Elvira de I Puritani fueron dos de sus grandes interpretaciones de roles bellinianos. Cantó su primera ópera de Bellini, La sonnambula, en 1983 en el Grand Théâtre de Genève y no abordó el papel de Norma hasta 2006, cuando estaba a punto de cumplir 60 años.
Edita Gruberova nació el 23 de diciembre de 1946 en Rača, a escasos kilómetros al norte de Bratislava (Eslovaquia), ciudad en la que estudió canto en el conservatorio entre 1961 a 1968, año en el que debutó en la Ópera de Bratislava, el 18 de febrero, interpretando el papel de Rosina de Il barbieri di Siviglia. Había empezado a cantar de pequeña en el coro del colegio y en el coro de niños de la radio eslovaca.
En 1968, Gruberova participó en Concurso de Canto de Toulouse, donde obtuvo el segundo premio, lo que le facilitó que la contrataran para formar parte de la compañía de ópera del Teatro Jozef Gregor Tajovský de la población del centro de Eslovaquia Banská Bystrica, donde permaneció hasta 1970. Allí cantó por primera vez el personaje de Violeta Valery de La Traviata, y adquirió tablas hasta que a finales de 1969 consiguió una audición en la Wiener Staatsoper, donde debutó en 1970 cantando el papel de Reina de la Noche de Flauta Mágica.
En Viena perfeccionó su técnica vocal con Ruthilde Boesch y no tardó en ser solicitada para cantar en los principales teatros de Alemania y en los grandes festivales y teatros de Europa y Estados Unidos. En 1973 debutó en el Festival de Glyndeburne, al año siguiente cantó en el Festival de Salzburgo y en la Bayerische Staatsoper.

Edita Gruberova junto a José Bros, en una versión en concierto de 'Roberto Devereux' en 2013 en el Teatro Real de Madrid
Su debut en el Metropolitan de Nueva York tuvo lugar en 1977 cantando el papel que la había hecho famosa, la Reina de la Noche. Al año siguiente se presentó en la Scala de Milán interpretando el rol de Konstanze de El rapto del serallo, el mismo papel con el que debutó ese mismo año en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, coliseo con el que mantuvo una estrecha y larga relación a lo largo de toda su carrera y un idilio con el público, que la adoraba. Poco a poco fue debutando en todos los grandes coliseos.
Poseedora de una amplia discografía, Edita Gruberova creó en 1992 su propia compañía discográfica, Nightingale Classics, lo que le permitió elegir a los directores y los cantantes con los que quería grabar. El primer disco que publicó con su sello fue Beatrice di Tenda, una grabación en directo realizada en el Konzethaus de Viena los días 31 de enero y 1 de febrero de 1992 bajo la dirección de Pinchas Steinberg. Le siguieron Linda di Chamonix (1993) bajo la dirección de Friedrich Haider y en cuyo reparto figura el bajo español Stefano Palatchi; Roberto Devereux (1994), también bajo la dirección de Haider; Anna Bolena (1994) bajo la dirección de Elio Boncompagni y formando pareja con José Bros, con quien había debutado el rol en el Liceu en 1992; La fille du régiment (1995), con dirección musical de Marcello Panni; Il barbieri di Siviglia (1997), junto a Juan Diego Flórez y bajo la dirección de Ralf Weikert; Norma (2004), con Elīna Garanča y Aquiles Machado dirigidos por Haider; y Lucrezia Borgia (2010) con José Bros y dirección musical de Andriy Yurkevych.- ÓA
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