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Muere a los 89 años la gran Teresa Berganza
La mezzosoprano madrileña falleció esta mañana en su casa de San Lorenzo de El Escorial
Una de las más grandes de la lírica española, la mezzosoprano madrileña Teresa Berganza, falleció esta mañana en su casa de San Lorenzo de El Escorial. Considerada una de las grandes intérpretes de Rossini y Mozart, del repertorio liederístico y de la canción española, sin olvidar su personal retrato de la protagonista de Carmen de Bizet, se convirtió en un ejemplo por su sólida técnica –su legado en este campo perdurará para siempre– y por sus facultades expresivas e interpretativas.
Su muerte ha impactado profundamente al mundo de la lírica. La mezzosoprano madrileña Teresa Berganza, falleció esta mañana en su casa de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) a los 89 años. Desde que se ha dado a conocer la triste noticia las redes sociales han servido como contendor del dolor que afecta a los aficionados y intérpretes de todas las nacionalidades. Artistas como María José Montiel, Daniel Bianco, Plácido Domingo, Annalisa Stroppa, María Bayo, Rubén Fernández Aguirre, Simón Orfila, Ainhoa Arteta, Miren Urbieta-Vega, Antoni Lliteres, María José Suárez, Raquel Lojendio o Ana Lucrecia García han expresado su consternación, al igual que teatros como el madrileño Teatro de La Zarzuela, el Teatro Real, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Festival Castell de Peralada, La Fundación Victoria de los Ángeles, la Fundación Montserrat Caballé, el Operastudio de la Universidad de Alcalá de Henares o La Scala de Milán.
Nacida en Madrid en 1933, la cantante, retirada de la escena desde hace años, se había dedicado en las últimas décadas a la enseñanza y a participar como jurado de distintas competiciones líricas. Miembro del Comité de Honor de ÓPERA ACTUAL, su voz y su temperamento despertaron admiración desde el despegue de su carrera internacional en 1957, en el Festival de Aix-en-Provence, realizando una trayectoria que la llevaría a los escenarios más importantes del mundo que fue reconocida al ser galardonada, en 1991, con el premio Príncipe de Asturias de las Artes. A su magisterio quedarán para siempre unidos personajes operísticos como Cherubino de Le nozze di Figaro y Rosina de Il barbiere di Siviglia.
Comenzó su formación musical en su colegio, la Escuela de la Fundación Vázquez de Mella, que profundizó en el Conservatorio de Madrid en las especialidades de piano, órgano, composición, armonía, música de cámara, historia de la música y dirección orquestal. Al finalizar una primera etapa continuó en la cátedra de canto y técnica vocal de Lola Rodríguez Aragón, destacando por su virtuosismo en el repertorio clásico y belcantista. Se graduó en 1954 siendo galardonada con el Premio Fin de Carrera de Canto y becada por el Ministerio de Educación para perfeccionarse en Austria.
Antes de su despegue en Aix, había debutado en 1956 en el Ateneo de Madrid con el ciclo de Lieder de Schumann Frauenliebe und Leben y con canciones de Reger y Montsalvatge, el mismo año en que se presentó en París en el Théâtre du Champs-Elysées junto a Ataúlfo Argenta cantando un programa centrado en Manuel de Falla, autor del que se convertiría en una referencia. En 1957 el Festival de Aix-en-Provence (Francia) la consagra como una Dorabella de manual en la ópera de Mozart Così fan tutte. En ese mismo escenario Teresa Berganza ofrecería gran parte de su repertorio, como su ejemplar Cherubino (Nozze di Figaro, Mozart), su inolvidable Rosina (Barbiere di Siviglia, Rossini) o su impecable Ruggiero (Alcina, Händel).
Su triunfo en Aix se produjo poco después de su debut milanés, donde había ofrecido un concierto junto a la RAI de Milán con Dido and Aeneas (Purcell), año en el que participó en una película como Isabella, la protagonista de L’Italiana in Algeri (Rossini). En el festival inglés de Glyndebourne impactó con su Cherubino y, siempre en 1957, realizó su presentación en La Scala de Milán en la ópera de Rossini Le Comte Ory. Su debut en Estados Unidos se produjo al año siguiente en Dallas nada menos que junto a Maria Callas como Neris en Medea (Cherubini), compañía en la que además interpretaría otro de sus papeles fetiche, el de Isabella en L’Italiana in Algeri. A partir de entonces también comienza a desarrollar una importante carrera discográfica en la que llevará al estudio gran parte de su repertorio, con más de 200 grabaciones entre recitales, óperas completas, oratorios y zarzuelas.
En 1960 debuta con Rosina en la Royal Opera House del Covent Garden de Londres y en 1967 canta por primera vez en el Metropolitan Opera de Nueva York (Cherubino), ciudad en la que se había presentado en un recital en el Carnegie Hall en 1964. En el Colón de Buenos Aires debuta con La Cenerentola (Rossini), teatro en el cual era adorada y donde ofrecería la práctica totalidad de su repertorio. Su ya imparable trayectoria la llevaría a trabajar con directores de la talla de Herbert Von Karajan, Karl Böhm, Georg Solti, Carlo Maria Giulini, Claudio Abbado, Franco Zeffirelli, Jean-Pierre Ponnelle, Giorgio Strehler o Piero Faggioni. Otro de sus papeles fetiche fue la protagonista de Carmen, de Bizet, personaje al que brindó nuevas aristas interpretativas, haciéndolo suyo desde su primera interpretación en el Festival de Edimburgo, en 1977, junto a Plácido Domingo. También se convertiría en uno de sus personajes emblemáticos la Charlotte de Werther (Massenet), que incorporaría en 1979 en la Ópera de Zúrich.
Debido a su maternidad, equilibra desde muy temprano su agenda operística de actuaciones con recitales y conciertos, convirtiéndose en una especialista en el repertorio español, alemán, latinoamericano, ruso y francés, identificándose con compositores como Monteverdi, Bach, Vivaldi, Haydn, Brahms, Schubert, Schumann, Fauré, Musorgsky, Falla, Granados, Turina, Lorca, Mompou, Montsalvatge, Guastavino, Villa-Lobos, Ginastera, Piazzolla o Rodrigo. Ha participado en varios proyectos operísticos cinematográficos, como Il Barbiere di Siviglia (1972), Don Giovanni, Mozart, (Losey, 1979), Werther y Carmen (1980).
En 1992 participó en la Expo de Sevilla en la gala inaugural del Teatro de La Maestranza y además cantando Carmen junto al tenor Josep Carreras y bajo la dirección de Plácido Domingo. Desde 1995 forma parte de la Sección de Música de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ha sido catedrática de canto de la Escuela Superior de Canto Reina Sofía de Madrid y en los últimos años se ha dedicado a la formación dictando clases magistrales en todo el mundo.
Entre otras distinciones y reconocimientos poseía el Lazo de Isabel la Católica, la Medalla de Oro de Bellas Artes en 1982, la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, Gran Premio Rossini, Premio Mundial de la Crítica, varias veces el Gran Premio del Disco, Mujer del Año 1993 en Estados Unidos, Premio Nacional de Música 1996, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1991 , Premio ÓPERA ACTUAL 2005, era Hija Adoptiva de San Lorenzo de El Escorial, doctora Honoris Causa de la Universidad de Alcalá de Henares y Comendadora de Artes y Letras de la República Francesa. Llevan su nombre un Conservatorio en Madrid, un Auditorio en Villaviciosa de Odón (Madrid) y una calle en San Lorenzo de El Escorial. Su autobiografía se titula Flor de soledad y silencio: Meditaciones de una cantante (2000).
Todos quienes hacemos esta revista nos unimos al duelo de su familia, que ha anunciado que el entierro se realizará en la intimidad, por expreso deseo de la cantante.“Addio” de Rossini, “Addio” de Teresa. “Quiero irme sin hacer ruido… No quiero anuncios públicos, ni velatorios, ni nada. Vine al mundo y no se enteró nadie, así que deseo lo mismo cuando me vaya”. Toda la familia respetamos su voluntad.
Nuestro homenaje será recordarla en toda su plenitud y seguir disfrutando de ella a través de sus interpretaciones para recordarla siempre.
El Teatro Real ofrece desde hoy el acceso gratuito a la Gala de Homenaje a Teresa Berganza en este enlace de MyOperaPlayer, un acto celebrado el 21 de junio de 2013 con motivo de su 80º cumpleaños y presidida por la Reina Doña Sofía. El coliseo lírico madrileño ha anunciado además que la edición de este año de su Semana de la Ópera, que se celebrará en junio, estará dedicada a la memoria de la cantante.– ÓA
Miembro del Comité de Honor y Premio ÓPERA ACTUAL

Desde ÓPERA ACTUAL nos unimos al dolor que supone perder a un ser querido para todos los que hacemos la revista y para toda la familia de la lírica española y mundial. La gran mezzosoprano madrileña Teresa Berganza, que ocupaba un lugar de privilegio en nuestro Comité de Honor, fue todo un ejemplo de dedicación, rigor interpretativo y excelencia artística. Ejemplo para multitud de artistas de varias generaciones, incluidas las actuales, Berganza formó parte de esa generación de oro de la lírica española. Fue una mujer entusiasta, volcada en su profesión y con un gran rigor musical, que tras una gran carrera internacional que la llevó por los más importantes teatros, festivales y salas de conciertos de todo el mundo, mantuvo durante años su apuesta por los jóvenes compartiendo su arte y conocimientos ya fuese en clases magistrales o concursos de canto. Entrañable, humana, cercana, amable, simpática, llena de vida y de amor por el prójimo y por la lírica y el arte, esta gran artista fue también una gran mujer que tuvo de superar grandes retos y dificultades a lo largo de su vida, pero a los que siempre se enfrentó con fortaleza y un espíritu emprendedor, llena de vida y entusiasmo. Los que la tuvimos cerca no la olvidaremos por su gran personalidad, el enorme cariño que profesaba a los suyos y a sus amistades y su imborrable sonrisa y simpatía que todo lo inundaba, al igual que su excelso canto ahora ya inmortal. Descanse en Paz y nuestro más sincero recuerdo y ánimo para sus hijos y nietos a los que adoraba. * Fernando SANS RIVIÈRE, director de ÓPERA ACTUAL
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