NOTICIAS
ACTUALIDAD
Muere a los 87 años Josep Soler, compositor, ensayista, teórico de la música y pedagogo
Autor de varios centenares de obras, escribió 16 óperas de las cuales solo se han estrenado una cuarta parte
El compositor, ensayista, teórico de la música y pedagogo Josep Soler Sardà murió en la madrugada de ayer, 9 de octubre, en Barcelona a los 87 años. Soler es uno de los más singulares autores musicales españoles del siglo XX, compositor de 16 óperas y que solo pudo ver estrenadas una cuarta parte. Maestro de compositores y prolífico ensayista, la obra de Soler, integrada por varios centenares de partituras, es de una estética muy personal, influida por el expresionismo alemán, la Segunda Escuela de Viena y el subyugante acorde de Tristán.
Josep Soler Sardà nació el 25 de marzo de 1935 en Vilafranca del Penedès (Barcelona). Hijo de una familia burguesa, la música estuvo presente en su vida desde la infancia, cuando de niño escuchaba arias de ópera en la pianola en casa de su abuela y el piano que tocaba su madre. Entró en el Conservatorio de su población natal a los 7 años y sus primeras obras conservadas datan de principios de la década de 1950, ya alejadas de la tonalidad.
En esa época tomó clases de piano con Jaume Padrós y en 1955 viajó a París con una beca del Gobierno francés para estudiar con Darius Milhaud. Al año siguiente se trasladó a Alemania, donde posteriormente, a partir de la década de 1960 se instaló para iniciar una obra marcada por el serialismo.
Pero a quien Soler consideró siempre su principal maestro de composición fue a Cristòfol Taltabull, a quien acudió después de regresar de París desengañado con el encuentro que había tenido con René Leibowitz, discípulo de Schoenberg al que había acudido tras asistir en verano de 1959 a los cursos de verano de Darmstadt, Ferienkorse für neue Musik. “Cuando volví de París –con Leibowitz esa primera vez no nos entendimos– fui con el señor Taltabull, y eso fue la gloria del cielo. Exactamente, desde el 1 de febrero de 1960 hasta que murió en mayo de 1964 y fue con el único que trabajé de verdad”, cuenta el compositor en el vídeo Josep Soler. L’espai d’un mateix (Dirección: Eva Vila. Eix Films, Barcelona, 2010). Soler consideraba a Taltabull el eslabón para la continuidad de la música catalana y un músico en la encrucijada del siglo XX y la convergencia entre la tradición musical germánica y la francesa.

Josep Soler
Josep Soler se interesó por la ópera antes de iniciarse en la composición a principios de la década de 1950. Su producción operística, con 16 títulos, le convierte en el compositor español del siglo XX con más óperas, pero solo una cuarta parte de ellas se han estrenado. La concepción dramática de Soler ha sido fundamental en esta amplia producción lírica, que tiene sus inicios a finales de la década de 1940 con los proyectos y esbozos de óperas y ballets: Jezabel, El festín de Baltasar (ballet), El Ramayana, Danza de los siete velos de Salomé (ballet) y Antígona, entre otros.
Tras estrenarse como cronista operístico para la revista Serra d’Or con los Festival Wagner que el Gran Teatre del Liceu presentó en 1955 con la compañía del Festival de Bayreuth, Josep Soler continuó proyectando óperas (Entremés de El Viejo celoso sobre texto de Cervantes, Alicia en el País de las Maravillas inspirada en la obra homónima de Lewis Carroll, El Rey del Salón oscuro sobre texto de Rabindranath Tagore, El Cero y el Infinito, a partir de la novela de Arthur Koestler) hasta Requiem for a Nun, proyecto de 1958 sobre el texto de William Faulkner, del que el compositor utilizó fragmentos para la que es su primera ópera, Agamemnon (1960), nunca estrenada.
Solo ha visto como se estrenaban cuatro de sus óperas. La primera en interpretarse fue su tercera ópera, Edipo y Yocasta (1972), ópera/oratorio en dos actos que se estrenó en 1974 en versión de concierto en el Palau de la Música Catalana y tuvo su estreno escénico el 22 de mayo de 1986 en el Gran Teatre de Liceu con dirección de escena de Ricard Salvat y musical de Enrique Ricci. Las otras tres óperas estrenadas son Murillo (1989-90), inspirada en la obra de Rilke sobre el pintor sevillano, psicodrama para barítono, viola, piano y armonio u órgano que se estrenó en el Mercat de les Flors de Barcelona el 21 de noviembre de 1995; El misterio de San Francisco (2000, revisada en 2009) con libreto del propio compositor y estrenada en Barcelona en 2004; y Die Blinde (La Ciega) (2001), ópera de cámara también con texto de Rilke.
La producción operística de Josep Soler incluye también los títulos no estrenados Agamemnon (1960), su primera ópera; La tentation de Saint Antoine (1967), Jesús de Nazaret (1974-2020), la Belle et la Bête (1982, revisada en 2005), Nerón (1985, revisada en 2008), Macbeth (1989), A Midsummer-Night’s Dream (1995), Frankenstein (1996), El Mayor monstruo los Celos (1999, revisada en 2005), Faust (1999, revisada en 2000), Les noces d’Hérodiade (1997-2003) y El jardí de les delícies (2000-2006).
Además de óperas, la obra de Josep Soler incluye más de un centenar de partituras para el piano y órgano, numerosas partituras con presencia de la voz, música sinfónica, de cámara y música sacra. También es autor de una orquestación de la ópera Pepita Jiménez de Albéniz por encargo de la Orquestra de Cambra del Teatre Lliure, grabada por Harmonia Mundi en 1995.
Ha combinado la composición con la escritura y es autor de ensayos musicales y filosóficos, libretos de ópera, poesía y libros de teoría musical entre los que cabe señalar: Los nombres divinos y otros escritos del Pseudo Dionisio Areopagita (1980), Fuga, técnica e historia (1989), Poesía y teatro del Antiguo Egipto (1993), Escritos sobre música y dos poemas (1994), Tiempo y música (1999), y J. S. Bach, una estructura del dolor (2004).
Josep Soler realizó una importante labor pedagógica, primero en el Conservatorio Municipal de Música de Barcelona y desde 1980 hasta 2010 en el Conservatorio de Badalona (Barcelona), del que fue director durante tres décadas y del que actualmente era director honorario. Entre sus alumnos de composición figuran Albert Sardà, Juan José Olives, Benet Casablancas, Miquel Roger, Albert Llanas, María Teresa Pelegrí y Agustín Charles.
En 1964 recibió el Premio Ópera de Montecarlo por su primera partitura lírica, Agamemnon, en los años 1962 y 1978 el Premio Ciudad de Barcelona, en 1982 el Premio de Composición Óscar Esplà por su Concierto para violonchelo y orquesta, en 2001 el Premio Nacional de Música de Cataluña (2001) y en 2009 el Premio Nacional de la Música de España que otorga el Ministerio de Cultura. Finalmente, en 2011 le fue concedido el XI Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria.- ÓA
NOTICIAS RELACIONADAS