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Marina Bollaín lleva a Fígaro a la España de los setenta
La Escuela Superior de Canto de Madrid homenajea a su fundadora, Lola Rodríguez Aragón, con 'Le nozze di Figaro' de Mozart, ópera con la que echó a andar la institución
Con Le nozze di Figaro, en una propuesta escénica de Marina Bollaín que transporta la ópera de Mozart a la España de los años setenta, la Escuela Superior de Canto de Madrid rinde homenaje a su fundadora, Lola Rodríguez Aragón, programando, entre el 28 y el 30 de abril, tres representaciones de esta obra maestra del compositor de Salzburgo, precisamente la misma con la que echó a andar la institución en 1970.
Fígaro, junto a Cherubino, Almaviva, la condesa Rosina y Susana, sin dejar atrás a Bartolo, van a tomar la Escuela Superior de Canto de Madrid (ESCM). El motivo no puede ser más redondo que celebrar los cincuenta años de la institución que creó la soprano Lola Rodríguez Aragón (1910-1984), precisamente con la misma ópera con que se levantó el telón, Le nozze di Figaro, de Mozart en 1970, como homenaje a quien fuera alumna de Elisabeth Schumann y maestra, entre otras grandes voces, de la enorme Teresa Berganza. Los alumnos llevan ensayando desde octubre un par de días a la semana. Las tres representaciones se ofrecerán los días 28, 29 y (a las 18:00) y 30 de abril (a las 17:30), con dirección musical de Nacho Rodríguez y escénica de Marina Bollaín, quien ha ideado trasladar la acción de este divertido enredo a la España de fines de los sesenta y mediados de los setenta del pasado siglo.
«Impresiona ver el estupendo trabajo de los alumnos, estudiantes con una enorme entrega y profesionalidad. Esta es de las obras más pedagógicas, con papeles más difíciles pero sin tesituras extra. Tan divertida como agradecida en la que las mujeres tienen un protagonismo muy especial». Desde el curso 2019-20, Marina Bollaín es catedrática de Escena Lírica en la ESCM. Ha impartido la especialidad de Técnica Corporal en la Escuela Superior de Canto de Madrid y la asignatura de Repertorio en escena en el Conservatorio Superior de Música del País Vasco (Musikene).
La directora de escena ha querido trasladar la trama a una época que califica de «muy luminosa, en la que justo se está saliendo de otra época, pero que aún mantiene unas estructuras férreas de poder. Son los años del desarrollismo, la apertura y el consumo. El número de alumnos que participan es de alrededor de una treintena, que tienen entre 20 años y treinta y pocos», explica a ÓA. Para la escena, la regista utiliza unas inmensas fotografías como fondo en cada acto en las que se ven desde los tejados de Madrid a un inmenso jardín, todas en blanco y negro. Entre el mobiliario no faltan guiños a los setenta, como por ejemplo, el protagonismo de una televisión o una discotequera bola de espejos para celebrar la fiesta de la boda de Fígaro. El trabajo con Nacho Rodríguez, el director de orquesta, ha ido rodado, «porque es un pedazo de musicazo», comenta la directora de escena, quien subraya que la mascarilla y el gel hidroalcohólico se han convertido en elementos indispensables y omnipresentes en la preparación de esta producción.
Las funciones serán retransmitidas en directo vía streaming a través del canal YouTube de la escuela superior de canto, en este enlace.– ÓA
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