La reina Dido recala en Donostia

La obra maestra de Purcell, 'Dido & Aeneas', llega a la octava temporada de Opus Lírica en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián

29 / 11 / 2022 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 2 min

Print Friendly, PDF & Email
Dido Opus Lírica Un momento de los ensayos del 'Dido and Aeneas' que podrá verse en San Sebastián en la temporada de Opus Lírica © Opus Lírica

San Sebastián

Opus Lírica
Purcell: DIDO & AENEAS
03, 04_12 (Teatro Victoria Eugenia)

Dido: Lucía Gómez. Eneas: Julen García. Belinda: Helena Orcoyen. Hechicera y Espíritu: Chen-Han Lin. Marinero: Aitor Garitano. Bruja 1: Ana Sagastizabal. Bruja 2: Lara Sagastizabal. Segunda Mujer: Estibaliz Arroyo. Orquesta Opus Lirica. Coro Opus Lirica (Dirección: Alain Ayerdi). Escuela Municipal de Música y Danza de San Sebastián. Dirección de escena: Pablo Ramos y Carlos Crooke. Dirección musical: Íker Sánchez Silva.

 

La primera gran heroína de la historia de la ópera (con permiso de Penélope) vuelve a los escenarios en el marco de la octava temporada de Opus Lírica en San Sebastián. Los ganadores del Primer Concurso de Ópera y Zarzuela organizado por la entidad donostiarra el pasado verano serán los protagonistas de la colosal partitura de Purcell, que sigue atesorando tantas bellezas como misterios alrededor de su composición.

Una de las frases más hermosas de La Eneida –la fuente original de la que mana la ópera Dido & Aeneas– la pronuncia Dido al escuchar los relatos de aventuras del exiliado Eneas durante el banquete de bienvenida: “Siento el arder de una llama antigua”. Lo exclama entre la abierta melancolía y el regocijo de haber recuperado algo largamente pospuesto: la reina se despierta tras años de anemia emocional y amar postergado a cuenta de la supervivencia de su pueblo. Ese Canto IV de la obra de Virgilio es uno de los monumentos líricos más importantes de la hitoria de la literatura, con la polisemia como clave de bóveda de su belleza. Dido habla de su vida íntima, pero Virgilio lo hace dando voz a todo hombre y toda mujer, del mismo conflicto viejo e irresoluble que camina con el ser humano: el amor entendido como herida.

Henry Purcell engalanó el texto original con una música sencillamente maravillosa que refuerza el inspirado verso del libreto de Nahum Tate. El compositor inglés crea una especie de estilo internacional para construir una arquitectura armónica plenamente alemana, que se mueve al son de los ritmos de danza franceses y con la capacidad evocadora del mejor melodismo italiano. Buena muestra de ello son las dos intervenciones de Dido, de la llama del principio (“Ah! Belinda, I am press’d”) a la ceniza del final (“When I’m laid in earth”). El uso del coro sigue la tradición griega, emocionándose junto a su reina en un intento de profundización en el drama. Se desconoce el origen real de la obra o su lugar de estreno, aunque sí se tiene notica de una representación en 1689 en un internado femenino en Chel­sea, un lugar tal vez demasiado humilde para justificar la revolucionaria composición de Purcell, considerada como la primera ópera en lengua inglesa.

"En esta nueva producción los directores de escena Pablo Ramos y Carlos Crooke se atienen a las esencias, en una búsqueda de los elementos primordiales"

Para la nueva producción de Opus Lírica los directores de escena Pablo Ramos y Carlos Crooke se atienen a las esencias, en una búsqueda de los elementos primordiales. Eneas se asimila a la tierra árida, trasladando así el polvo y la arena de la memoria de aquella Troya incendiada. De la misma manera, Dido descargará su melancolía en un mundo de azules, que contrapone al color de la costa mediterránea de Cartago con su cielo africano. La visión crítica hacia el sentido de la posesión y la traición sirven como telón de fondo no solo a este título, sino a toda la temporada de Opus Lírica. El reparto reclutado por la compañía estará encabezado por los ganadores del primer Concurso de Ópera y Zarzuela de Opus Lírica, que se celebró el verano pasado en la iglesia de Zorroaga, en la capital guipuzcoana y ante un jurado internacional. Del cerca de medio centenar de aspirantes que presentaron sus candidaturas destacó la mezzosoprano donostiarra Lucía Gómez Auzpurua, ganadora del premio Artelize y encargada de dar vida (y muerte) a la inolvidable reina Dido.– ÓA