La temporada 2020-21 del Grand Théâtre de Genève, 'Realidad aumentada'

El coliseo suizo presentó su próximo curso, en el que la innovación escénica y coreográfica son su eje vertebrador

28 / 04 / 2020 - Albert GARRIGA - Tiempo de lectura: 5 min

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TeamLab Imagen del TeamLab que participa en la "Turandot" inaugural del curso 2020-21 © TeamLab
Théâtre Genève Fachada principal del Grand Théâtre de Ginebra © Grand Théâtre Genève

Bajo el epígrafe Realidad aumentada el coliseo de Ginebra presentó su temporada 2020-21, en la cual la innovación escénica y coreográfica hacen de eje vertebrador. Serán nueve títulos, de los cuales cinco llegarán en nuevas producciones conformando una oferta ecléctica con el sello característico de su director, Aviel Cahn.

Realidad aumentada. Este es el eslogan con el cual el Grand Théâtre de Genève dio a conocer su próxima temporada 2020-21, la que contará con nueve títulos y cinco nuevas producciones, una propuesta que el director del coliseo suizo, Aviel Cahn (ver entrevista con ÓPERA ACTUAL en este enlace), ha conformado valiéndose de un presupuesto de 57 millones de euros. El nuevo curso se abrirá en septiembre con Turandot  (Puccini) dirigida por Daniel Kramer y la colaboración del teamLab, grupo artístico residente en Tokyo que contará la historia de la princesa de hielo desde un punto de vista psicodélico y filosófico. Esta Turandot será dirigida por Antonino Fogliani –con el final de Luciano Berio, nunca visto antes en Ginebra– y contará con las voces de Ingela Brimberg (Turandot), Teodor Ilincai (Calaf) y Elena Guseva (Liù), entre otros.

En octubre se podrá ver El Messias de Händel del Festival de Salzburgo firmado por Robert Wilson y con Marc Minkowski y sus Musiciens del Louvre en el foso. De su etapa en Flandes, Cahn ha importado para finales de octubre la producción vídeo-artística del El Caso Makropulos de Janácek firmada por Kornél Mundruczó, con Tomas Netopil en el podio y protagonizada por Rachel Harnisch como la eterna Emilia Marty.

 

Ginebra El caso Makropoulos © Opera Ginebra / Annemie AUGUSTIJNS
Pelleas Ginebra Escena de "Pelleas et Melisande" en la producción ideada por coreografo Sidi Larbi Cherkaoui y Damien Jalet © Rahi Rezvani

Para  finales de enero se espera Pelléas et Mélisande de Debussy ideado por el gran coreógrafo Sidi Larbi Cherkaoui y Damien Jalet, con el director titular de la Orchestre de la Suisse Romande, Jonathan Nott, en el podio y las voces de Jacques Imbrailo (Pelléas), Mari Eriksmoen (Mélisande) y Leigh Melrose (Golaud), entre otros.

Antes, para las fechas navideñas, se podrá ver Candide (Bernstein) en la versión que Barrie Kosky hizo para la Komische Oper de Berlín,una producción con más de 800 trajes y un escenario casi vacío que contará con batuta de Titus Engel –quien tan buen recuerdo dejó en el Einstein on the beach inaugural de esta temporada– y las voces de Paul Appleby (Candide), Claire de Sévigné (Cunegunda) y Ueli Jaeggi (Voltaire/Dr. Pangloss).

En febrero, el director suizo Milo Rau promete una controvertida Clemenza di Tito (Mozart) bajo la batuta de Maxim Emelyanychev, con los cantantes suizos Bernard Richter y Marie Lys como Tito y Servilia, respectivamente, la soprano italiana Serena Farnocchia (Vitellia) y el Sesto de la mezzosoprano rusa Anna Goryachova, que tanto gustó en su Dulcinée de Bregenz.

Para Semana Santa, Parsifal vendrá de la mano de Michael Talheimer, con Jonathan Nott en el podio, y un reparto de reputadas voces wagnerianas encabezado por Daniel Brenna (Parsifal), Josef Wagner (Amfortas), Tanja Ariane Baumgartner (Kundry) y Tómas Tómasson (Klingsor), entre otros.

En mayo, Dido y Eneas podrá verse en el experimento de danza de la compañía Peeping Tom con la complicidad de Emmanuelle Haïm y su Concert d’Astrée en el foso, quien añadirán 30 minutos más de música, en un proyecto work in progress de nuevo concepto de la obra.

Una Traviata (Verdi) minimalista de Karin Henkel, con Paolo Carignani en el podio y Ekaterina Bakanova en el rol principal, quien tan buen recuerdo dejó en su Traviata de Peralada, concluirá la temporada del coliseo ginebrino, pero en el escenario del Bâtiment des Forces Motrices, ya que la sede de la compañía cerrará a causa de unas remodelaciones técnicas.

Una temporada muy marcada por el sello de Aviel Cahn en el que impera la innovación escénica sobre las grandes voces, y que traerá también tres nuevas producciones de danza –la mayoría de ellas con la orquesta titular en el foso– y conciertos y recitales con René Pape, Matthias Goerne, Pretty Yende, Ludovic Tézier y Gaëlle Arquez.

Final temporada 2019-20, en interrogante

© Ópera de Ginebra / Nicholas SCHOPFER

El director de la Ópera de Ginebra, Aviel Cahn

A pesar que desde el 27 de abril y hasta el 8 de junio en Suiza está planificado un desconfinamiento gradual en tres fases, la última de las cuales prevé el retorno a la vida normal, con teatros, museos y cines abiertos, el Grand Théâtre de Genève no ha querido, aún, confirmar si definitivamente podrá subir al escenario su última nueva producción del Saint François d’Assise de Messiaen que debía hacerse entre el 26 de junio y el 5 de julio. Según Cahn, se trata de una producción muy compleja, con una gran orquesta y coro y despliegue técnico, y habrá que ver qué condiciones existen entonces para los ensayos y si las representaciones finalmente se pueden realizar. Como medida alternativa, propone el estreno de Voyage vers l’Espoir de Christian Jost que debería haberse estrenado el pasado 30 de marzo y que fue cancelado por el coronavirus. Una producción que está montada en el escenario del teatro y que es mucho más sencilla en lo que se refiere a producción, orquesta y personajes.– ÓA