La historia de Desdemona llega con 'Otello' al Liceu

La producción de Amélie Niermeyer transforma 'Otello' en la crónica de Desdemona, empapando de una mirada femenina el drama de Shakespeare

22 / 03 / 2021 - Lourdes MORGADES - Tiempo de lectura: 7 min

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Otello Liceu Krassimira Stoyanova y Gregory Kunde en un ensayo de 'Otello' en el Liceu © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL
Otello Liceu Gregory Kunde en un ensayo de 'Otello' en el Liceu © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL
La producción de 'Otello' de Amélie Niermeyer que finalmente se verá en Barcelona se estrenó en la Bayerische Staatsoper de Múnich © Bayerische Staatsoper / Wilfried HÖSL
Otello Álvarez Carlos Álvarez como Yago junto al Cassio de Airam Hernández durante un ensayo de 'Otello' en el Liceu © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL

Gran Teatre del Liceu
Verdi: OTELLO
27, 28, 30, 31_03, 06, 07, 09, 10, 12, 13, 14_04

Otello: Gregory Kunde / Jorge de León. Desdemona: Krassimira Stoyanova / Eleonora Buratto. Jago: Carlos Álvarez / Željko Lučić. Cassio: Airam Hernández. Roderigo: Francisco Vas. Lodovico: Felipe Bou. Montano: Fernando Latorre. Emilia: Mireia Pintó. Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu. Cor del Liceu (Dirección: Conxita Garcia). Dirección: Gustavo Dudamel. Dirección de escena: Amélie Niermeyer.

 

La producción de Amélie Niermeyer transforma Otello en la crónica de Desdemona, empapando de una mirada femenina el drama de Shakespeare. Es la versión de la obra maestra de Verdi que propone el coliseo barcelonés en sustitución del montaje londinense firmado por Keith Warner. También ha habido cambio en la dirección musical, y Gustavo Dudamel, que inauguró la temporada lírica del Liceu, sustituye al inicialmente anunciado Riccardo Frizza.

La directora de escena alemana Amélie Niermeyer recibió en 2018 el encargo de la Bayerische Staastoper de Múnich de dirigir el Otello de Verdi y transformó la historia shakesperiana del moro de Venecia, convertida en libreto por Arrigo Boito, en la crónica de Desdemona, la amorosa esposa que posee una fe ciega en el poder transformador del amor. Esta versión de la ópera verdiana, desde una perspectiva femenina y aclamada por la crítica, es la que presenta el Gran Teatre del Liceu de Barcelona desde el 27 de marzo y hasta el 14 de abril en sustitución de la previamente anunciada producción de la Royal Opera House del Covent Garden de Londres, con dirección de escena de Keith Warner. También se ha anunciado el cambio en la dirección musical y Gustavo Dudamel, que ya inauguró la temporada lírica del Liceu con una versión en concierto de Il Trovatore, sustituye la baja del inicialmente anunciado Riccardo Frizza que, por problemas de agenda, ha debido renunciar a este compromiso.

Amélie Niermeyer: "Quiero demostrar que Otello puede convertirse en mejor persona a través de Desdemona"

Amélie Niermeyer se sumerge en esta producción de tintes psicológicos en las mentes de Otello y Desdemona para explicar la historia desde la perspectiva de la esposa. Ella es la protagonista de la acción, que la directora de escena sitúa en la actualidad y en las cuatro paredes del hogar de la pareja, programada, a juicio de Niermeyer «para autodestruirse». Este Otello, además, no es negro; su verdadero trauma no es el color de su piel, sino los horrores vividos en la guerra que le dificultan reintegrarse en la sociedad, a la vez que sirve al vengativo Jago para inocularle la idea de la infidelidad de Desdemona, que finalmente le llevará a matarla y a suicidarse. Pero el trastorno que arrastra el guerrero no es el único trastorno que introduce Amélie Niermeyer en la obra, quien también percibe un desorden de personalidad en Desdemona. «Quiere demostrar que Otello puede convertirse en mejor persona a través de ella», explicó la directora de escena en un coloquio antes del estreno de la producción en Múnich en 2018. «Esto es algo que ningún amor puede lograr. El hecho de que sea ella quien persista en su actitud pese a percibir que Otello cada vez está más iracundo es la principal característica de su trastorno de personalidad», sentencia la directora de escena.

El Liceu cuenta con un doble reparto en el que el tenor estadounidense Gregory Kunde, experimentado Otello, y el canario Jorge de León, en la que será su segunda interpretación de rol, se alternarán en el papel protagonista; la soprano búlgara Krassimira Stoyanova y la italiana Leonora Buratto, debutando el papel, interpretan el rol de Desdemona, y el barítono malagueño Carlos Álvarez y el serbio Željko Lučić lo hacen como Yago.

Un año entero sin pisar los escenarios

Gregory Kunde debutó el personaje de Otello de Verdi en 2012 en la Fenice de Venecia y desde entonces lo ha cantado por todo el mundo. Ahora lo interpretará después de un año entero sin pisar los escenarios. «No canto en un teatro desde el 6 de marzo de 2020. Tenía la agenda llena, con más de 30 actuaciones, que todas se cancelaron. No puedo esperar más para cantar ante el público», asegura ansioso.

Pese a no haber cantado en un teatro desde hace 12 meses, Otello sigue siendo un personaje que Kunde conoce bien, aunque no pierde la oportunidad para profundizar más en el rol. «Siento que tengo aún más por descubrir y espero con ansia esta oportunidad en Barcelona para ahondar en el personaje», señala.

© Teatro Cervantes

Jorge de León en su debut como Otello en Málaga

Por su parte, Jorge de León resistió los cantos de sirena que le invitaban a cantar el Otello hasta que se decidió a enfrentarse al personaje por primera vez en mayo de 2019 en el Teatro Cervantes de Málaga (ver crítica ÓA) junto a Carlos Álvarez, padrino del tenor en otros debuts operísticos. «Sentía que debía debutar antes otros roles, como el Renato Des Grieux de Manon Lescaut y el Riccardo de Un ballo in maschera», cuenta De León, quien para ir metiéndose en la piel de personaje iba cantando fragmentos de la ópera en conciertos. Debía volver a cantar de nuevo Otello en marzo de 2020 en la Deutsche Oper Berlin cuando se decretó el confinamiento.

«Ya estaba trabajando en el papel, aunque no habíamos empezado los ensayos cuando se cancelaron las representaciones, pero ya me había empezado a meter en la piel del personaje», explica. Desde finales de enero, mientras cantaba la Luisa Fernanda en el Teatro de La Zarzuela de Madrid, su cabeza ya estaba con Otello. «A medida que cantas el papel lo vas madurando y a mi Otello le faltan funciones para ser un personaje maduro», reconoce.

El tenor canario no para de darle vueltas al papel. «Otello es un ser a la deriva de su propia fuerza y de sus celos. Un personaje complejo pero maravilloso, capaz de grandes gestas, pero incapaz de moverse con comodidad en la vida cotidiana, atormentado, siempre en constante lucha interna, que te obliga a controlar las emociones y dosificarte para poder llegar al final de la ópera. Todo ello añadido a una contundente orquestación y un papel vocalmente difícil, en el que no hay momento cómodo, y que, además, te obliga a estar mucho rato en el escenario sin cantar, observando. Como muy bien explica Giancarlo del Monaco, la interpretación sin cantar agota, te obliga a estar en tensión y provoca fatiga», señala Jorge de León.

© Royal Opera Hourse / Catherine ASHMORE

Gregory Kunde, como Otello, en 2019 en el Covent Garden de Londres

En este aspecto coincide con  Kunde. «Siempre pienso que Otello requiere toda la atención del cantante mientras está en el escenario. No solo en los momentos en que canta, sino más aún cuando no canta. Él debe estar todo el rato escuchando para saber exactamente lo que se dice y reaccionar apropiadamente, permaneciendo en todo momento comprometido con el drama», afirma el tenor estadounidense, quien advierte que «vocalmente, Otello no es el papel más difícil que escribió Verdi para tenor, pero es intenso y el cantante necesita mucha resistencia y un buen sentido del ritmo para llegar a la última escena en forma». Jorge de León apostilla: «Cantar Otello es un reto, siempre luchando contra enemigos internos y externos».

La seguridad que Gregory Kunde tiene con el rol le permite acercarse al personaje desde la vertiente humana. «Me gusta interpretar a Otello como el hombre perturbado que es, pero también el ser que sigue siendo cariñoso con Desdémona. Esta es la tragedia, la ama tanto que no puede ver el error que comete confiando en su amigo Jago», asegura.

Lo que más cuesta al tenor estadounidense es compaginar su propia personalidad con la de Otello. «Dramáticamente necesito ser alguien que no tiene nada que ver conmigo. Por una parte es divertido ser un personaje mezquino y problemático, aunque a veces interpretándolo resulta difícil seguir siendo uno mismo. Por ello es importante tener el control y evitar abandonarse demasiado dramáticamente».

Kunde se muestra entusiasmado con trabajar con Gustavo Dudamel por primera vez. «Es un gran músico y yo soy un gran admirador suyo», confiesa. Para Jorge de León, este es un reencuentro con el maestro venezolano en el que ya trabajó en Los Angeles en 2013, en una versión en concierto de Aida en el Hollywood Bowl. Y ese mismo año en Japón, de nuevo con Aida, durante una gira de la Scala de Milán.-ÓA