'La Gioconda', de visita en Gran Canaria

Saioa Hernández, Annalisa Stroppa y Francesco Pio Galasso encabezan el reparto de este estreno en la temporada organizada por Amigos Canarios de la Ópera

12 / 04 / 2023 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 3 min

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Giconda Las Palmas Saioa Annalisa Annalisa Stroppa y Saioa Hernández en 'La Gioconda' © ACO / Nacho GONZÁLEZ
carmen-massimo-bieito-operaactual (3) Annalisa Stroppa como Carmen © Teatro Massimo / Roselina GARBO
Gioconda ACO Boceto escenográfico de Daniele Piscopo de la nueva producción de 'La Gioconda' © ACO / Daniele Piscopo
Galasso Cavaradossi Francesco Pio Galasso como Cavaradossi © francescopiogalasso.com
Gioconda ACO Boceto escenográfico de Daniele Piscopo de la nueva producción de 'La Gioconda' © ACO / Daniele Piscopo
Saioa Circe Zarzuela Saioa Hernández © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL

Las Palmas de Gran Canaria

Temporada Alfredo Kraus
Ponchielli: LA GIOCONDA
18, 20, 22_04 (Teatro Pérez Galdós)

Gioconda: Saioa Hernández. Enzo Grimaldi: Francesco Pio Galasso. Laura Adorno: Annalisa Stroppa. Barnaba: Roman Burdenko. La Cieca: Yulia Mennibaeva. Alvise: Simón Orfila. Zuàne / Cantor / Piloto: Isaac Galán. Isèpo: Manuel García. O. Filarmónica de Gran Canaria. Coro de la Ópera de Las Palmas (Dirección: Olga Santana). Dirección musical: Roberto Rizzi Brignoli. Dirección de escena: Carlo Antonio de Lucia.

 

Con situaciones que harían sentir al propio Shakespeare como en casa y sobreabundancia de concertantes, ballets o coros, llega a Las Palmas La Gioconda de Ponchielli, una grand opéra disfrazada de verismo que acuna a los perdedores y absuelve los amores contrariados. Víctor Hugo cargó la trama, Arrigo Boito la apuntaló y Ponchielli disparó al centro mismo del desengaño.

Sin Víctor Hugo la historia de la ópera hubiese sido mucho más aburrida: Rigoletto, Ernani, Lucrezia Borgia… El propio Ponchielli quiso volver al prolijo verso del dramaturgo francés para su última ópera, Marion Delorme. Y todo ello a pesar de las notables dificultades que la adaptación del texto original, Angelo, tyran de Padoue, le habían ocasionado. El compositor cremonés admiraba profundamente a Arrigo Boito, pero nunca estuvo de acuerdo en utilizar una obra cuya lectura por parte de Saverio Mercadante (Il giuramento, 1837) aún se encontraba viva en el imaginario popular del público italiano. Además, la escritura de Boito incluía licencias dramáticas y unas arquitecturas rítmicas tan complejas que acabaron por sembrar dudas en Ponchielli, como confesará abiertamente a su amigo Achille Formisoz, en junio de 1875: “No confío en el libreto, es demasiado difícil y quizás no se amolda a mi manera de escribir, […][por] la frecuente y excesiva elevación de los conceptos, del verso, y la dificultad de las formas, donde no hallo las ideas que quisiera. Es una cosa inconcebible, pero cuando el verso es común encuentro en mí mas soltura”. La historia de La Gioconda, repleta de amores no correspondidos, de venganzas y abusos de poder, es la de los perdedores del mundo, que perfuman sus derrotas con cierto aroma a dignidad.

"La trama sintetiza de manera magistral ese mundo decadente y simbólico de los literatos suscritos a la 'Scapigliatura'"

La trama sintetiza de manera magistral ese mundo decadente y simbólico de los literatos suscritos a la Scapigliatura, aquel deslabazado movimiento literario italiano que admiraba e importaba los códigos de la bohemia francesa que había retratado mágicamente Henri Murger en las Scènes de la vie de Bohème. Al elevado verso de Boito (que firmó el texto con un anagrama de su nombre, Tobia Gorrio) le corresponde Ponchielli con una música vibrante, la más avanzada que compuso en cuanto a su densidad y paleta tímbrica. Más allá de la famosa Danza de las horas, la música se pasea por la orilla de la grand opéra con unos cuidados números de conjunto, unas ambientaciones bucólicas y un lirismo exacerbado que reserva para el sacrificio final de Gioconda (“Suicidio!”, en el cuarto acto) y la romanza nocturna de Enzo (“Cielo e mar”, en el segundo).

Enzo y Laura

Es precisamente Enzo Grimaldo uno de los personajes más interesantes de todo el canon romántico. Francesco Pio Galasso, encargado de darle vida en las funciones de La Gioconda de la 56ª Temporada de Ópera de Las Palmas, se confiesa seducido por su versatilidad: “Es un personaje muy atractivo, ya que tiene la posibilidad de mostrar su personalidad y toda su gama de emociones, transitando por el Romanticismo cuando se encuentra con Laura, por la nobleza en su respeto a Gioconda, y la heroicidad en sus reacciones más temperamentales contra Alvise y Barnaba”, comenta el tenor italiano a ÓPERA ACTUAL.

Precisamente por esa versatilidad sentimental, la escritura vocal que propone Ponchielli alterna necesidades expresivas de varios mundos, “manteniendo, a pesar de tratarse de un rol romántico, muchas de las características necesarias en el bel canto, como la flexibilidad, la extension o el uso de distintos colores y dinámicas para expresar momentos dramáticos. Sin embargo, en otras ocasiones encontramos aspectos más románticos y dulces, se trata de un papel muy exigente”, concluye.

Annalisa Stroppa

El amor de Enzo hacia Laura Adorno tampoco es sencillo, no por falta de correspondencia sino por su matrimonio con el inquisidor Alvise Badoero. Para la mezzosoprano italiana Annalisa Stroppa, encarnación de Laura en la nueva producción de Las Palmas tras sus apariciones en la temporada de ACO como Carmen y como Dorabella de Così fan tutte, el personaje que ahora debuta “es una figura atormentada, de alma buena, que se divide entre el deber conyugal y el amor sincero por Enzo. Laura se casó por convenciones sociales con alguien mayor a quien no amaba, y se ve convertida en la rival amorosa de Gioconda. Sin embargo, ambas mujeres logran trascender esa rivalidad para convertirla en una especie de hermandad femenina, con sitio para la piedad y el amor”, explica Annalisa Stroppa, encantada de su regreso a Gran Canaria. “Es un papel hermoso al que me enfrento por primera vez y que requiere, a cuenta de sus rasgos veristas, de una vocalidad extensa y de un temperamento muy apasionado”.
Bajo la dirección musical de Roberto Rizzi Brignoli, esta nueva Gioconda contará con un montaje de Carlo Antonio de Lucia y un evocador diseño escenográfíco que firma Daniele Piscopo.– ÓA