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Fallece Francisco González Álvarez-Buylla, un motor de la lírica ovetense
Omnipresente en la actividad musical de la capital asturiana, dedicó gran parte de su vida al mecenazgo y a la Capilla Polifónica de Oviedo
El presidente de Honor de la Fundación Musical Ciudad de Oviedo falleció el sábado a los 85 años. Ligado estrechamente a la actividad coral, zarzuelística y operística en la capital del principado de Asturias, Paco González era una personalidad omnipresente en la vida musical de la ciudad, un mecenas que dedicó gran parte de su vida a la Capilla Polifónica ovetense.
La muerte, el domingo 27 de febrero, de Francisco González Álvarez-Buylla ha causado una honda consternación en la vida musical de Oviedo, no en vano su presencia como motor de iniciativas ligadas al ámbito lírico y coral en las últimas décadas ha sido esencial y sustantiva especialmente en la consolidación de las estructuras que definen la vida lírica de la capital asturiana. El mecenazgo de la sociedad civil ha sido una constante en la historia de la ciudad. No solo en el pasado, aún hoy continúa vivo con numerosos particulares trabajando por la música de forma desinteresada, integrados en coros y diversas asociaciones musicales, sin ningún tipo de contraprestación económica.
Francisco González era, sin duda, uno de los mejores exponentes de ese mecenazgo cívico y comprometido. De carácter afable y conciliador, supo estar siempre al lado de todas aquellas actividades que suponían una mejora de la vida cultural de sus conciudadanos.
Sin duda, uno de sus mayores logros ha sido la consolidación de la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo, un coro clave en la ciudad y que es uno de los pilares del Festival de Teatro Lírico Español, ciclo que siempre apoyó de forma entusiasta con nuevas ideas y opciones de crecimiento. La Capilla sigue su espíritu generoso y hoy goza de muy buena salud, precisamente asentada en todo lo que él y su equipo, a lo largo de los años, supo inculcar en el afán de colaborar y servir a la sociedad.
Pero no se quedó aquí su implicación. También se volcó con otras instituciones. Presidió la Fundación Musical Ciudad de Oviedo –que rige la banda de la ciudad y la orquesta Oviedo Filarmonía– y ahí bregó con fuerza para mejorar las condiciones de la formación, y también se implicó en la Sociedad Filarmónica y en la Fundación Premios Líricos Teatro Campoamor que durante diez años entregó sus galardones en Oviedo y de cuyo patronato formó parte desde sus inicios. Fue la suya una labor callada, continua, en la que obtuvo resultados y satisfacciones y la que supo lidiar con los problemas con su increíble capacidad para poner de acuerdo a todas las partes en conflicto. Deja, por tanto, un legado importante que, es de esperar, la ciudad sepa engrandecer y mejorar.– ÓA
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