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El Municipal de Santiago de Chile recupera 'El demonio mudo'
El coliseo sudamericano rescata del olvido la ópera del religioso Florianus Ött más de 300 años después de su estreno en Alemania
Todo está ya preparado para la escenificación, el viernes 12 de mayo en la Sala Claudio Arrau del Teatro Municipal de Santiago de Chile, de El demonio mudo. Será el colofón a un proceso iniciado en 1998, cuando diversos fragmentos de esta obra compuesta en 1717 por el músico agustino Florianus Ött sobre un libreto del dramaturgo jesuita Franz Lang fueron descubiertos por el académico Víctor Rondón en la Iglesia Recoleta Domínica de la capital sudamericana. El investigador chileno se embarcó en la tarea de buscar en archivos de todo el mundo hasta reunir todas las partes de la pieza y presentar esta ópera de cámara completa.
Más de 300 años después de su estreno en Alemania, El demonio mudo vuelve a la vida en Chile con diversas modificaciones, como la traducción del texto del latín original al castellano. También se ha realizado una adaptación de la dramaturgia para acercar la trama a los tiempos contemporáneos, de tal manera que el protagonista, Eduardo, se presenta como un exitoso hombre de negocios que se enfrenta al debate moral de reconocer que ha vivido de manera inconsciente. El personaje principal, así, se confronta con los personajes del Demonio –que intenta convencerle de seguir su vida tal cual–, el Ángel –que procura hacerle confesar sus errores– y su propia Conciencia, en «una verdadera batalla moral que combina diálogos hablados con arias», según la presentación del proyecto.
El argentino Ramiro Albino se encargará de la dirección musical en el reestreno de El demonio mudo en las cuatro funciones previstas (12, 13, 19 y 20 de mayo) al frente del conjunto Orquesta Harmonices Mvndi. Gonzalo Cuadra firmará la puesta en escena de la ópera, que contará sobre el escenario con la participación del actor Ramón Gutiérrez (Eduardo), el tenor Rony Ancavil (Demonio), la mezzo Francisca Muñoz (Conciencia) y la soprano Francisca Jünemann (Ángel).
El demonio mudo forma parte de una colección de diecinueve piezas tituladas Theatrum affectum humanorum publicadas en Múnich en 1717 por el citado Franz Lang, autor del tratado escénico barroco Dissertatio de actione scenica (1727). La partitura de la ópera de cámara pudo llegar a Chile de la mano del procurador de la provincia jesuita Carlos Haimbhausen en su expedición al país sudamericano en 1748. Los documentos se archivaron en el Convento de Santo Domingo y, tras sufrir este un incendio en 1963, los libros que sobrevivieron a la catástrofe fueron trasladados a la Recoleta Dominica.– ÓA
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