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'El Gato Montés' y la Andalucía imaginada por Penella vuelven a Sevilla
La ópera española podrá verse con Mariola Cantarero, Sandra Ferrández y Juan Jesús Rodríguez en dos funciones en el Maestranza
Sevilla
Teatro de La Maestranza
Penella: EL GATO MONTÉS
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Soleá: Mariola Cantarero. Gitana: Sandra Ferrández. Frasquita: María Rodríguez. Juanillo, El Gato Montés: Juan Jesús Rodríguez. Rafael Ruiz, El Macareno: Antonio Gandía. Padre Antón: Simón Orfila. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro de Amigos del Teatro de La Maestranza (Dirección: Íñigo Sampil). Escolanía de Los Palacios. (Dirección: Juan Manuel Busto). Dirección: Óliver Díaz. Dirección de escena: Raúl Vázquez.
Mariola Cantarero y Juan Jesús Rodríguez protagonizan en el Maestranza la célebre ópera de Manuel Penella que está viviendo una segunda juventud en la producción que ahora llega a Sevilla estrenada en la Ópera de Tenerife.
Cuando la Ópera de Tenerife estrenó esta producción de El Gato Montés en 2019 se colgó el cartel de no hay billetes en el auditorio de Santa Cruz de Tenerife, sede de la compañía. Con parecida expectación llega este mes al Teatro de La Maestranza de Sevilla la más popular partitura de Manuel Penella, una de las pocas óperas españolas que se mantiene en el repertorio y que parece estar viviendo una segunda juventud de la mano de este montaje firmado por Raúl Vázquez.
La obra narra un triángulo amoroso localizado en una Andalucía más imaginaria que real por parte del compositor valenciano, muy influido por el folclorismo característico de comienzos del siglo XX. De aquel montaje repite en las dos representaciones sevillanas la soprano granadina Mariola Cantarero, que encarna a Soleá, uno de los personajes principales: “Lo debuté en Tenerife y ya entonces hice un acercamiento muy particular al rol porque habitualmente lo han hecho sopranos más líricas que yo”, detalla la cantante a ÓPERA ACTUAL. “En mi caso mi voz es más lírico ligera y siento que las capacidades que poseo están muy en consonancia con esta gitanilla a la que también le aporto un cierto aire belcantista, aplicando un tipo de verismo muy español”. Asegura la intérprete –galardonada en la primera edición del Premio ÓPERA ACTUAL, en un ya lejano 2002– que, por su origen andaluz, entiende “muy claramente” la psicología del personaje de Soleá: “En el pasado también he abordado géneros populares como la copla y estoy bastante familiarizada con este tipo de soniquete, hablando en términos flamencos”. La partitura de Penella no duda en evaluarla como “maravillosa”, y añade: “Más allá de las melodías que todos conocemos y que asociamos a la tauromaquia, o del dúo del segundo acto entre Soléa y Rafael tan famoso [“¡Vaya una tarda bonita!”] y el famoso pasodoble [“Torero quiero ser”], es una obra llena de matices, de sensualidad y de tragedia. Es Andalucía pura”, asegura.
Para la soprano española, en la partitura de El Gato Montés conviven tanto “Falla como García Lorca, pues Penella supo aunar en esta obra toda la cultura andaluza”. Además la ópera está escrita en dialecto andaluz y, más exactamente, “con un acento muy sevillano, muy cerrado, que está indicado por el autor que debe ser así, de esa manera, y que a mí no me cuesta ningún trabajo subrayar”, indica.
El resto del elenco, también muy conocido por el público sevillano, está integrado por, entre otros, el barítono Juan Jesús Rodríguez, que lleva años perfeccionando el personaje protagonista desde las aplaudidas funciones que protagonizó en el Teatro de La Zarzuela en otra reciente producción de la ópera de Penella de José Carlos Plaza. Vuelve también la mezzosoprano Sandra Ferrández, quien hace unos meses encarnó en el Maestranza a la icónica protagonista de Carmen de Bizet. María Rodríguez y Antonio Gandía redondean el cast.
La opresión del patriarcado
La producción viene firmada por el joven director de escena Raúl Vázquez, quien ha buscado “espacios emocionales, más que físicos”, según apunta. El montaje plantea la opresión del mundo en el que se ve envuelta Soleá, por medio de una gran caja cerrada representando el universo masculino de Rafael y encorsetando la figura femenina de la protagonista. En este espacio único, de lugar y tiempo indeterminado, aparecerán elementos fuera de escala, como un gran portón central, que ejerce de vía de entrada y salida a ese mundo interior. La obra, ya de por sí intensamente conectada con un andalucismo de otro tiempo, se beneficia en el vestuario del trabajo de Massimo Carlotto, que ha buscado líneas más depuradas y estilizadas que evitasen caer en el casticismo sin por ello perder las referencias, impregnándose de la influencia de uno de los mejores retratistas del Sur español en el siglo XX, Julio Romero de Torres.
El argumento de la ópera, con libreto del mismo Manuel Penella, nace de un viaje del compositor por tierras andaluzas y se estrena en el Teatro Principal de Valencia el 23 de febrero de 1916. En ella se narra la rivalidad entre el torero Rafael Ruiz, el Macareno, y el bandolero Juanillo, conocido como el Gato Montés, por el querer de la gitana Soleá. Por su acumulación (o cabría más señalar, idealización) de tópicos durante mucho tiempo ha sido entendida como una obra menor. Hoy, sin embargo, superadas las reticencias, es contemplada como un título indispensable del repertorio lírico español. Además de haberse presentado en ciudades como Tokio o Los Ángeles, en 2018 se estrenó en Kaiserlautern, Alemania, dirigida por Rodrigo Tomillo.- ÓA
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