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El drama de Madama Butterfly revive en Les Arts
El Palau de Les Arts llevará a escena por cuarta vez en su historia la popular ópera de Puccini, uno de los títulos más apreciados por el público valenciano
Valencia
Palau de Les Arts
Puccini MADAMA BUTTERFLY
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Madama Butterfly: Marina Rebeka / Maria Teresa Leva. Suzuki: Cristina Faus. Pinkerton: Piero Pretti. Sharpless: Àngel Òdena. Goro: Jorge Rodríguez-Norton. Lo zio Bonzo: Fernando Radó. Orquestra de la Comunitat Valenciana. Cor de la Generalitat Valenciana (Dirección: Francesc Perales). Dirección musical: Antonino Fogliani. Dirección de escena: Emilio López.
Este mes de diciembre el Palau de Les Arts llevará a escena por cuarta vez en su historia la popular ópera de Puccini, siendo uno de los títulos más apreciados por el público valenciano que aún recuerda las dos míticas versiones que dirigiera Lorin Maazel en Les Arts.
El regreso de Madama Butterfly al Palau de Les Arts supondrá la reposición de la puesta en escena que para este teatro firmó en 2017 el joven director de escena valenciano Emilio López de esta popular ópera de Giacomo Puccini. La ocasión tiene como uno de sus principales atractivos el debut en el papel protagonista de la aclamada soprano letona Marina Rebeka, quien afronta por primera vez a esta exigente heroína pucciniana. Lo hará junto a un elenco de competentes colegas que incluye como Pinkerton al tenor italiano Piero Pretti –quien acaba de triunfar en Parma en Un ballo in maschera–, al barítono de Tarragona Àngel Òdena como Sharpless y a la mezzosoprano Cristina Faus, quien volverá a su ciudad natal interpretando a la fiel Suzuki. La joven soprano Maria Teresa Leva, que ya ha cantado el papel en diversas ocasiones, sustituirá a Marina Rebeka en la función del día 17. La dirección musical correrá a cargo de Antonino Fogliani, que debutará en el podio de Les Arts; su presencia no está exenta de interés, pues al prestigioso director italiano rara vez se ve por España al trabajar sobre todo en Italia y Alemania.
Para Marina Rebeka incorporar a su repertorio a Cio-Cio San supone «un hito» en su carrera. La intérprete letona, en declaraciones a ÓPERA ACTUAL, apunta que “desde hace mucho tiempo” sencillamente soñaba con dar vida al emblemático personaje, “y por eso mismo lo he preparado durante muchos años. También he estudiado la cultura japonesa y sus tradiciones”. Pero, ¿por qué ha decidido afrontar el papel ahora y en Valencia? Ella lo tiene claro: “La voz necesita tiempo para madurar lo suficiente para asumir este duro rol. Cuando el Palau de Les Arts me lo ofreció sentí que estaba preparada. Además yo quería interpretar mi primera Butterfly en una producción clásica, como la que me ofrecía este teatro. Antes ya había interpretado en Les Arts Carmen dirigida por Zubin Mehta y La traviata junto a Plácido Domingo en la preciosa producción de Sofia Coppola, así que sé que es un estupendo teatro en el que estar y trabajar”.

Marina Rebeka
Un rol, como ya se sabe, que es uno de los más largos del repertorio y que prácticamente está en escena durante toda la función y hasta el final de la ópera. Además exige mucho psicológicamente. En ese sentido la soprano reconoce que se trata de un personaje que demanda mucho de la intérprete “tanto emocional como vocalmente. Es un gran reto para cualquier cantante. La longitud del papel y los colores necesarios con los que tienes que impregnar la voz requieren una buena dosis de templanza y seguridad en una misma. La diferencia cultural y de mentalidad, la juventud de Butterfly y su experiencia vital y emocional son todo un reto también como actriz. La clave está en tener una buena técnica, buena dosis de fortaleza y dominar las emociones sin perder la cabeza”.
La producción de Emilio López, tras su estreno en Valencia, viajó a El Escorial y al Festival de San Sebastián, en ambas ocasiones con Ainhoa Arteta en el rol titular. Ahora vuelve al escenario en el que se estrenó y, en este periplo, el director de escena señala que ha cambiado su visión del personaje: “He madurado como director de escena y en este momento veo los personajes con otra perspectiva”, afirma a ÓPERA ACTUAL. “Ahora les estoy pidiendo a los intérpretes que en ciertas partes sean más viscerales. Con bastantes más contrastes. Me gusta mostrar a una Butterfly más visceral en la intimidad, cuando está con Suzuki y Sharpless, y cuando está delante de los demás, sobre todo al principio, que se muestre más como una niña, más comedida y frágil”.
Marina Rebeka define esta producción como clásica, pero, sin embargo, la propuesta cambia el tiempo de la acción y la sitúa en Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial. El segundo acto tiene lugar tras la explosión de la bomba nuclear. Pese a eso, el director de escena está de acuerdo con la opinión de la soprano: “Ella está en lo correcto. He trasladado la acción a la Segunda Guerra Mundial porque me sirve para reflejar el mundo interior de Butterfly. En esta ópera todos somos capaces de ver la destrucción que se produce, menos la propia Cio-Cio San. Pero en cuanto a lo que es el libreto o la musica, no cambio nada. Hago exactamente lo que dice Puccini. Sigo todos los estados psicológicos que indica la partitura y que están también en la versión teatral de David Belasco, en la que se inspira la ópera. Por eso estoy de acuerdo con lo que dice Marina. Digamos que a nivel escénico no es muy clásica, pero sí lo es en el respeto que hay con el libreto y la música”.- ÓA
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