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EL Campoamor viaja a Granada vestido de zarzuela
El Festival de Teatro Lírico Español ofrece en un mismo espectáculo, concebido por Giancarlo del Monaco, 'La Tempranica' de Giménez y 'La vida breve' de Falla
Festival de Teatro Lírico Español
GRANADA
25, 29_02 (Teatro Campoamor)
Giménez: LA TEMPRANICA
María, La Tempranica: Ana Ibarra. Don Luis: Rubén Amoretti. Grabié: Ana Nebot. Don Mariano: Gustavo Peña. Don Ramón: Gerardo Bullón. Zalea: Juan Noval. Salú: Cristina Faus. Mr. James: Miguel Sola. Juan: Andrés Merino. Gitano: Jesús Méndez. Gerónimo Giménez: Jesús Castejón. Manuel de Falla: Carlos Hipólito. Julián Romea: Juan Matute.
Falla: LA VIDA BREVE
Salud: Virginia Tola. Paco: Francesco Pio Galasso. Abuela: Cristina Faus. Tío Sarvaó: Rubén Amoretti. Carmela: Anna Gomà. Manuel: Gerardo Bullón. La voz de la fragua: Gustavo Peña. Cantaor: Jesús Méndez. Guitarra: Javier Patino. Orquesta Oviedo Filarmonía y Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo (Dirección: Pablo Moras). Dirección: Iván López Reynoso. Dirección de escena: Giancarlo del Monaco.
Una zarzuela y una ópera. María y Salud, dos mujeres abandonadas. Y una ciudad. Son los mimbres de Granada, el espectáculo concebido por Giancarlo del Monaco para el Teatro de La Zarzuela de Madrid que une La Tempranica del maestro Giménez con La vida breve del gran Manuel de Falla. Juntas levantarán el telón de la nueva temporada del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo, que cumple su vigesimoctava edición. El Teatro Campoamor tendrá vistas a La Alhambra.
El programa doble Granada iba a ser el encargado de inaugurar, el pasado mes de octubre, la actual temporada del madrileño Teatro de La Zarzuela, pero debido a las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus las dos obras que lo integran tuvieron que representarse en días separados, por lo que el espectáculo no pudo llevarse a cabo tal y como fue concebido por su director de escena, Giancarlo del Monaco. El espectáculo, con prácticamente los mismos intérpretes, podrá estrenarse por fin el 25 de febrero en Oviedo, con dirección musical de Iván López-Reynoso al frente de la orquesta Oviedo Filarmonía, formación titular del Festival.

Ana Ibarra
Gerónimo Giménez primero y Manuel de Falla después se inspiraron, de distinta forma, en el costumbrismo y el paisaje rural y urbano de la Granada gitana. La vida breve debe mucho a La tempranica –Falla asistió a su estreno en 1900– y ambos compositores estarán físicamente sobre las tablas del Teatro Campoamor, en la piel de los actores Carlos Hipólito (Falla) y Jesús Castejón (Giménez). Es la música que regalaron a dos mujeres, María y Salud, la que emociona al público, y la herramienta con la que ellas se desgarran sobre el escenario. «Una doble reflexión», en palabras de Del Monaco, «acerca de la pasión y la fatalidad a la que puede llegar el alma de la mujer ofendida». Lo cuenta Ana Ibarra, protagonista de La tempranica, emocionada por volver a dar vida a este personaje «en tan poco tiempo, con las sensaciones todavía muy frescas», en una producción «moderna, que pone mucho énfasis en la psicología de los personajes y en su sufrimiento, especialmente el de María, totalmente atormentada por un amor no correspondido».
Flamenco sofisticado
Ambas composiciones encierran melodías que mezclan la atmósfera y el sabor del folclore andaluz y el flamenco con los aires musicales de la escena europea de principios del siglo XX. Números que el público seguramente habrá escuchado más de una vez, aunque puede que desconozca que pertenecen a estas obras. En el caso de la zarzuela de Giménez destaca el zapateado «La tarántula é un bicho mu malo», cantada por el personaje de Gabrié, hermano de la protagonista que será interpretado en Oviedo por Ana Nebot. Una página que se ha convertido en una de las propinas musicales favoritas de las sopranos al final de sus recitales. Tanto es así que en la gala lírica que Ainhoa Arteta ofreció en el Auditorio de Oviedo el pasado mes de septiembre, cantó «El Covid é un bicho mu malo» en la apoteosis final del concierto que devolvía la actividad musical a la ciudad tras la primera fase de la pandemia.
El coronavirus sigue siendo tristemente absoluto protagonista a día de hoy, ya que Arteta, que debía interpretar el rol de Salud, se ha visto obligada a cancelar su participación después de no recuperarse a tiempo de la Covid-19, que contrajo hace unas semanas. Por este mismo motivo tuvo también que anular su actuación como protagonista de Manon Lescaut en Pamplona. En estas funciones de La vida breve, en su lugar, actuará la soprano argentina Virginia Tola, que ya en las funciones del Teatro de La Zarzuela alternó el personaje con la misma Arteta.
Sobre esta difícil situación que obliga a cambios constantes e incertidumbres de última hora, Ana Ibarra –Premio ÓPERA ACTUAL 2003– apunta que hay que afrontarla «con muchísima paciencia». «El trato que se le ha dado a la cultura como actividad laboral prescindible o, directamente, innecesaria, es muy injusto», denuncia, «porque sin cultura no solo se están perdiendo miles de puestos de trabajo, sino que la sociedad se queda sin alma». Los teatros vuelven a dar ahora, señala la mezzosoprano, «una oportunidad para irse a casa sintiendo que la música nos hace mucho bien».
Sobre el papel de Salud, Arteta, en declaraciones a ÓPERA ACTUAL antes de contraer la enfermedad, explicaba que se trata de «un personaje muy complejo» porque «requiere una madurez personal y sobre todo vocal importante, con una intensidad y una fuerza interior desgarradoras». «Si no hubiese hecho todo lo que he hecho en mi carrera, Salud se me hubiese comido entera. Porque es abrirse en canal a lo que la vida te depara», sentencia. Oviedo, además de Madrid, es la única ciudad que cuenta con una temporada estable y de alto nivel artístico de teatro lírico español, una realidad que la soprano vasca achaca a «las pocas ayudas económicas a la cultura, que en España suman lo que Alemania emplea para un solo teatro». En este panorama, juzga Ana Ibarra, «Oviedo ha sabido darle a la zarzuela el lugar que se merece, porque la mejor manera de defenderla es programarla». -ÓA
Sobre el estreno frustrado madrileño
«El regista italiano Giancarlo Del Monaco reflejó ambas historias que ahondan en una problemática cultural y social a través de un ambiente realista y sórdido dominado por la oscuridad y el rojo sobre un escenario semidesnudo. En La Tempranica, Del Monaco busca el nexo de unión de los dos compositores (Giménez y Falla) a través de un diálogo de nueva creación, de la pluma de Alberto Conejero, interpretado por dos grandes actores como son Jesús Castejón y Carlos Hipólito. Esta concepción escénica desadereza la obra sin atender el drama puntualizado solo por la música de Giménez, enmarcada por una escenografía y atmósfera que se derrumba en el doble sentido de la palabra y remonta en la creación de un ambiente goyesco surgido quizás de la imaginación de su protagonista María». «Adquiría más relevancia la atmósfera de La vida breve mediante una escenografía de paneles en movimiento de texturas rugosas y rojizas que van ahogando el espacio, una iluminación acorde, una natural y sólida coreografía y un movimiento escénico en consonancia». (enlace a la crítica completa) * Isabel IMAZ y José María MARCO

Nancy Fabiola Herrera triunfó con una potentísima María de 'La Tempranica'
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