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La 'Carmen' sevillana se retrasa al 29 de mayo
Por un brote de Covid, el regreso de la ópera de Bizet junto a la mítica plaza de toros en la que muere el personaje protagonista, cancela el estreno de esta noche
Sevilla
Teatro de La Maestranza
Bizet: CARMEN
29, 30_05, 01, 02, 03, 04, 05_06
Carmen: Ketevan Kemoklidze / Sandra Ferrández. Don José: Sébastien Guèze / Antonio Corianò. Micaëla: María José Moreno / Raquel Lojendio. Escamillo: Simón Orfila / Jean-Kristof Bouton. Frasquita: Laura Brasó. Mercédès: Anna Gomà. Zuniga: Felipe Bou. Moralès: César Méndez Silvagnoli. Le Dancaïre: Manel Esteve. Le Remendado: Moisés Marín. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro de Amigos del Teatro de La Maestranza (Dirección: Íñigo Sampil). Dirección: Anu Tali. Dirección de escena: Calixto Bieito.
Después de muchos intentos fallidos, Carmen, la ópera sevillana por excelencia, regresará a su espacio natural, el Maestranza de Sevilla, junto a la mítica plaza de toros en la que muere el fascinante personaje protagonista. La obra vuelve a casa con un doble reparto. Sandra Ferrández será la encargada de tomar el relevo en dos funciones a Ketevan Kemoklidze, que ilustra la portada de esta edición de ÓA 246. La gitana de Bizet, en todo caso, ha tenido que retrasar su estreno previsto para hoy debido a un brote de Covid-19 al interior de la compañía.
A Carmen le ha costado volver a casa y, además, se ha tenido que retrasar el estreno. Solamente –adviértase la ironía– han tenido que pasar tres décadas (29 años para ser estrictamente justos con la memoria) para que este fundamental personaje y su drama de violencia vuelva a un escenario que, en puridad, debería ser tan familiar para la ópera de Bizet como el del sevillano Teatro de La Maestranza. El estreno, en todo caso, se ha tenido que retrasar, al igual que el calendario de funciones se está modificando, ya que un brote de Covid-19 detectado en los ensayo ha obligado a retrasar la première al 29 de mayo «para garantizar la salud de los participantes en la producción y tratar de asegurar las representaciones con los menores cambios posibles», según informa el coliseo sevillano.
«Gracias a la rapidez en la toma de decisiones, al esfuerzo, la total entrega e ilusión de todo el personal del Teatro, el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, la Escolanía de Los Palacios, junto al elenco de artistas y equipo creativo, se ha conseguido reajustar la planificación de funciones para mantener el máximo posible de ellas, al tener que cancelar las previstas para los días 24, 25 y 27 de mayo. De las 8 funciones previstas los días 24, 25, 27, 29, 30 de mayo, 1, 3 y 5 de junio, se pasa a un nuevo calendario de 7 funciones los días 29, 30 de mayo, 1, 2, 3, 4 y 5 de junio». El nuevo plan, en todo caso, todavía no acaba de consolidarse, ya que en la web del Maestranza no aparecen las funciones de los días 2 y 4 de mayo porque se está pendiente de la confirmación «por parte de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), a falta de la aprobación definitiva de su comité de empresa. En el caso de que finalmente el nuevo calendario se pueda ejecutar tal y como se acaba de plantear, el público con entradas para la representación del día 24 de mayo pasa directamente a la nueva función fijada para el 2 de junio. Los espectadores con entradas para la función del 27 de mayo se trasladan directamente a la nueva función del 4 de junio. La representación del día 25 de mayo, que se había programado como función extra para las reubicaciones por las limitaciones de aforo, queda cancelada, trasladando al público al resto de las 7 funciones».
Si finalmente la ROSS no aprueba estas modificaciones, el Maestranza mantendrá las funciones previstas para los días 29, 30 de mayo, 1, 3 y 5 de junio y buscará la forma de reubicar al público de las funciones que se tendrán que cancelar los días 24, 25 y 27 de mayo.
La pandemia ha sido el último elemento que ha postergado un título para el que nunca se encontraba el momento adecuado en el coliseo sevillano. Invocarlo traía consigo una retahíla de argumentaciones, algunas bastante simplonas, no pocas hasta megalómanas, otras directamente horteras. Porque sí, también durante un tiempo estuvo sobre la mesa la idea de representar Carmen en la plaza de toros de la Maestranza, vecina al coliseo y que le da nombre, un empeño folclórico que, felizmente, pasó a mejor vida.
Y no, con todo, no es esta la Carmen que el Maestranza se había propuesto presentar. Aunque, seguramente, sea la más valiente que nunca estuvo en mente de ninguno de sus gestores, la Carmen de Calixto Bieito. Escrito así, la Carmen de Bieito. Porque el nombre del director de escena burgalés, Premio ÓPERA ACTUAL 2019, ha quedado asociado indisolublemente al montaje icónico de una ópera del que existen cuatro reproducciones escenográficas replicadas dado su extenso recorrido en escenarios de medio mundo. La propuesta escénica –propiedad del Gran Teatre del Liceu barcelonés, del Regio de Turín, del Massimo de Palermo y de La Fenice de Venecia– es ya todo un clásico, habiendo sido originariamente concebida y estrenada en el Festival Castell de Peralada en 1999. Desde entonces se ha podido ver en un goteo de reposiciones constante en varias ciudades de los Países Bajos y Bélgica y también, más allá de los coliseos coproductores, en Londres, Viena, París –donde se repone periódicamente–, San Francisco, Boston, Oslo, Budapest… Debido a la pandemía, caía (por el momento) el proyecto sevillano inicial, la de una nueva coproducción entre el Maestranza y la Ópera de Roma.

Sandra Ferrández
El caso es que ahora Carmen regresa a su hogar geográfico con la dirección musical de la estona Anu Tali y con un doble reparto encabezado por Ketevan Kemoklidze (ver entrevista En Portada) y Sandra Ferrández en el papel titular, junto a Sébastien Guèze y Antonio Corianò (Don José), María José Moreno y Raquel Lojendio (Micaëla) y Simón Orfila y Jean-Kristof Bouton (Escamillo), entre otros.
La mezzosoprano alicantina Sandra Ferrández, Premio ÓPERA ACTUAL 2007, seguirá en estas funciones rodando un personaje al que ya ha realizado varias aproximaciones, a partir de una primera tentativa en 2015 en Valencia, en una producción de pequeño formato. Posteriormente lo ha interpretado, en versión completa, en Lisboa y Coimbra. «Tengo muchas intérpretes de referencia del papel (Berganza, Obraztsova, Resnik, Garanca, Cortez…), pero, en el proceso de construcción del rol, la intención es hacer la mía propia, al fin y al cabo hablamos de una mujer de la que todas llevamos algo dentro», comenta a ÓA.
Para Sandra Ferrández el montaje de Bieito representa una novedad: «Es muy conocido, pero, desafortunadamente hasta ahora, no había tenido la oportunidad de verlo ni de hacerlo. Me hace muchísima ilusión trabajar en él, de hecho es algo que amigos y colegas ya sabían. Por fin ha llegado el momento». Ferrández se siente muy afín a las recreaciones más conceptuales o, en todo caso, a aquellas en las que existe un mayor desarrollo e indagación en el componente dramatúrgico. «Para mí la parte cantada y la actoral son una sola, y preparo de igual manera ambas, por eso visiones escénicas como la de Bieito me apasionan», expone.
Su presente (y su futuro) oscila, como el de toda su profesión, entre proyectos y cancelaciones. A Sevilla vendrá después de participar en El barberillo de Lavapiés del Palau de Les Arts de Valencia, y más adelante tiene la ópera española El gato montés, en Oviedo. Otras citas han caído, como una gira con El amor brujo por ciudades de Polonia. Ferrández asegura moverse con soltura por un repertorio que es cualquier cosa menos reducido. También ha formado parte de los dos episodios de la Tetralogía en el Teatro Real. «Wagner plantea dificultades distintas de las de Bizet, pero con uno y con otro se ha de cantar de la misma manera técnicamente hablando. Otro asunto es el estilo, pero lo relevante es ser capaz de llevar cada personaje a tu terreno con una buena técnica y el material instrumental del que dispongas. ¿Wagner o Bizet? No voy a prescindir de ninguno».– ÓA
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