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Butterfly vuelve a su cita fiel y gira por Cataluña
La ópera de Puccini, una de las favoritas del público vallesano, regresa a Sabadell y al circuito de Òpera a Catalunya
Sabadell
Fundació Òpera a Catalunya
Puccini: MADAMA BUTTERFLY
15, 17, 19_02 (Teatre La Faràndula).
Hasta el 19_03 de gira por Reus, Sant Cugat, Barcelona, Vic, Manresa, Girona, Granollers, Viladecans, Lleida, Tarragona y Cornellà
Cio-Cio San: Carmen Solís / Tina Gorina. B. F. Pinkerton: Enrique Ferrer. Sharpless: Manel Esteve. Suzuki: Anna Tobella. Goro: Jorge Juan Morata. Principe Yamadori: Joan Garcia Gomà. Lo zio Bonzo: Juan Carlos Esteve. Kate Pinkerton: Laura Obradors. Orquestra Simfònica del Vallès. Cor d’Amics de l’Òpera de Sabadell (Dirección: Daniel Gil de Tejada). Dirección musical: Sergi Roca. Dirección de escena: Carles Ortiz.
La compañía fundada por Mirna Lacambra regresa a uno de sus clásicos, la popular Madama Butterfly, y lo hace contando con las sopranos Carmen Solís y Tina Gorina como Cio-Cio San y el tenor Enrique Ferrer como Pinkerton, acompañados por Manel Esteve y Anna Tobella como Sharpless y Suzuki. Carles Ortiz firma el apartado escénico y vuelve al podio el joven director sabadellense Sergi Roca tras su debut con Tosca hace dos años.
El éxito de Tosca en el Teatro Costanzi de Roma en 1900, reafirmó la posición de Puccini como heredero indiscutible de Verdi, pero significó también el origen de una dialéctica que acompañaría al compositor durante toda su carrera. Por un lado, pasó a ser objeto de adoración por parte del público tanto italiano como internacional, pero por otro marcó el inicio de furibundos ataques de la crítica. Determinada prensa italiana, en algunos casos influida por el auge de la ideología fascista, acusó a Puccini de afeminado y, sobre todo, de internacionalista. Esta última calificación, en el contexto ultranacionalista del momento, era especialmente grave e implicaba la traición al espíritu de Verdi, de las esencias de la ópera italiana y de la construcción una identidad nacional en plena crisis. La valiente respuesta de Puccini, cuatro años más tarde, fue una ópera de marcada tendencia orientalista: Madama Butterfly.
El fracaso del estreno de Butterfly en La Scala consiguió unir, por un momento, a público y crítica, pero en su revisión posterior pasaría a convertirse en uno de los títulos más icónicos de la ópera del siglo XX. Según Sergi Roca, el joven director catalán que asumirá la batuta en esta producción de la Fundació Òpera a Catalunya (FOC) que se estrena en Sabadell, la originalidad y fascinación por esta obra se basa en diversos elementos novedosos. “Por un lado, Cio-Cio San constituye el retrato psicológico más complejo de toda la producción pucciniana”, afirma a ÓPERA ACTUAL.
El maestro, nacido en Sabadell, traza un cierto paralelismo entre dos obras maestras puccinianas que conoce muy bien, tras su debut con la compañía hace dos años. “Tosca, la ópera que dirigí en mi debut en Sabadell hace dos años, es un thriller vertiginoso en el que predomina la interrelación entre los tres personajes principales. En Butterfly, en cambio, todo el drama se centra en el personaje de Cio-Cio San y su evolución psicológica. El centro de gravedad de la obra reside en este personaje. Si en Tosca todo es acción, aquí es mínima y lo que predomina es la espera. La eterna espera del regreso de Pinkerton y de un futuro que todos, tanto los personajes como el público, menos la protagonista, sabemos que será trágico”.
Será esta la segunda producción de Madama Butterfly que dirigirá Sergi Roca quien, con apenas 35 años, está desarrollando una destacada carrera en Alemania y que, a partir del próximo curso, le convertirá en Primer Kapellmeister de la Ópera de Flensburgo. “El año pasado tuve la oportunidad de dirigir este título en la Ópera de Kiel, donde he trabajado como director asistente durante los últimos cuatro años. Puccini es uno de mis compositores preferidos porque en sus partituras siempre es reconocible su voz, pero cada una de ellas es diferente. En el caso de Butterfly, el orientalismo está perfectamente integrado en la partitura, no solo desde el punto de vista musical o armónico, en el que Puccini profundizó al preparar la obra, sino también en la expresión musical de gestos y tradiciones. No hay nada decorativo o superficial en esta obra que amo y que tengo muchas ganas de empezar a ensayar en Sabadell, en mi casa”, asegura.– ÓA
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