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'Aida' se recupera en Las Palmas con una nueva producción
La temporada grancanaria estrena, tras la pandemia, su nueva producción de la popular ópera de Verdi, con María José Siri, Judit Kutasi y Sergio Escobar
Las Palmas de Gran Canaria
Temporada Alfredo Kraus
Verdi: AIDA
14, 16, 18_03 (Teatro Pérez Galdós)
Aida: María José Siri. Radames: Sergio Escobar. Amonasro: Ariunbaatar Gambaatar. Amneris: Judit Kutasi. Ramphis: Manuel Fuentes. Il Re: Jeroboám Tejera. Mesaggero: Manuel García. Sacerdotessa: Nora Carrasco. O. Filarmónica de Gran Canaria. Coro de la Ópera de Las Palmas (Dirección: Olga Santana). Dirección musical: José Miguel Pérez-Sierra. Dirección de escena: Daniele Piscopo.
La temporada grancanaria estrena por fin su nueva producción de la popular ópera de Verdi, con la firma de Daniele Piscopo y con escenografía de Italo Grassi, retrasada por el estallido de la pandemia. María José Siri, Sergio Escobar y Judit Kutasi componen el triángulo amoroso y de intriga a la sombra de las pirámides que contará con el maestro madrileño José Miguel Pérez-Sierra en el podio.
Hace exactamente tres años, a principios de marzo de 2020, los Amigos Canarios de la Ópera (ACO) afrontaban unas semanas de auténtico infarto. Las funciones de L’elisir d’amore se compaginaban con los últimos ensayos para el estreno de su nueva producción de Aida. Pero la covid apagó las luces de los teatros y aquel acontecimiento musical no llegó a producirse. Ahora, tres años después del estallido de la pandemia, Aida vuelve vencedora.
En las tres funciones programadas los días 14, 16 y 18 de este mes, el telón del Teatro Pérez Galdós subirá por fin para mostrar el esperado montaje diseñado por el director de escena Giulio Ciabatti y el escenógrafo Italo Grassi, construido en los talleres de ACO. Entre esfinges y en el foso, a las órdenes del maestro José Miguel Pérez-Sierra, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) y los coros del Festival de Ópera y de la OFGC se unirán para interpretar páginas tan famosas como la Marcha triunfal o el “Gloria all’Egitto, ad Iside”, en el segundo acto. Una suma de efectivos que da la medida del tamaño del espectáculo. Ópera a lo grande.
Aida, absoluta protagonista de esta ópera (con permiso de Amneris y Radames, que completan este triángulo amoroso y de intriga a la sombra de las pirámides) será la soprano María José Siri. La intérprete uruguaya, muy unida a la temporada grancanaria, era también la elegida para dar vida a la esclava etíope en aquellas funciones que no pudieron ser. “Una verdadera esclava de su propio destino, del cual hubiera podido escapar”, explica Siri a ÓPERA ACTUAL, “con las melodías más bellas en sus dos arias, que contrastan entre sí: una, la de la gran princesa guerrera, obligada a ocultar su amor prohibido y su linaje; la segunda, la de la mujer resignada a no ver más su adorada patria”.

María José Siri como Aida en Verona
El pasado verano Siri triunfó con este rol en la Arena de Verona, en una de las reposiciones de la clásica producción de Franco Zeffirelli que, por decisión del Festival italiano y para recrear de forma fidedigna la propuesta del regista, sin alterar ninguno de los elementos concebidos en origen por su creador, mantuvo la práctica del blackface. Esto es, el empleo de maquillaje para caracterizar a una persona blanca como si fuera una persona negra. Una técnica tachada de racista que se sigue empleando, no sin controversia, para caracterizar personajes como Aida u Otello.

Sergio Escobar como Radames en Sidney
Las voces que protestan contra esta práctica, según afirma el tenor Sergio Escobar, elegido para el rol del Radames grancanario, “tienen un papel muy importante, que no hay que olvidar, que es la lucha contra el racismo. Ahora bien”, añade, “el teatro es un mundo de sueños, de historias que nos transportan a otros países, a otras épocas. El maquillaje es un recurso más para crear esa atmósfera mágica que nos rodea en la ópera, y yo, por ejemplo, no considero que se esté faltando el respeto a nadie cuando me oscurecen la piel para hacer Otello, ya que es un rasgo fundamental del personaje sin el cual la obra perdería gran parte de su sentido”.
De vuelta a Egipto, para Escobar la magia de Aida reside en la mezcla y el contraste, en la que “enormes conjuntos corales en impresionantes puestas en escena parecen ser la antítesis de la intimidad y la delicadeza de algunas de las arias y dúos mas hermosos de todo el repertorio operístico” que conviven en la ópera de Verdi, como los que comparte Radames con Aida y ella con su padre, o la exigente “Celeste Aida” para el tenor, apenas empezada la ópera.
Para escobar, “Radames es un guerrero valiente y noble, y esa nobleza le lleva a confiar un secreto de Estado a la mujer a la que ama, desatando el desenlace final”, explica el cantante toledano. Y vocalmente considera que es “uno de los personajes más difíciles de interpretar, precisamente por el contraste al que antes hacía referencia, porque hay que intercalar instantes de heroísmo, que ha de sentirse en el canto, con momentos de enorme dulzura junto a Aida. Todo con una tesitura altísima y exigiendo un volumen capaz de sobrepasar una orquestación muy densa”.
El maestro madrileño José Miguel Pérez-Sierra será el encargado de concertar esta “magnífica partitura”, que es como la define, y a la que se enfrenta por vez primera en su ya larga trayectoria. “La considero tan impresionante como el Requiem de Verdi que dirigí el curso pasado. Son obras de dimensiones colosales que demuestran la maestría del compositor a la hora de escribir para las voces, para los coros, para la orquesta. Son, sencillamente, obras maestras absolutas que, en el caso de Aida, dan sentido a lo mejor del teatro musical”.– ÓA
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