ENTREVISTAS

Rubén Fernández Aguirre: “Me considero un pianista de cantantes”

01 / 02 / 2021 - Antoni COLOMER - Tiempo de lectura: 4 min

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Rubén Fernández El pianista de cantantes Rubén Fernández Aguirre © Michal NOVAK

Rubén Fernández Aguirre es actualmente uno de los pianistas más solicitados por las mejores voces, tanto a nivel nacional como internacional. Figuras como Carlos Álvarez, Lisette Oropesa, Ainhoa Arteta, María Bayo y tantos otros, confían en este artista vasco para salir a escena. Una actividad concertística que no le impide emplearse a fondo en proyectos en los que cree. Uno de ellos es la difusión del patrimonio musical español. Este mes, en el Teatro de la Maestranza, dirigirá desde el piano, después de debutarla en Madrid, la ópera de cámara Le cinesi, del sevillano Manuel García.

Me considero un pianista de cantantes. Me gusta más esa definición que la de pianista acompañante. Vivo y trabajo con los cantantes. Voy de gira con cantantes. ¡Respiro con los cantantes!. Siempre tuve claro que quería dedicarme a los conciertos y arriesgué mucho por ello. Soy freelance, no trabajo en ningún conservatorio ni teatro, lo cual conlleva mayor inestabilidad y me obliga a moverme constantemente, estudiar mucho y buscar nuevos repertorios.

En mi especialidad tienen más prestigio los acompañantes de Lied. Me formé en Viena y Múnich y conozco bien el repertorio y el idioma alemán, pero son terrenos copados en los que es difícil que un latino pueda introducirse. En ese sentido considero que existe un cierto prejuicio. Cuando acompañas ópera o zarzuela es clave partir de la partitura original para orquesta porque las reducciones para piano son, a menudo, demasiado simples. ¡O al revés! Las reducciones que Strauss hizo de sus óperas contienen tanta información que son casi inviables. Es necesario, en este aspecto, tomar decisiones propias.

Considero imprescindible conocer las bases técnicas del canto para acompañar voces, así como valorar la dificultad que significa llevar encima el instrumento todo el tiempo. Eso explica que los cantantes, a menudo, tengan personalidades tan interesantes como complejas. Recuerdo que, antes de entrar en escena, un mito como Mariella Devia, tras tantos años de carrera, me dijo: “Rubén, hoy ayúdame que estoy muy nerviosa”. Y yo, que estaba aún más nervioso, solo pensaba: “¡Ojalá pueda estar a su altura!”. Debes adaptarte a cada cantante. Algunos necesitan que lleves la iniciativa en el aspecto musical, otro que estés en segundo plano. Hay quien necesita que se lo digas todo, otras que no digas nada. Mi admirado Félix Lavilla me aconsejó trabajar con cantantes distintos para adquirir experiencia y flexibilidad. ¡Hay que ser un camaleón!

El pianista de cantantes Rubén Fernández Aguirre junto al compositor Antón García Abril

Este mes presentamos en el Teatro de La Maestranza Le cinesi y, a final de año, I tre gobbi en Madrid. Con esta última habré completado el ciclo de las cinco óperas de cámara de Manuel García. Se trata de operitas de salón, con acompañamiento original de piano, que escribía para promocionar a sus alumnos. Mi contacto con García empezó por casualidad, cuando trabajaba en Sevilla y llegó a mis manos la partitura de L’isola disabitata. Como soy de Bilbao y echao palante, planteé a Emilio Sagi y Daniel Bianco ponerla en escena en el Teatro Arriaga y este mes llega la misma producción al Teatre Martín y Soler del Palau de Les Arts, donde colaboro con un asesoramiento musical. Y así empezó un proyecto que culmina este año con estas tres producciones en Sevilla, Madrid y Valencia.

Siento el deber de dar a conocer nuevos repertorios, especialmente de música española. Este año se cumple el 200º aniversario del nacimiento de Arrieta y me he lanzado a desenterrar sus canciones. Nadie las conoce y quiero grabarlas con Sabina Puértolas. Otro caso es el de Fermín María Álvarez, un compositor olvidado y vilipendiado que compuso gran cantidad de canciones que han interpretado desde Caruso hasta Domingo. Para este proyecto contaré con la colaboración de Airam Hernández.  – ÓA