ENTREVISTAS
Pilar Garrido, del Festival Internacional de Canto Verónica Villarroel a Les Arts
En noviembre de 2020 triunfó en el Primer Festival Internacional de Canto Verónica Villarroel y su deseo de perfeccionarse en Europa comienza a hacerse realidad, ya que acaba de ser admitida por dos años en el Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts de Valencia.
Su nombre se dio a conocer al ganar la primera edición del Festival Internacional de Canto Verónica Villarroel (#FestivalVeronicaVillarroel) organizado por la academia de canto de la soprano Verónica Villarroel con sede en Santiago de Chile. Pilar Garrido triunfó en la categoría de cantante lírico gracias a la elección de un jurado integrado por la soprano María Katzarava, los tenores Ramón Vargas y Aquiles Machado, el gestor Paulo Esper (presidente del concurso Maria Callas de São Paulo-Compañía de Opera São Paulo) y Fernando Sans Rivière, director de ÓPERA ACTUAL. Garrido se impuso a 300 participantes de 20 países que compitieron en este certamen que, por las circunstancias de la pandemia, debió realizarse por streaming. La joven cantante está muy ilusionada con su ingreso en el Centre de Perfeccionament del Palau de Les Arts de Valencia, del qué tenía muy buenas referencias. «Era un sueño absolutamente inalcanzable hace un par de años», afirma la soprano chilena. «Me siento honrada y agradecida por la oportunidad y por la confianza en el trabajo que he venido haciendo junto a mis maestros. Esa confianza es el impulso más grande de motivación que he recibido, y me insta a continuar trabajando, con más energía que nunca y siempre enfocada en mejorar».
De incipiente carrera, la trayectoria artística de Pilar Garrido es muy breve, pero el jurado observó en su canto una proyección poco habitual, una voz adecuada a roles lírico-ligeros y una conseguida aproximación estilística.
ÓPERA ACTUAL: ¿Qué antecedente tenía del Centre valenciano?
Pilar GARRIDO: Hay dos excelentes cantantes jóvenes chilenos que pasaron por el Centre hace un par de años, por lo que conocía a través de ellos el increíble nivel de las producciones, clases magistrales e instancias de perfeccionamiento de este Opera Studio. Es por eso, y por la belleza de la ciudad de Valencia, que haber sido seleccionada allí se convirtió en un sueño para mí. Estar viviéndolo ahora como una realidad es realmente impresionante.
ÓA: Después de ganar el Concurso Verónica Villarroel, ¿se le han abierto puertas que puedan ayudarle en su carrera?
P. G.: Me han pasado varias cosas, como poder trabajar con la agencia española de imagen y comunicación Fidelio Artist, un premio muy interesante y diferente de parte del certamen. Me ha prestado una asesoría que ha sido de muchísima ayuda en un aspecto que nunca se estudia al hacer la carrera. También he sido contactada por directores y maestros de Chile y de otros países, además de obtener audiciones en Europa que tengo agendadas para este año. El concurso fue, sin duda, un hito importantísimo para mí, artística y personalmente, en un año –el 2020– en el que todo se veía imposible para las artes escénicas. Me siento por siempre agradecida a la organización y a Verónica Villarroel por los premios obtenidos y por todo lo que ha significado en mi vida haber ganado el concurso.
Formada en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, antes tuvo como maestros a Javier Weibel y Claudia Pereira. Su maestra fue la mezzosoprano Claudia Godoy y, tras terminar la carrera prosiguió sus estudios con el barítono Christian Senn, quien vive en Italia, de manera que las clases han sido por zoom e incluso por WhatsApp. «Nos sorprende a ambos lo bien que ha funcionado», explica. «Por supuesto que me encantaría tener con él clases presenciales. Christian Senn me abrió el repertorio; me ha hecho cantar Händel, Vivaldi, Bach, Rossini y también Donizetti, que yo ya había explorado en la Facultad cantando Rita. Me siento muy bien en ese repertorio y por eso escogí esas arias para el concurso», en el cual interpretó escenas de Giulio Cesare (Händel, ver vídeo más abajo), L’occasione fa il ladro (Rossini, ver vídeo más abajo) y La fille du régiment (Donizetti).
Dedicarse al canto en Chile
La crisis sanitaria ha tenido costos importantes para Pilar Garrido. «No me pude titular en la Facultad en su momento, pero ahora ya tengo mi licenciatura y el título. La pandemia también me canceló contratos, ya que había sido escogida para cantar Pamina de La flauta mágica en el Pequeño Municipal –el servicio educativo del coliseo lírico de la capital chilena–, pero se canceló. Ahora tengo una Kate Pinkerton, en Madama Butterfly. Desde que pude hacerlo he cantado allí donde me han llamado, y también en matrimonios, funerales y eventos, además de formar parte del coro de refuerzo del Teatro Municipal. Pero en Chile todo sigue parado. Para poder tener alguna entrada económica ahora estoy trabajando los fines de semana como vendedora de una tienda de trajes de noche que tiene un show room, Mi Placard. Agradezco mucho a las dueñas porque me acogieron sabiendo que soy cantante y que mi experiencia como vendedora es nula».
De pequeña, Pilar Garrido fue estimulada por sus padres, que la llevaron a conciertos y al teatro. Primero se enamoró de bandas sonoras de películas, en especial escritas por John Williams, después se interesó por la actuación y pensó en ser actriz. «Pero cuando entré al Instituto de Estudios Secundarios de la Universidad de Chile –un bachillerato especializado en artes– conocí al cantante lírico Nicolás Vásquez, de quien me hice amiga y que me mostró el mundo de la ópera. Descubrí que ahí estaba todo lo que me gusta: teatro y música unidos. Él me mostró videos y me hizo escuchar voces, pero cuando tuve mi primera experiencia en vivo con el canto, una simple vocalización con mi maestra Claudia Godoy, la piel se me erizó», relata la soprano, que admira todo lo que han logrado los artistas chilenos. «Hablo de los que trabajan en Chile y, por supuesto, de los que se han consagrado en el extranjero. Cuando uno se dedica al canto y lo vive por dentro, entiende el tremendo esfuerzo que hay detrás de quienes desarrollan su arte, al coste que sea, en un país donde no hay ninguna facilidad para esto y ninguna preocupación por parte de las administraciones. Realmente es muy difícil hacer este trabajo en Chile y casi nadie lo entiende».
ÓPERA ACTUAL: Los esfuerzos realizados en la pandemia han tenido su premio.
Pilar GARRIDO: Sí. Durante la pandemia no he parado de estudiar, entrenar y aprender repertorio. Quería perfeccionarme en el extranjero y he hecho todo lo que he podido para conseguirlo. Y ahora estoy feliz.
ÓA: ¿Qué espera de esta experiencia en Valencia?
P. G.: Busco aprender y absorber lo máximo posible todo lo que me entreguen los maestros, mis compañeros y las diversas instancias de aprendizaje. Siento que conoceré nuevas formas de trabajo y seguro que será un gran avance para mi desarrollo artístico.
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