ENTREVISTAS
Mario Chang: “Cantar Ernani es un reto y Cavaradossi un sueño”
El tenor Mario Chang ha derribado, en pocos años, las puertas de los más importantes teatros americanos, como la Metropolitan Opera House de Nueva York, LA Opera o la Washington National Opera. Tras su paso por la compañía de la Ópera de Frankfurt, su prestigio como uno de los tenores más destacados de su generación se ha consolidado también en Europa. Debuta en España en los Viernes de Ópera, el reparto alternativo de la Ópera de Oviedo con Ernani, pero no es su único compromiso en un futuro próximo en el país. En el horizonte, su primera Tosca en el Teatro de La Maestranza de Sevilla.
Debutará en Oviedo el rol de Ernani, un papel especialmente complejo pues pertenece a una etapa de transición vocal entre el tenor belcantista romántico y el nuevo perfil verdiano. Unas dificultades que el tenor Mario Chang considera que «son también los principales atractivos de este tipo de óperas y de papeles. Más que dificultades yo hablaría de retos. Ernani es uno de ellos», explica el cantante. «Es un papel muy extenso, por eso creo que el reto más importante en este rol específico es el autocontrol, llegar fresco hasta el final y no dejarse llevar por la emoción ni por la música, que es muy intensa. Y también es importante el aspecto interpretativo, pues al fin y al cabo somos actores que cantamos y debemos poder entregar la historia y transmitirla al público», asegura el intérprete guatemalteco.
ÓA: Tiene previsto interpretar también Cavaradossi. Junto con Ernani supone una evolución en su repertorio hacia roles de vocalidad más pesada. ¿Abandonará papeles como Alfredo, Nemorino o Il Duca para profundizar en nuevos repertorios?
Mario CHANG: Siempre he sido muy cuidadoso a la hora de aceptar las ofertas de las óperas que canto, pero sí, ahora definitivamente siento que la evolución natural de mi voz me lleva a abarcar este tipo de repertorio. ¡Me estoy sintiendo como pez en el agua! Cavaradossi ha sido siempre mi sueño y Tosca es mi ópera favorita, o sea que estoy esperando con ansias poder debutarlo. Eso no quiere decir que abandone los roles que me han acompañado desde el inicio, aunque imagino que poco a poco se van a ir quedando a un lado. Pero por el momento no tengo planes de dejar de cantarlos, ahora los puedo abordar con más colores y experiencia.
ÓA: ¿Incorporará otros roles en un futuro próximo?
M. C.: Este cambio de repertorio empezó en el 2021 cantando Werther en el Teatro de Montpellier. Don José de Carmen también está dentro de mis metas, así como un par de sorpresas más que no puedo anunciar aún.
ÓA: Hace unos días se ha celebrado la 60º edición del Concurso Tenor Viñas de Barcelona en el que participó en 2012. ¿Qué significó para usted su paso por ese concurso?
M. C.: Fue el concurso que cambió mi vida por completo. Tras ganar el primer premio y varios otros recibí la invitación para formar parte del programa Lindemann de jóvenes artistas en el Metropolitan de Nueva York. ¡Ahí comenzó mi carrera! Concursos tan importantes como el Viñas o el Operalia son una gran plataforma para los jóvenes cantantes, para vencer los miedos y prepararse arduamente para exponerse ante teatros, agentes y un público nuevo. Para mí, significó un antes y después.
ÓA: Un teatro clave en su carrera fue la Ópera de Frankfurt donde pudo desarrollar su repertorio. ¿Qué le aportó formar parte de la compañía?
M. C.: Me dio muchísima experiencia, realmente un tiempo muy valioso para mí. El ritmo de ese tipo de teatros es muy demandante y me dio un gran entrenamiento. Aprendí mucho del medio, afiancé mis roles y conocí personas con las que he construido una relación.
ÓA: Ha cantado en el Met y en las óperas de Los Ángeles y Washington entre otras. ¿Cuáles son los debuts que considera que han marcado su carrera?
M. C.: Todos esos debuts los recuerdo como funciones muy especiales, pero guardo especial cariño por la noche cuando debuté L’elisir d’amore en el Met y La Bohème en Los Ángeles. También del Der Rosenkavalier en el Met, pues era la última representación de la misma producción que cantó Pavarotti muchos años antes. Eso me llenó de emoción.
ÓA: ¿Cómo nació su amor por el canto y en qué momento descubrió que podría desarrollar una carrera operística?
M. C.: Crecí con las anécdotas acerca de mi abuelita y su voz de mezzo. Aunque nunca tuve la oportunidad de escucharla estoy seguro de que de ella viene mi adicción por la ópera. Y en casa nunca faltó la música. Fue mi papá quien me motivó para que me inscribiera en un concurso de canto popular en Guatemala, y la demo que tuve que enviar para inscribirme pasó por varias personas hasta llegar a las manos de uno de los pocos maestros de canto en el país. A los pocos días recibí un correo de que me quería escuchar en persona. Fue el primero que creyó en mí. Se necesita de una persona que crea en uno para tener esa confianza. El resto ha sido trabajo duro, saber escuchar y tomar decisiones con cuidado.
ÓA: ¿Cuáles han sido sus referentes en la cuerda de tenor?
M. C.: ¡Podría hacer una lista enorme! Definitivamente Pavarotti siempre ha sido un referente importante, al igual que Plácido Domingo a quien admiro mucho. También Franco Bonisolli, Josep Carreras, Enrico Caruso, Veriano Luchetti, Miguel Fleta, Vladimir Atlantov, Roberto Alagna, Franco Corelli, Aureliano Pertile, Giuseppe Giacomini… Podría seguir nombrando increíbles tenores, escucharlos me inspira y motiva.
ÓA: Tanto usted como la soprano Adriana González han puesto a Guatemala en el foco del mundo operístico. ¿Es una casualidad o existe un vivero de voces guatemaltecas?
M. C.: Guatemala es una tierra fértil de talentos y hay muchas voces que podrían destacar en el mundo operístico, pero por desgracia no hay una larga tradición operística ni una escuela de canto que nos permita desarrollar todo ese talento. En nuestro caso hemos podido abrirnos camino sin el apoyo e infraestructura que tienen otros países. Ese es el objetivo de mi fundación Talento de Querido Arte, con la que quiero crear un ecosistema favorable para los talentos de mi país, para que tengan más herramientas y que haya más guatemaltecos triunfando por el mundo.– ÓA
ENTREVISTAS RELACIONADAS