ENTREVISTAS

Lisette Oropesa: "Llevo la zarzuela en la sangre"

01 / 12 / 2021 - Gema PAJARES - Tiempo de lectura: 6 min

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lisette-oropesa-new-orleans-01 Lisette Oropesa © Crystal Green

Soprano y corredora de maratones, ofrece en Madrid y en Sevilla, por primera vez, un recital íntegro de zarzuela, género que conoce por tradición familiar, y lo hace acompañada al piano por Rubén Fernández Aguirre. Dice que el bis de La Traviata del año pasado en el Real fue el momento “más especial” que ha vivido en un escenario.

Inmersa en una gira de recitales por España que trufan una agenda en la que también figuran actuaciones en Milán, Múnich, Chicago y Viena, Lisette Oropesa regresa este mes a Madrid para debutar el 13 de diciembre en el Teatro de La Zarzuela y, dos días después, en el Maestranza de Sevilla interpretando joyas del género hispano. Nació en Nueva Orleans hace 38 años, con sones cubanos en las venas y sangre catalana y castellana por parte sus bisabuelos. Adora España, a su gente, el Teatro Real, la gastronomía y los jardines y espacios al aire libre que le permiten enfundarse unas mallas y salir a la carrera “y que es también una estupenda manera de conocer una ciudad”, afirma a ÓPERA ACTUAL.

Es disciplinada (lo aprendió de maestros como Renata Scotto y Mirella Freni) y se confiesa, quién lo diría, una mujer tímida. Cuando estudiaba flauta, un profesor con muy buen criterio y mejor oído, o viceversa, le dejó caer que cantaba aún mejor que interpretaba con el instrumento. Su madre, soprano, sabía que la joven Lisette iba para cantante. Empezó a formarse y no se detuvo. Solo la pandemia frenó su actividad. Su debut en La Scala, con el que soñaba, hubo de posponerse el año pasado. Sin embargo, durante el verano de 2020 vivió una de las experiencias que han marcado su carrera: la Violetta que cantó en Madrid le regaló un bis histórico. Era en la que ya se conoce como La Traviata de la pandemia, la del suelo enmarcado por cuadrados de color rojo de dos por dos. Repitió, con el público puesto en pie, el “Addio, del pasato”: “Lo recuerdo y aún me estremezco. Ha sido el momento más especial que he vivido sobre un escenario. El público de Madrid se volvió loco, se levantó. Madre mía, es como si estuviera en un partido de fútbol. Resultó maravilloso”, evoca a ÓA. Dice que decidir un bis en una función depende del momento, de la conexión que hay con el público, de la electricidad que percibe. Ella tenía en la cabeza, si la ocasión llegaba, repetir el “Sempre libera”, pero no fue la escogida. Y es que, recuerda,  “la gente se volvió tan loca… Bisar lo interpreto como un acto de total generosidad. Siempre has de sentirte cómoda y saber que, aunque repitas, puedes llegar al final sin problemas. Y yo estaba en esa situación. Y lo hice”. Fue el 28 de julio de 2020. No lo olvida. El personaje le ha dado mucho, muchísimo –en noviembre acaba de triunfar con él en el Covent Garden– y ella también le ha puesto carne en ese intercambio: “Es uno de mis papeles más cantados y al tiempo, más queridos. Hay todavía espacio para crear, para darle mayor madurez vocal”.

© Teatro Real / Javier DEL REAL

Lisette Oropesa, en 'La Traviata del Real

Ahora vuelve a Madrid, aunque a otra casa –en el Real cantará un concierto en marzo–, porque esta vez encamina sus pasos hacia la calle Jovellanos. Debuta en el Teatro de La Zarzuela con un programa único, que solamente va a cantar en Madrid –en el de Sevilla será ligeramente diferente–, con romanzas españolas y cubanas acompañada por Rubén Fernández Aguirre, con quien ha construido un sólido dúo: “Él te deja hacer, te arropa y te ayuda. Es perfecto”, afirma del arte del pianista Premio ÓPERA ACTUAL 2010.

Los discos del abuelo

Cuenta que en su casa de Cuba, donde tiene aún mucha familia, han quedado anaqueles repletos de discos de zarzuela. Desde niña los escuchaba. “Mi abuela se las sabía todas, todas. Y a mí se me han quedado. Tenía muchas ganas de cantar zarzuela y este es el momento. Cuando hablé con Daniel Bianco, el director del teatro, me pidió un programa específicamente español y cubano. Mi madre, que era soprano, así como mis abuelos, eran cantantes, y he mamado el género en casa. Ellos iban muchísimo al teatro. Llevo la zarzuela en mi sangre”, cuenta. Aunque Oropesa ya ha interpretado algunas romanzas o canciones españolas, siempre las ha hecho como propinas en un recital. La diferencia es que ahora este repertorio será la columna vertebral: “He cantado canciones de Falla. Con la música española, y con la zarzuela, me siento en mi hogar porque es mi lengua materna. Yo creo, además, que existe una mayor libertad al cantar zarzuela. En la ópera estamos más apretaditos. Yo lo veo como algo más orgánico y es así como voy a interpretarlo”. No queda una sola entrada: “No me digas eso, menuda responsabilidad que vamos a tener”, contesta.

Como Rosalva de 'Florencia en el Amazonas,' de Daniel Catán, junto a la Florencia de Verónica Villarroel en la Ópera de Los Ángeles

Además de haber cantado una ópera en castellano –Florencia en el Amazonas de Daniel Catán en Los Ángeles– ya le ha puesto voz a melodías de Joaquín Nin y ha hecho suyas arias de Lecuona. Y no le va a pillar por sorpresa La canción del ruiseñor de Doña Francisquita, “un aria de coloratura pura, dificilísima” o “Bendita cruz”, de Don Gil de Alcalá, de la que guarda un recuerdo especial: “Con ella gané el apartado de zarzuela del Concurso Operalia hace 15 años. ‘De España vengo’, de El niño judío, le gustaba mucho a mi padre”. Se lamenta de que “con el gran repertorio que existe de este género, que es únicamente español, no se cante más. En Iberoamérica es un delirio cada vez que hay una representación. ¿Por qué no se escucha más si es una música preciosa? Hay cantantes como Plácido Domingo que han ayudado una barbaridad a su difusión y conocimiento y a mantener la presencia de esta música en todo el mundo. Y este concierto va a ser mi aportación para que pueda ser más conocida”.

"“Con la música española, y con la zarzuela, me siento en mi hogar: es mi lengua materna”

Aboga y apoya el reconocimiento internacional de este género inmenso, “pues en Sudamérica y en México hay muchos artistas que quieren cantarlo; sin embargo, conseguir el material para trabajar es bastante complicado, pues prácticamente todo está en España”. ¿Qué zarzuela cantaría si se la ofrecieran? No lo duda: “Cecilia Valdés. Me encanta. Voy a grabar, además, un disco con romanzas de zarzuela, pedí expresamente que lo fuera porque deseaba cantarlo”, desvela. Desde la distancia mira a Cuba. Nunca ha pisado la isla, pero ha respirado su cultura en casa. Siempre, “la hemos cantado, la vivimos y nos la comemos. Yo mantengo una relación estrechísima con mi familia. Tengo una hermana por parte de padre que vive allí y mucha de mi gente está en la isla”. A pesar de que sean solo 90 millas las que separan Estados Unidos del suelo cubano, la barrera de la que habla Oropesa es un hecho: “Si sales, no regresas. Los que dejaron Cuba lo hicieron con la promesa de no regresar más”. Madrid, que ya es otro de sus hogares, le dejará la emoción desnuda. A flor de piel. Sigue su carrera paso a paso y se repite cada día que es necesario tener tiempo tanto para trabajar como para descansar: “El ejercicio ayuda”.  ÓA