ENTREVISTAS

La mezzosoprano Andrea Niño, ganadora del Concurso Virtual SOI 2021

04 / 06 / 2021 - Fernando SANS RIVIÈRE - Tiempo de lectura: 8 min

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Andrea Niño joven mezzosoprano colombiana La joven mezzosoprano colombiana Andrea Niño

La ganadora del Concurso Virtual SOI 2021, la colombiana Andrea Niño, gana concursos y becas en Colombia, Conservatori del Liceu de Barcelona, Centre de Perfeccionament Plácido Domingo de Valencia y la Accademia de La Scala, y se perfeccionará en el Rossini Opera Festival de Pésaro. Una joven que ya ha debutado en ópera en Valencia y Sabadell, y que mantiene una carrera muy prometedora.

Esta joven mezzosoprano (Bogotá, Colombia, 1991) se graduó en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia donde estudió con la soprano Ángela Simbaqueba y graduándose con la máxima calificación. Además de ganar recientemente la segunda edición del Concurso Lírico Virtual SOI 2021, Andrea Niño ha sido galardonada en numerosos concursos, desde el primer puesto en el Concurso Nacional de Canto 2013 de la Filarmónica de Bogotá en la categoría juvenil, el concurso Jóvenes Intérpretes 2016 del Banco de la República, el Premio de canto Ciudad de Bogotá 2017, la beca Fundación Carolina para su máster en el Conservatori del Liceu de Barcelona, el premio Asociación Amigos de la Òpera de Sarrià, del concurso Josep Palet de Martorell (2018) y la audición de entrada al Centre de Perfeccionamient Plácido Domingo del Palau de Les Arts de Valencia (2018-2019). Además ha recibido clases magistrales de Lorraine Nubar, Cynthia Sanner, Dalton Baldwin, (EEUU), Teresa Berganza, Jaime Aragall, Nancy Fabiola Herrera, (España), Jocelyne Dienst Bladin (Francia), Mariella Devia, Eva Mei, y Fiorenza Cedolins (Italia).

Ha interpretado diversos roles líricos en Les mamelles des Tirésias de Poulenc, The Medium de Menotti o Midsummer Night’s Dream de Britten durante sus años de estudio. Ha cantado en escenarios legendarios como el Teatro Olímpico de Vicenza y el Teatro alla Scala de Milán. Fue invitada a la edición Pavarotti d’Oro 2018 donde cantó acompañada de la orquesta Giuseppe Verdi de Parma bajo la dirección de Paolo Andreoli y también junto al gran Marcello Giordani en el Teatro Asioli de Correggio. Ha cantado también el rol cómico de Benita en la zarzuela La Malquerida de Penella en el teatro Martín i Soler del Palau de Les Arts, bajo la dirección de Santiago Serrate y el rol de Angelina en la ópera La Cenerentola de Rossini en las funciones de la Escola d’Òpera de Sabadell, rol que había preparado con Teresa Berganza. Andrea Niño ha sido escogida para formar parte de la Accademia di perfezionamento per Cantanti Lirici del Teatro alla Scala de Milán para este curso 2020-2021 y en el Rossini Opera Festival de Pésaro, en julio de este año.

Andrea Niño joven mezzosoprano colombiana La mezzosoprano Andrea Niño en la ópera 'The Medium' de Menotti © Teatro Jorge Eliécer Gaitán (Bogotá) / Kike BARONA
Andrea Niño joven mezzosoprano colombiana Andrea Niño en 'La Cenerentola' en el Teatre de La Farandula de Sabadell © Teatre de La Farandula

ÓPERA ACTUAL: ¿Tiene algún antecedente familiar tu interés por el canto?

Andrea NIÑO: Mi madre es artista plástica, pero cuando yo era pequeña, ella tocaba la guitarra para acompañarse en unas canciones que compuso de jovencita. A mis 8 años me metió al coro de niños de La casa de la cultura de mi pueblo (se llama Chía y es muy cerca a Bogotá), luego pasé al coro de jóvenes y comencé a tomar mis primeras lecciones de piano y solfeo; sin embargo hasta ese momento cantaba rock, música latinoamericana y colombiana. Realmente lo que me conectó con la ópera y la música clásica fue mi afición al metal sinfónico. Un género que se caracteriza por mezclar elementos de la música sinfónica clásica y voces líricas, con la guitarra distorsionada propia del rock y del metal. Yo recuerdo que cantaba a grito herido las canciones de mi grupo favorito, e intentaba imitar a la soprano. Fue entonces cuando tuve curiosidad de conocer más el canto lírico, y me enamoró.

ÓA: ¿Cuándo te surge la afición por cantar y en qué momento decides dedicarte profesionalmente?

A. N.: Desde que tengo uso de razón me ha gustado cantar, sin embargo cuando salí del colegio y debía entrar a la universidad a estudiar una carrera que me diera dinero, elegí la comunicación social y el periodismo. Mi madre me decía que cometía un error al dejar la música, pero yo no le hacía caso porque pensaba que vivir de la música era un sueño imposible, sobre todo en una sociedad tan lastimada. Así que cuando estaba finalizando mi primer semestre como estudiante de periodismo, mi madre contactó a un gran tenor y maestro colombiano, Manuel Contreras –a quien le debo mis bases técnicas–, y me hizo la encerrona para tomar una clase con él. Debo decir que solo bastó con la primera lección para convencerme de entrar al conservatorio a estudiar canto lírico. Desde ahí dejé de estudiar periodismo.

ÓA: ¿Cuáles son tus estudios musicales en Colombia y qué profesor remarcarías en esa etapa?

A. N.: Estudié y me gradué del programa de Música instrumental con énfasis en canto lírico del conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia. Mi maestra de cátedra, a quien quiero y admiro muchísimo, fue la soprano colombiana Ángela Simbaqueba. En dicha etapa tuve la fortuna de que mi Alma Mater programó durante algunos años unos cursos internacionales de canto lírico, donde conocí a grandes maestros y cantantes, entre ellos, la gran Cynthia Sanner, de la Juilliard School of Music, quien aportó mucho a mi crecimiento vocal, y la soprano Marta Mathéu, quien más adelante fue mi maestra en Barcelona.

Su paso por España

ÓA: De tu paso por el Conservatori del Liceu de Barcelona, ¿qué conocimientos, valores o experiencia te ha aportado en tu educación musical?

A. N.: La mejor experiencia fue conocer y cantar para la grandísima Teresa Berganza. Un sueño hecho realidad. También destaco las enseñanzas de Marta Mathéu, dado que fueron vitales para mi crecimiento artístico; de hecho fue ella quien me obligó a postularme a las audiciones del Centre de Perfeccionament de Plácido Domingo en Valencia. Recuerdo que en ese momento yo no estaba del todo convencida, pero ella me dijo en tono muy maternal: «Andrea, me voy a enfadar contigo si no intentas presentarte al Centre. El No ya lo tienes, ve a por el Sí». Estas últimas palabras me infunden valor y coraje hasta el día de hoy.

ÓA: ¿Cómo has vivido tu paso por ese Centre de Perfeccionament?

A. N.: Significó estar más cerca de la vida profesional. Tuve la maravillosa oportunidad de conocer a Plácido Domingo, de debutar mi primera zarzuela, de conocer y trabajar con gente maravillosa, y además quedé enamorada de Valencia. Es una ciudad bellísima, con gente muy cálida y amigable. De allí es mi segunda familia.

ÓA: Sigues estudiando en la Accademia de La Scala. ¿Qué crees que te ha aportado a tu carrera esta nueva etapa de formación en Milán?

A. N.: La escuela italiana es increíble, y me ha dado muchísima seguridad en todos los aspectos. Trabajo con maestras y maestros de primer nivel, y con los cuales he estudiado y perfeccionado cinco roles operísticos, que espero pronto poder debutar. Además, dominar el idioma es una gran ventaja al momento de asumir e interpretar una ópera italiana. Por último, el hecho de cantar en el escenario del Teatro alla Scala, es un sueño hecho realidad. Recuerdo que con mis colegas de la universidad en Colombia hablábamos de ese templo de la ópera, y me parecía una cosa imposible y lejana, tanto, que cuando estuve allí presentando la audición que me permitió ser parte de la academia, no lo podía creer.

© Conservatori Liceu

Teresa Berganza en una clase magistral en el Conservatori del Liceu

Junto a Teresa Berganza

ÓA: ¿Qué destacarías de tu preparación del papel de Angelina con Teresa Berganza?

A. N.: El método de estudio de la coloratura. Ella decía que repasarla justo antes de dormir ayudaba a fijar mejor las notas en el cerebro: este es uno de los tips que me ha ayudado mucho a abordar el repertorio rossiniano en general. También aprendí a enganchar más los agudos del personaje, que en algunos puntos son bastante extremos. También resaltaría la profundización del carácter de Cenicienta, y por último, la personalidad arrolladora de Teresa Berganza al momento de enseñar. Fue un sueño conocerla y poderle dar un abrazo.

ÓA: ¿Qué crees que te han aportado los numerosos concursos y becas que has ido ganando durante estos años?

A. N.: Primero que todo, poder romper las fronteras de mi país para continuar mi formación gracias a la beca completa de la Fundación Carolina, ya que por mis propios medios hubiese sido imposible. Conocer a colegas que ahora son mis amigos, pisar escenarios que jamás imaginé, darme el lujo de consagrarme a la música y poder vivir de ella… En cuanto a los concursos, estoy feliz de representar a mi país y dar a conocer que en Colombia, y en general en toda Latinoamérica, hay un talento que muchas veces se desaprovecha por falta de oportunidades.

ÓA: Si pudieses elegir varios papeles principales para cantar próximamente. ¿Cuáles crees que serían los más adecuados e interesantes para ti actualmente?

A. N.: De Rossini, Angelina de La Cenerentola y Rosina de Il Barbiere di Siviglia. De Bellini, Romeo de I Capuleti e i Montecchi y Adalgisa de Norma. De Mozart, Cherubino de Le nozze di Figaro, Dorabella de Così fan tutte y Sesto de La clemenza di Tito.– ÓA