ENTREVISTAS

José Miguel Pérez-Sierra: "En ningún país de Europa se ha abandonado a los artistas como en España"

14 / 10 / 2020 - Pablo MELÉNDEZ-HADDAD - Tiempo de lectura: 5 min

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El director madrileño José Miguel Pérez-Sierra © OSG / Pablo RODRÍGUEZ

El director madrileño dirige este viernes en A Coruña una gala lírica con dos nombres consolidados en el repertorio del bel canto romántico, la soprano australiana de origen inglés Jessica Pratt y el tenor vasco Xabier Anduaga. Con una amplia agenda de espectáculos en esta temporada, desgraciadamente, se ha escapado esa Bohème que tenía que dirigir en noviembre para la temporada de los Amics de s’Òpera de Maó, en Menorca, que ha debido cancelarse debido a las restricciones de aforo a las que obliga la pandemia.

La vuelta a la actividad tras varios meses de parón obligado por la pandemia supone para el director madrileño José Miguel Pérez-Sierra «una gran alegría», tal y como comenta a ÓA durante un descanso de los ensayos de la gala que dirigirá el viernes 16 para los Amigos de la Ópera de A Coruña. «Las ganas de hacer música son ahora mayores que nunca. Estos meses han sido de gran incertidumbre, sobre todo en España: creo que en ningún país de Europa se ha abandonado a los artistas de esta manera… En cualquier caso, he tratado de aprovechar este tiempo para estar con la familia, jugar con mis hijas… En el ritmo frenético de nuestra profesión, a veces estamos fuera de casa ocho, nueve o incluso 10 meses al año… La cara positiva (si es que la hay) del confinamiento, ha sido sin duda la posibilidad de compartir con la familia ese tiempo que normalmente no tenemos. Lástima que no haya podido ser de una manera más serena, con un mayor apoyo institucional hacia el sector, como sí han tenido nuestros colegas en Francia o Alemania. En cualquier caso, estoy muy feliz de volver a subir a un escenario, y ahora solo quiero pensar que cada día que pasa queda un día menos para volver a la normalidad, un día menos para poder bajar a un foso con una orquesta numerosa, sin distancia, sin mascarillas, sin miedo… Y mientras tanto, seguimos adelante. Con precaución, con seguridad, con mucha música… ¡Y espero que cada vez con más público!»

ÓA: ¿Considera apropiadas las medidas que han debido tomar los programadores?

"En España, desde que se retomó la actividad con 'Traviata' en el Real, todavía no ha habido un solo rebrote en un teatro"

José Miguel PÉREZ-SIERRA: Lo principal es la seguridad, eso está claro, pero sigo sin encontrar una explicación coherente a las restricciones de aforo en los teatros, mientras que en el avión, en el tren o en el metro los pasajeros van casi tan hacinados como siempre. Puede ser casual, pero en España, desde que se retomó la actividad con La Traviata en el Teatro Real en julio, todavía no ha habido un solo rebrote en un teatro… Quien tenga que valorarlo, que lo valore.

ÓA: En Galicia ha dirigido en muchas ocasiones, además de ser asistente de Alberto Zedda en A Coruña. ¿Qué recuerdos tiene de su trabajo junto a este maestro de referencia?

J. M. P.-S.: Efectivamente, me siento muy afortunado de haber podido estar presente en las temporadas de A Coruña desde mi debut aquí en 2005; adoro esta ciudad, su orquesta, su público… Y por supuesto, es una ciudad especial para mí porque está llena de recuerdos de mis vivencias con Alberto Zedda, probablemente la persona que más me ha influido a nivel musical y cultural. Le conocí en 2003, y le seguí con devoción hasta que nos dejó en 2017. De él aprendí a investigar las fuentes, la búsqueda musicológica, la obsesión por la expresividad en la música, el amor por la docencia… Todo ello para mí fue un regalo, un tesoro que trataré de conservar en mi bagaje musical toda la vida.

ÓA: Ahora dirigirá un concierto con dos expertos en el bel canto, Jessica Pratt y Xabier Anduaga. ¿Cómo ve a los intérpretes de su generación ante los retos del estilo belcantista?

J. M. P.-S.: Me parece que estamos ante una generación de cantantes-músicos excelentes, de la que Jessica y Xabier son grandes representantes. Para hacer bel canto no solo hace falta una gran voz (obviamente es conditio sine qua non), sino una preparación exquisita a nivel musical y cultural; hay que hacer una profunda inmersión en la cultura italiana de principios del XIX para llegar a comprender el estilo, el verdadero virtuosismo belcantista hallado en la expresividad… Precisamente Alberto Zedda fue sumo especialista en este repertorio, y preparó a varias generaciones de cantantes para afrontar con garantías esta música de gran complejidad. Sin ir más lejos, Jessica y Xabier fueron también sus alumnos.

ÓA: Usted está considerado como un gran especialista en las óperas de Rossini ¿Qué es el bel canto romántico para usted y qué lugar ocupa en su repertorio?

José Miguel PÉREZ-SIERRA: Rossini ha ocupado una buena parte de mi actividad: casi 200 funciones de 14 títulos diferentes a lo largo de estos años… Es uno de los autores más interesantes que existen a nivel intelectual y musicológico, su capacidad para hacer teatro abstracto es única, modernísima. Creo que hoy en día Rossini está más de actualidad que nunca, y es un orgullo ser partícipe de la labor de difusión de su obra más desconocida y quizá más importante: la ópera seria. El impulso que dio Alberto Zedda a esa renaissance rossiniana fue definitivo: rescató del olvido todas las óperas que se habían perdido en el último siglo, las puso en escena y hoy en día, títulos que antes se hacían solo en los festivales, cada vez son más frecuentes en las temporadas de los teatros. Todavía queda mucho por hacer, pero Rossini ya empieza a ocupar el lugar que le corresponde y que nunca debió perder.

ÓA: Además de Rossini, Puccini y Bizet son otros de los autores que ocupan su próxima agenda, incorporando a su repertorio Pescadores de perlas en la Ópera de Oviedo. ¿Qué otros repertorios le gustaría ir incorporando en el terreno operístico y por qué?

J. M. P.-S.: He de decir que aunque Rossini sea mi amor intelectual, en realidad mi sensibilidad es más afín a los autores de la segunda mitad del siglo XIX, incluso de la primera del XX. Disfruto muchísimo haciendo Puccini, al igual que con otros autores del verismo, y por supuesto Verdi… Sin él es imposible entender el melodrama italiano en general. Es cierto que Francia ha sido parte importante de mi actividad en los últimos años, y el repertorio francés me ha dado muchas alegrías últimamente. Desde mi primera Carmen en Metz se han sucedido las propuestas: Pêcheurs, Les Huguenots, Dialogues de Carmelites… Ahora me gustaría empezar a hacer también ópera alemana, e incluso rusa o checa… Son repertorios que me son muy afines, y me encantaría adentrarme en ellos. No me pongo límites, y trato de sacudirme cualquier tipo de encasillamiento, tan de moda hoy en día…

ÓA: También se mueve a menudo en terreno sinfónico. ¿Qué le aporta cada repertorio?

J. M. P.-S.: Son fenómenos diferentes: la ópera y la zarzuela, además del conocimiento del estilo y del background cultural de la obra, se resuelve sobre la base de técnica, que es lo que permite afrontar con garantía los imprevistos de la función. En el sinfónico los imprevistos son menos frecuentes, pero hace falta una gran capacidad analítica, una mente musical más arquitectónica. En realidad, creo que ambos mundos se retroalimentan, y que dirigir ópera te hace ser mejor para el sinfónico, y viceversa. Admiro a los directores que han sido grandes en ambos campos: Karajan, Maazel, Abbado, Mehta, Muti…

ÓA: Pese a la situación de la pandemia, en esta temporada tendrá bastante actividad. ¿Qué compromisos que tiene por delante y qué retos le deparan?

José Miguel PÉREZ-SIERRA: Después de Galicia, en unas semanas estaré haciendo repertorio sinfónico con la OSN en el Baluarte de Pamplona. En enero de 2021 estaré en la Ópera de Oviedo haciendo Los pescadores de Perlas que mencionabas, y a continuación dirigiré El Barberillo de Lavapiés en el Maestranza de Sevilla y Benamor en el Teatro de La Zarzuela de Madrid. Ya en mayo tengo una gala lírica en el Baluarte de Pamplona y después el rescate del olvido de Don Fernando el Emplazado, del compositor español Valentín de Zubiaurre, además de esa joya donizettiana que es Viva la Mamma!, ambas en el Teatro Real. A mediados de junio iré a hacer un concierto con la Filarmónica de Cracovia, y a continuación Il Barbiere di Siviglia en el Sferisterio de Macerata, y La Scala di Seta en el Festival Rossini in Wildbad. En septiembre le tocará el turno a La Traviata en el Teatro Municipal de Santiago de Chile… Sinceramente, me siento afortunado de poder retomar la actividad con tanta intensidad. Crucemos los dedos para que la situación sanitaria mejore, y nunca más haya que cerrar un teatro.

En el vídeo a continuación, José Miguel Pérez-Sierra dirige a la soprano Davinia Rodríguez como Liù de Turandot en Las Palmas de Gran Canaria.– ÓA