ENTREVISTAS

Jordi Bernàcer, director: “Nunca hay dos funciones iguales y como director debes saber adaptarte”

01 / 02 / 2022 - Antoni COLOMER - Tiempo de lectura: 6 min

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Bernàcer El director musical español Jordi Bernàcer © Lucio ABAD

Hoy es uno de los directores españoles más internacionales y de mayor proyección. Formado como flautista, tras sus estudios en Viena ha ido quemando etapas de manera fulgurante, primero en el Palau de les Arts de su Valencia natal, donde participó en el nacimiento del Teatro y, más tarde, en óperas tan prestigiosas como la de San Francisco. Instalado en Italia desde hace unos años, acaba de obtener un enorme éxito en el Teatro Regio de Parma con Carmen y en breve dirigirá Nabucco en el Teatro Real de Madrid.

Acabo de dirigir Carmen en el Regio de Parma y mis próximos compromisos son Turandot en el Regio de Torino y Rigoletto en la Ópera de Genova. Desde hace unos años buena parte de mi actividad se concentra en Italia y por eso he decidido instalarme en Verona. Los italianos viven la ópera de manera muy especial, como algo propio, y sus teatros están en el corazón cultural de cada ciudad.

Durante tres años fui director residente en la Ópera de San Francisco, donde vuelvo a menudo. Fue una gran experiencia porque los teatros estadounidenses funcionan de manera muy diferente a los europeos. Son empresas privadas y los mecanismos de programación y actividad son distintos. Poder involucrarme a todos los niveles en la dirección artística de un teatro tan importante, desde la contratación hasta la programación, fue un gran aprendizaje y un paso importante en mi carrera.

 Aunque estudié flauta travesera, ya de adolescente sentí el gusanillo de la dirección, primero como una curiosidad que acabó siendo una pasión. Empecé a estudiar en Valencia y posteriormente en Viena. Asistí a un curso de verano y enseguida sentí que ese era mi sitio. Me enamoré de la ciudad y de su actividad musical frenética. Cada día podía ir a grandes conciertos, a multitud de óperas de pie en el gallinero de la Staatsoper, a los ensayos de la Filarmónica en el Musikverein con los mejores directores… Fue la realización de un sueño. Por eso, cuando hace dos meses debuté en la Ópera de Viena tuve la sensación de que, en cierto modo, se cerraba un círculo. Fue muy emocionante.

© Arena de Verona / ENNEVI

El director Jordi Bernàcer en una función de 'Nabucco' en la Arena de Verona

Tuve la suerte de acabar mis estudios en Viena y prácticamente al día siguiente incorporarme a un proyecto tan estimulante como el nacimiento del Palau de Les Arts de Valencia como director del Coro. Ahí tuve la oportunidad de hacer de asistente de Lorin Maazel por primera vez en una producción de Simon Boccanegra, experiencia que nunca olvidaré. A partir de ahí colaboré con él en muchas producciones, tanto en Valencia como en su festival en los Estados Unidos.

Aspiro al equilibrio entre mi actividad operística y sinfónica, porque creo que se retroalimentan y te permiten crecer. Conocer la voz humana, trabajar con los cantantes, entender el fraseo y la respiración te aporta una perspectiva distinta al afrontar el repertorio sinfónico. Dirigir ópera tiene la complejidad añadida de la distancia física. Estás en un foso, los cantantes están lejos y el coro aún más, por lo que es difícil que te vean. Y tampoco es lo mismo dirigir Nabucco en Verona, con una orquesta enorme y con el coro a 25 metros, que en un teatro como el Real, donde lo dirigiré próximamente. En ese sentido es clave encontrar el equilibrio.

La voz es el instrumento más fascinante, en definitiva, el más humano. Además, cada voz es distinta y requiere de un tratamiento diferente. Las características físicas y técnicas de cada voz conllevan un fraseo determinado y el director debe entenderlo para ayudar al cantante. Ahora, con el Covid, la incertidumbre es permanente y hasta el último momento no sabes qué intérprete saldrá a escena esa noche. Por eso es más necesario que nunca ayudarle, intuir sus necesidades. Nunca hay dos funciones iguales y tu obligación como director es adaptarte a ello.  ÓA