ENTREVISTAS

Ismael Jordi: “Donizetti es el compositor más exigente a nivel técnico”

01 / 09 / 2022 - Antoni COLOMER - Tiempo de lectura: 6 min

Print Friendly, PDF & Email
Ismael Jordi Ismael Jordi © Francisco PINTEÑO

De Jerez a Nueva York. Así se podría sintetizar la carrera del tenor andaluz quien la próxima temporada debutará en la Metropoli­tan Opera House como Alfredo de La traviata. Es el premio a una trayectoria marcada por el rigor en la elección de un repertorio del cual es hoy todo un referente. Prueba de ello es una agenda repleta de compromisos en los teatros más importantes del mundo. A finales de mes y durante octubre vuelve al escenario del Palau de Les Arts de Valencia con Anna Bolena, de uno de sus compositores más admirados, el gran Gaetano Donizetti.

Durante el poco tiempo que tengo de vacaciones aprovecho para hacer todas esas pequeñas cosas que echo de menos durante el año. Levantarme cuando me apetece, hacer deporte, disfrutar de la familia, dar una vuelta por mi Jerez, un ratito de playa o una copa con los amigos. Para el tipo de vida que llevamos los cantantes, todo eso es un lujo. Siempre he tratado de diferenciar lo que es mi vida y con lo que me gano la vida. Eso no quita que, en mi caso, al menos tres o cuatro días a la semana mueva un poco la voz. Es necesario para no perder forma.

Acabé la pasada temporada cantando Anna Bolena en Ámsterdam y empiezo ésta con el mismo título en Valencia, y en la misma producción, lo cual es fantástico y muy cómodo para mí. De hecho, esta Bolena se inscribe en un proyecto de coproducción que abarca completa la trilogía Tudor de Donizetti. Puedo anunciar que participaré en los tres títulos, tanto en la Dutch National Opera como en Les Arts, tres papeles que amo y que me han acompañado durante toda mi carrera.

Los tenores de esta trilogía son todos preciosos, pero muy difíciles e ingratos. Roberto Devereux es un bombón, Percy es un papel fantástico también y Leicester está menos presente, pero todos ellos son de una enorme dificultad técnica. Anna Bolena la estrenó el mítico tenor Rubini, casi un sopranista, pues utilizaba constantemente la voz de falsete. Por eso el papel está lleno de coloratura, saltos interválicos o recitativos muy graves. Hay que tener en cuenta que en ese momento se estaba produciendo la transformación hacia lo que es el tenor moderno, de ahí la dificultad de abordar esos roles con la técnica de hoy, y el porqué de tantos cortes en la partitura durante muchos años.

© Nationale Opera / Ben VAN DUIN

Ismael Jordi y Marina Rebeka en 'Anna Bolena' con la dirección de escena de Jetske Mijnssen

Donizetti es el compositor que más he cantado y considero que es el más exigente a nivel técnico. Rossini tiene su dificultad, pero si tienes facilidad para la coloratura todo es más fácil, dentro de lo que cabe. En ese sentido Donizetti me parece más puro, una auténtica escuela de canto como lo puede ser Bellini. Papeles como los de la trilogía Tudor, Edgardo o Gennaro no son para tenor ligero, aunque lo puedan parecer, sino para uno lírico, pues requieren un amplio fraseo en el centro.

Siempre me he considerado tenor lírico-ligero, aunque es cierto que, en los últimos años, y a través de papeles como Faust, Roméo o Des Grieux, he ampliado mi repertorio hacia el de lírico y noto que mi voz se ha redondeado. Werther es otro personaje que quiero abordar en el futuro, pero siempre tratando de mantener lo que ha sido la base de mi repertorio durante toda mi carrera. En ese sentido, mi modelo siempre ha sido Alfredo Kraus, quien fue mi maestro y que para mí es una referencia en todos los aspectos, incluido el de un tipo determinado de repertorio.

Los papeles de tenor que más me gustan son aquellos que sé que nunca podré cantar. Andrea Chénier, el Des Grieux de Puccini o Riccardo de Un ballo in maschera son roles que me fascinan pero, aunque mi voz haya ganado redondez y volumen, uno debe respetar su naturaleza y no forzar el instrumento si quiere cantar muchos años, como es mi caso. ÓA