ENTREVISTAS
Ildar Abdrazakov: “Soñamos con quitarnos las mascarillas y ver las salas llenas”
El bajo ruso ocupa un espacio privilegiado en el mundo de la ópera. Abdrazakov destaca por su voz vigorosa y a la vez dúctil, por su encanto artístico y su apariencia atractiva y seductora. un artista imprescindible en los grandes teatros y festivales en el repertorio ruso, italiano y francés desde su debut en la Scala de Milán en 2001. Compagina su actividad artística con la docencia encabezando La Academia Internacional de Música Elena Obraztsova de San Petersburgo.
El año pasado lo inicié con La condenación de Fausto de Berlioz en el Met de Nueva York junto a Elina Garanca y otros magníficos artistas. Fue un gran éxito. Después tuvimos que ponernos en cuarentena. En pleno confinamiento, en abril, nació mi hijo Amir. Fue una alegría enorme para mí y para toda la familia, por supuesto. En abril ensayamos Don Carlo en la Semperoper de Dresde con Anna Netrebko, que debía debutar el papel de Isabel de Valois, contando con la dirección musical de Christian Thielemann, un trabajo muy importante y atractivo para mí. Lamentablemente, los ensayos fueron interrumpidos y posteriormente fue cancelada la ópera por el confinamiento sin llegarse a estrenar. En septiembre inauguré la temporada 2020-2021 de Bolshoi de Moscú con esta misma obra y prácticamente con el mismo reparto. La producción, elegante y tradicional, fue ovacionada por el público moscovita, pero el ciclo de representaciones se quedó inacabado: me sentí mal y di positivo por coronavirus. No estuve muy grave, pero por precaución estuve ingresado en un hospital. Al poco tiempo también fueron hospitalizadas, con el mismo diagnóstico, Anna Netrebko y mi mujer. Los tres ocupamos habitaciones contiguas en el mismo hospital, lo que nos permitió apoyarnos permanentemente. Agradezco infinitamente a los médicos de ese centro asistencial, un hospital municipal de un barrio de Moscú: por la atención impecable y por nuestra rápida recuperación.

El bajo ruso Ildar Abdrazakov como Boris Godunov en el Bolshoi de Moscú en enero de 2021
Estoy interpretado Boris Godunov de Musorgsky en Moscú, un rol que debuté en 2018 en la Ópera de la Bastille de París bajo la batuta de Ivo van Hove y con la dirección de escena de Vladimir Yurovski. Se trata de una producción clásica de Leonid Baratov del año 1948 con dirección musical de Tugán Sójiev. Para mí es un gran honor cantar este papel en este escenario con una puesta en escena de época. Boris Godunov es uno de los papeles más importantes de todo el repertorio de bajo, caballo de batalla del gran Feódor Chaliapin. No es simplemente un papel, sino un rol que requiere del intérprete talento vocal y dramático en la misma proporción.
Procuro impartir clases magistrales una o dos veces al año en la Academia Internacional de Música Elena Obraztsova. Una institución muy completa que cuenta con un departamento de coreografía y de música moderna. Además me invitan a hacer sesiones con jóvenes cantantes en otras ciudades, como en Moscú o en mi Ufá natal. Me encanta esta labor. A veces aprendes algo con ellos y de ellos. Intentas resolver un problema de un joven, lo consigues y piensas: “tal vez eso podría serme útil para mí también”. Como jóvenes promesas puedo nombrar al bajo Gleb Peryazev, que debutó con 23 años en el Festival de Salzburgo y con apenas 30 ya es solista del Mariinsky, en el que ha interpretado algunos papeles principales.
Todos estamos soñando con el fin de la pandemia, en quitarnos las mascarillas, en ver las salas llenas. Y me gustaría seguir con esta línea ascendente de mi carrera; me gustaría perfeccionar mi labor y poder ampliar mi repertorio. No quiero perder papeles que canto desde mi juventud a pesar de la incorporación de papeles pesados como, por ejemplo, Felipe II o Boris Godunov. ¡Indudablemente! La belleza, y la espiritualidad, y la música, y nuestra capacidad de enamorarnos salvarán el mundo. ¡Soy un optimista innato! – ÓA
ENTREVISTAS RELACIONADAS