ENTREVISTAS
Éric Vigié y la nueva temporada operística de Lausana
La Opéra de Lausanne, a pesar del cierre pandémico, vuelve llena de energía y con una temporada muy estimulante, con cinco títulos operísticos y una opereta. El curso pasado cerró con el streaming de la versión en concierto de Rinaldo, con Andrea Marcon, Philippe Jaroussky y Anett Fritsch, y las 21 funciones en gira de la opereta Dédé de Henri Christiné. Lo importante es mantener el pulso.
El francés Éric Vigié (Toulouse, 1962), máximo responsable de la Ópera de Lausana, la ciudad suiza que acoge el Comité Olímpico Internacional, acomete la nueva temporada con un presupuesto saneado: “Gracias a las ayudas públicas que recibimos del cantón y de la ciudad se ha podido hacer frente a todos los gastos estructurales, garantizando la calidad y la continuidad de trabajo”. Una nueva temporada homogénea y exenta de riesgos presentará grandes títulos como Werther, Semiramide, Alcina, Evgeni Onegin o Le nozze di Figaro.
ÓPERA ACTUAL: ¿Cómo ha vivido el teatro el cierre por la pandemia siendo el primero en Suiza en clausurarse en marzo de 2020?
Éric VIGIÉ: Hasta abril de este año estuvo prohibido hacer actividades en el escenario aquí en el cantón de Vaud. Otros cantones dieron autorizaciones con el riesgo de contagios. Lo que, finalmente, sí sucedió. Yo no quería tener la responsabilidad de tener un teatro abierto y tener artistas y músicos enfermos. Tan pronto pudimos realizar actividades artísticas organizamos el streaming de Rinaldo y la gira popular con la ópera Dédé.
ÓA: El 150º aniversario de la Ópera de Lausana es en 2021. ¿Tiene previsto celebrar la efeméride?
É. V.: Seguiremos con la temporada anunciada y esperamos poder realizar todas las producciones a partir de septiembre, y acoger de nuevo al público en condiciones controladas y estables.
ÓA: Finalmente podrá verse su producción de Evgeni Onegin. ¿Cuál es su visión de esta obra de Chaikovsky?
É. V.: He evitado el lado clásico de Onegin, con una estética tan vista, llena de crinolinas y miriñaques, y no muy teatral. Comenzaremos el primer acto en el verano de 1917 y terminaremos en Moscú en 1937, antes de las grandes purgas estalinistas. Estos 20 años de transformación de la sociedad rusa son solo la culminación de todos los problemas que Pushkin y Chaikovsky conocieron en sus vidas profesionales. La sociedad rusa, desde 1830, nunca dejó de estar en las garras de profundas crisis con el poder zarista que desembocaron en el golpe de Estado de octubre de 1917, para comenzar con los años de la dictadura bolchevique, entonces estalinista.

Vista del exterior de la Opéra de Lausanne
ÓA: ¿Tienen previsto recuperar algún otro espectáculo cancelado?
É. V.: Sí. La ópera para niños Le Petit Chaperon rouge y la opereta L’auberge du cheval blanc para finales de año. Son nuevas producciones propias y es impensable no representarlas, sobre todo porque ya estaban listas para ser estrenarse la temporada pasada.
ÓA: Abre la temporada con Le nozze di Figaro, con Frank Beermann en el podio y voces ascendentes como Valentina Nafornita.
É. V.: Lo más importante aquí es ofrecer un reparto de alto nivel. También nos gusta presentar el máximo de cantantes que aborden por primera vez los roles principales. Está Valentina Nafornita y también la primera Susanna de Ariana Venditelli, que para mí es una de las voces más destacadas de la nueva generación de cantantes italianos. El resto del reparto es también de gran calidad vocal y escénica.
ÓA: ¿Qué destacaría de Alcina con Diego Fasolis y Stefano Poda?
É. V.: Aquí, también, lo importante es presentar una oferta artística nueva para nuestro publico. Todo el reparto canta por primera vez en escena Alcina. Y como siempre, Stefano Poda propondrá una visión muy personal y esteticista de esta ópera fantástica. También en Alcina los cantantes deben ser capaces de trabajar con Diego Fasolis y su visión de este repertorio.

Una escena de Le nozze di Figaro, que inaugura la programación
ÓA: Cerrará la temporada contando de nuevo con el tándem Boussard-Lacroix en Werther, con Jean-François Borras.
É. V.: Se trata de una marca de la casa de la Opéra de Lausanne. Presentar una ópera tan francesa como Werther sin tener un reparto de lengua francesa no puede funcionar. Es como en Onegin…Presentamos solamente cantantes eslavos o muy familiarizados con este repertorio. Es primordial escoger bien (¡también, me puedo equivocar¡) a cantantes que conocen el repertorio y que pueden comunicar al público una emoción sobre lo que es su tradición vocal, lingüística y cultural.
ÓA: ¿Cómo resumiría el concepto artístico de la próxima temporada?
É. V.: Sobre todo definido por la variedad y el equilibrio entre los diversos repertorios. La Covid ha desequilibrado, por dos o tres temporadas, nuestra la línea editorial y artística, pero aun así nos quedamos dentro de lo que queremos presentar a nuestro público.
ÓA: Como conocedor del público español tras su paso por el Teatro Real, ¿Cuáles cree que son los atractivos que ofrece su teatro?
É. V.: La calidad vocal de los repartos, ¡sin duda!
ÓA: ¿Prevé intensificar los streamings y contenidos digitales?
É. V.: Hemos visto suficientes streamings. Nosotros hacemos con Arte y la televisión Suiza una retransmisión anual, este curso será L’Auberge du Cheval Blanc, ya que no se conoce, y quizás haremos una segunda con Alcina, por la producción. ÓA
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